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Economía

Un exsocio de Mario Conde se alía con dos madrileños en la guerra por la propiedad mundial del 'VAR'

Mario Conde y pantallas del VAR.

El ingeniero gaditano Antonio Ibáñez del Alba, conocido por muchos como un Da Vinci español, y por otros, como un exsocio del otrora poderosísimo Mario Conde, ha decidido irrumpir en la guerra por la propiedad de los derechos de explotación del VAR en el fútbol a nivel mundial del lado de dos madrileños que reivindican, paralelamente, la propiedad intelectual e industrial del mismo producto.

Según ha podido saber Vozpópuli, el ingeniero ha comenzado a tener reuniones tanto con Francisco López (propietario intelectual de un producto equivalente al VAR y en conflicto legal con la FIFA y la Real Federación Española de Fútbol, a los que acusa directamente de haber empezado a explotar su producto e investigaciones sin su consentimiento) como con Miguel Galán (propietario industrial de la marca 'VAR' en discusión en la Oficina Europea de Marcas con la productora Mediapro). Ello, en vistas de hacer piña para potenciar sus reclamaciones y/o demandas económicas al respecto y, eventualmente incluso, montar una sociedad que canalice la gestión comercial del producto a nivel mundial.

Invento a pedido de Conde

El nexo entre el Ibáñez del Alba y el conflicto por la propiedad del VAR tiene que ver precisamente con Mario Conde. Tras el famoso codazo impune del italiano Tassoti a Luis Enrique en el Mundial de Fútbol de EE.UU. de 1994, el empresario, a través de una empresa suya de I+D, encargó a Ibáñez del Alba -que venía de trabajar en la mismísima NASA y tenía ya un currículum en inventiva de dispositivos- que desarrollara un producto tecnológico que permitiera reducir el margen de error de los árbitros en jugadas polémicas.

Fue así como el ingeniero acabó presentando en septiembre de 1995 la solicitud de patente de lo que considera como el primer mecanismo de VAR o Sistema de Video Arbitraje Inteligente -un dispositivo con control electrónico del campo para dar información instantánea a los árbitros sobre lo que ha sucedido-. Fue a título de Valores Antillanos, una empresa propiedad del exdirector de Banesto.

"Teníamos una relación de amistad y lealtad", ha afirmado Ibáñez del Alba sobre su relación con Conde. Posteriormente, las relaciones se deterioraron, y el ingeniero acabó presentando en enero de 1996 una denuncia de apropiación de patentes, entre las que estaba el 'futuro' VAR, contra el banquero, como única forma para cobrar por su trabajo al banquero embargado. "Es un tema de hace muchos años, pero ha quedado resuelto en buenos términos", asegura ahora sin embargo Ibánez del Alba sobre el asunto. "Lo que importa es que hay un equipo de varias personas, como Francisco o Miguel, trabajando para intentar traer luz sobre causas justas, y creo que juntos podremos por fin dar pasos adelante", dice el prestigioso ingeniero.

"Ahora lo que importa es que hay un equipo de varias personas, como Francisco o Miguel, trabajando para intentar traer luz sobre causas justas, y creo que juntos podremos por fin dar pasos adelante"

En esa línea, por lo pronto, carga contra un "entramado de empresas que están explotando la tecnología del VAR desviando la atención sobre su creador". Incide en que ha enviado escritos a la FIFA para pedir explicaciones sobre el VAR, que el órgano rector del fútbol desarrolló oficialmente junto la UEFA hasta empezar a utilizarlo en el Mundial de Rusia 2018, así como también a Adidas (Partner oficial de la FIFA y sus mundiales), que ha empleado, entiende el gaditano, tecnología como la desarrollada por Ibáñez para sus balones en los últimos años. Hasta ahora, no ha recibido respuesta.

"Los derechos de explotación de patente en exclusiva duran 20 años, pero creo igualmente que tengo algún tipo de derecho sobre un producto que puedo demostrar que patenté en 1995 y que dudo que se haya patentado en algún sitio antes. Que haya pasado el tiempo de explotación en exclusiva no invalida que se pueden haber hecho cosas mal por parte de empresarios españoles y extranjeros. Hay algo que huele mal y en eso estamos, y cuando hablo de personas que lo han hecho mal no me refiero a Francisco López y Miguel Galán. He visto que cada uno de ellos tiene razón en sus distintas reclamaciones y que podemos trabajar en esto juntos", advierte Ibáñez del Alba.

Paralelamente, esgrime como argumento potencial en su favor el principio de 'novedad inventiva' frente a la propia FIFA, Adidas e incluso a la empresa de origen británico Hawk-Eye Innovations Ltd Sony, que explota el llamado 'Ojo de Halcón' y, desde esta temporada, gestiona el VAR en el fútbol español por un acuerdo con la Real Federación Española de Fútbol.

"Hawk-Eye carece de 'novedad inventiva' sobre el concepto de videoarbitraje, explota el desarrollo de una tecnología, el 'Ojo de Halcón', que fue patentada por el doctor inglés Paul Hawkings en 1999, una fecha posterior a la nuestra. Al igual que las demás empresas ajenas a nosotros, carece de la 'novedad inventiva'", remacha el gaditano. En sus reivindicaciones, en las que promete dar pasos concretos hacia adelante, parece, al menos, ya no estar solo.

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