El número de empresas ha crecido casi siete veces menos en España que en la UE

El tejido productivo en España avanza a paso lento. El número de empresas activas en nuestro país ha crecido un 1,5% respecto a 2019, frente al incremento del 9,8% que se ha experimentado en la media de la Unión Europea. Es decir, casi siete veces menos.

El Banco de España recoge esta comparativa en su Informe Anual 2023, donde alerta de que si bien España ha recuperado el número de empresas previo a la pandemia, con 3,20 millones en 2022 (frente a las 3,15 millones de 2019), es un crecimiento significativamente más modesto que el de la UE.

Los datos de 2022 son los últimos disponibles. Para España, proceden del Directorio Central de Empresas (DIRCE) que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), y para la Unión Europea, de las Estadísticas Estructurales de las Empresas de Eurostat, la oficina estadística de Bruselas.

Además, otro de los asuntos que preocupa al Banco de España en materia de demografía empresarial es que en 2021 un 76,8% de las empresas tenía entre uno y cuatro empleados, el mayor porcentaje de la UE y "muy por encima del que se observaba en Alemania (63,2%), Francia (70,4%) e Italia (72,5%).

Esta brecha en el peso de las empresas de menor tamaño "se ha mantenido de forma relativamente persistente a lo largo de las últimas décadas" y el Banco de España asegura que "no puede explicarse por la particular composición sectorial de nuestra economía".

En particular, el porcentaje de las empresas españolas que, en 2021, tenían entre uno y cuatro empleados era del 58,9% en las ramas manufactureras (frente al 43,6%, el 53,2% y el 52,9% de Alemania, Francia e Italia, respectivamente) y del 79% en los sectores de servicios (frente al 66,6%, el 71,9% y el 76,7% de Alemania, Francia e Italia, respectivamente).

Por último, el Banco de España alerta de la menor rotación en nuestro país que en el conjunto de la UE, lo que "también limita el dinamismo de la productividad". La rotación empresarial cayó en España desde el 18,2% en el promedio de 2016-2019 hasta el 16,2% en 2020-2021. En el caso de la UE, la tasa de rotación aumentó desde el 17,3% hasta el 18,1% en el mismo período.

"Múltiples obstáculos" para las empresas

"A lo largo de las últimas décadas, se han identificado múltiples obstáculos que han condicionado el tamaño y la demografía empresarial en nuestro país", alerta el Banco de España. En primer lugar, "el volumen y la complejidad de la regulación de la actividad económica de nuestro país han venido creciendo de forma muy significativa en los últimos años".

Por otra parte, el BdE menciona el "reducido" acceso de las empresas españolas a fuentes de financiación no bancarias, lo que limita las posibilidades de inversión de las empresas más jóvenes e innovadoras y resulta "especialmente perjudicial" para el crecimiento. Reclama progresar más en el desarrollo de los mercados de capital riesgo y avanzar de forma decidida hacia la unión de los mercados de capitales en la UE.

En tercer lugar, respecto a los procesos de insolvencia, también apunta que "el uso de los concursos de acreedores y de los mecanismos preconcursales ha sido relativamente reducido en España" y, cuando se han empleado, han tenido una larga duración. Esto ha retrasado la salida de las empresas inviables, con un impacto "adverso" sobre la productividad.

Sobre el proceso de asignación de licitaciones públicas, critica que "éstas recaen, mayoritariamente, en empresas grandes", como está ocurriendo especialmente en el caso de los Next Generation EU. No ocurre tanto con las subvenciones por la importancia de programas mayoritariamente parta las pymes, como el Kit Digital.

Por último, el Banco de España se refiere a los "umbrales regulatorios en el ámbito laboral y tributario", asociados a "niveles arbitrarios del tamaño de las compañías, que desincentivan, en cierta medida, el crecimiento empresarial en torno a estos". "Sería conveniente revisar dichos umbrales y su impacto sobre la demografía empresarial", sentencia.