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Economía

José Luis Bonet: "La economía catalana se está deteriorando, empezando por Barcelona"

Entrevista con el empresario y presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, distinguido con el premio Vozpópuli Décimo Aniversario

José Luis Bonet es Presidente del Grupo Freixenet desde 1999, de la Asociación de Marcas Renombradas Españolas desde 2002 y de la Cámara de Comercio de España desde 2014. Vozpópuli reconoce en Bonet al mundo de la empresa y su contribución al avance español. Titulado en Derecho y profesor de Economía Política y Hacienda Pública, durante medio siglo ha demostrado al frente de su grupo que es posible convertir una empresa familiar en una marca exportadora pese a las zancadillas políticas: Bonet denunció las perniciosas consecuencias económicas del 'procés' para Cataluña y se negó siempre a dejar su tierra para poder contribuir desde dentro a su recuperación.

Pregunta: ¿Cuál es la imagen que tiene ahora España en el exterior desde un punto de vista empresarial?

Respuesta: Lo dice mucha gente, sobre todo extranjeros. Fuera de España se tiene mejor idea de lo que es España que los propios españoles. La imagen de España ahora mismo es buena y tiene futuro y grandes posibilidades de ocupar protagonismo. Lleva una racha de 60 años en los que progresa y progresa. No quiere decir que no haya problemas y que haya que solucionarlos, pero el salto que se ha dado es absolutamente espectacular y puede seguir dándolo. Las dos crisis, de 2008 y de la pandemia, han supuesto un frenazo. Se han producido daños en el camino pero, con la ayuda de Europa, España puede dar otro salto en el futuro en la línea de lo que ha venido haciendo. Evidentemente, hay que trabajarlo y hacer las cosas bien y, en este sentido, la ayuda de Europa ha sido fundamental. Europa ha hecho los deberes y ahora le toca a España hacer los suyos con una buena utilización de los fondos europeos “Next Generation”.

P: Dice usted que la potencia de España sigue intacta pero se han creado inseguridades jurídicas para invertir a raíz de medidas del Gobierno, como el ‘decretazo’ o las ayudas al alquiler. ¿Puede mermar esa confianza de los inversores?

R: La seguridad jurídica es muy importante y hay que procurar no vulnerarla. Algunas medidas, que son discutibles, pueden perjudicar pero no lo básico de la imagen que se tiene de España y de la economía española en el extranjero. Puede sembrar alguna duda y frenar alguna iniciativa que se hubiera desarrollado pero, en lo esencial, la imagen de España en el extranjero es buena.

Europa ha hecho los deberes y ahora le toca a España hacer los suyos con una buena utilización de los fondos europeos"

P: ¿La falta de acuerdos políticos y esa “bronca” que a menudo se percibe son también un freno a la inversión y un freno para la recuperación económica?

R: Es evidente que es perjudicial que no haya consensos y pactos de Estado. Debe haberlos, lo lógico es hablar y ponerse de acuerdo. Aun así, esto no va a frenar la marcha de la economía española y el aprovechamiento de los fondos europeos. De lo que se trata es de aprovechar bien esos fondos porque estamos en un momento crucial con esa gran posibilidad y tenemos que echar el resto. En España tenemos grandes empresas líderes en el mundo que son tractoras, pero la mayoría del tejido empresarial español son pequeñas y medianas empresas. El 99,8% del tejido empresarial son PYMES y ahí estará la batalla. Las PYMES se enfrentan a situaciones que no son fáciles, como la digitalización, y ahí es donde habrá que acompañarlas y ayudarlas mucho. Desde luego, instituciones como las cámaras de comercio son fundamentales y estamos en disposición de echar el resto para ayudar para que no se desaprovechen los fondos europeos.

P: ¿Cree que seremos capaces de usar bien esos fondos europeos y de sacarles todo el jugo para cimentar la recuperación?

R: Yo soy optimista y creo que es posible que pueda hacerse si los protagonistas están dispuestos. Por lo que estoy viendo, tanto las grandes como las pequeñas y medianas empresas están dispuestas. Desde el mundo cameral y otras instituciones, existe la absoluta determinación de aprovechar los fondos y esto es lo que hay que desarrollar. La batuta la tiene el Gobierno y sabe que cuenta con estas instituciones para que esto vaya por el camino adecuado. Estoy convencido de que, no solo en la digitalización, sino también en las demás pautas europeas, como la sostenibilidad y la formación, vamos a ir por ahí. Pero, además, hay que añadir dos cosas que no están en los planes europeos como son la internacionalización y el emprendimiento. Sin empresas, no hay nada. En un sistema de economía social de mercado, la empresa es el motor y, si no hay motor, se para. Es fundamental que no solo se mantengan las que hay, también que se creen más. Ese es el escudo social principal porque tenemos un paro que hay que bajar y la manera es mediante empresas. La creación de empresas puede acabar de ayudar en este recorrido de progreso que un optimista como yo ve posible.

Tenemos un paro que hay que bajar y la manera es mediante empresas"

P: La salida de la crisis está siendo complicada para muchos sectores. ¿Se dan suficientes ayudas a las PYMES en España?

R: En esta pandemia, ha habido alguna medida, gracias a Europa, que el Gobierno ha desarrollado bien como los ERTE o los créditos con aval del ICO. Sin embargo, dónde he visto un excesivo comedimiento ha sido es en la parte fiscal. Cuando algunas empresas no han tenido ingresos, no se podía cobrar los impuestos correspondientes porque no era coherente. Se tendría que haber sido más cuidadoso en este sentido.

P: A José Luis Bonet también hay que preguntarle por la actualidad de Cataluña que usted conoce bien. ¿La llamada “paz social” pasa por la Mesa de Diálogo?

R: La paz social pasa por la actitud social. Cataluña está dividida por diversas razones, pero esencialmente porque ha habido una intensidad de promoción de un planteamiento sin que haya existido esa intensidad en el contrario y esto ha llevado a que se haya dividido la sociedad. Esto solo se arregla con una vuelta a la concordia desde la propia sociedad. La posibilidad de un diálogo puede ser una manera política de acercarse a una solución, pero lo esencial es el diálogo social auténtico, no el diálogo político. Hay hasta familias divididas y esto no puede ser, no es sensato. Se tiene que procurar tener la concordia suficiente para pasar página de todo lo que se ha planteado y que se ha demostrado que no era posible.

Se debe tener la concordia suficiente en Cataluña para pasar página de todo lo planteado y que se ha demostrado que no era posible"

P: En varias ocasiones ha repetido el mensaje de que Cataluña es e iba a seguir siendo España. ¿Es un mensaje en el que, a día de hoy, hay que seguir incidiendo?

R: Absolutamente. Todo el mundo tiene la libertad de decir lo que le parezca, siempre que respete a los demás. He pensado siempre que Cataluña es una parte esencial de España y que lo va a ser seguir siendo y respeto al que piensa lo contrario. Trabajaré en lo posible para que exista la concordia social necesaria para que no haya una división social como la que hay en este momento en Cataluña. Y trabajaré para no caiga la economía catalana, que está en este momento en una dinámica de deterioro. La economía catalana es tan potente que no va a colapsar pero si se está deteriorando, empezando por la ciudad de Barcelona que tiene que ser la niña bonita de Cataluña como capital. El futuro lo veo extraordinario para Cataluña siempre que se pase página de una situación de extravío que se ha producido y que hay que volver a reconducir las cosas a donde Cataluña ha crecido, ha protagonizado y ha sido líder. Eso no se puede perder de ninguna manera.

P: Usted es un trabajador infatigable desde hace décadas. ¿Qué opina sobre la polémica generada por las palabras del ministro José Luis Escrivá sobre la edad jubilación y favorecer la actividad laboral hasta los 75 años?

R: Le voy a contestar muy claro y casi en términos personales. Si yo tuviera que hacer caso de las normas actuales de jubilación de los 65 o 67 años, estaría desde hace mucho tiempo jubilado y me temo que esto hubiese sido un error para mí y, seguramente una malversación de recursos. Creo que la gente, si quiere trabajar y está en condiciones, puede trabajar hasta donde quiera. Y la gente que quiera jubilarse está también en todo su derecho. Lo que no entiendo es como no dejan trabajar al que quiere trabajar y está en condiciones porque, entre otras cosas, se ahorrarían muchos gastos de pensiones. Lo peor es la malversación de recursos que supone que gente en condiciones no trabaje y esté al servicio del conjunto de la sociedad o de una empresa concreta.

No entiendo como no dejan trabajar al que quiere trabajar y está en condiciones. Se ahorrarían muchos gastos de pensiones"

P: ¿Cuál es el valor o la característica que hace de España una sociedad mejor?

R: Le voy a contestar en un apartado institucional por un lado y, por otro, en un apartado social. A nivel institucional, el Rey Felipe. Oiga, eso es un valor extraordinario. Tener a esta persona y ver con qué manera lo está llevando, cómo está el servicio y con qué rigor trabaja, es un lujo absoluto. Además, tiene un plus de reconocimiento en todo el mundo. Y por la parte social, el español se mete en charcos como algunos que pisamos últimamente pero también es capaz de salir. Y, cuando sale, llega. Ese afán de logro, que no sé si es incluso demasiado racional, que muchas veces es casi una reacción de voluntad personal, es extraordinario. Yo aprecio que, en el sector exterior, en los últimos 30 años, se han colocado muchas empresas. Han llegado tarde pero ya están ahí y muchas otras, que todavía no lo han hecho, saldrán, se colocaran y echarán para arriba nuestra economía en favor del progreso del país y en favor del bienestar de la gente.

P: ¿Qué punto debe mejorar la sociedad española?

R: Ese sentimiento, a veces, de cierto miedo a adoptar aventuras con mucho riesgo y mucho trabajo pero que se ven claras. El español, que es personaje de fe, debería tener más fe en sus propias posibilidades.

El Rey Felipe es un valor extraordinario. Tener a esta persona con ese servicio y ese rigor es un lujo absoluto"

P: Por último, ¿cómo valora la prensa libre e independiente?

R: La prensa es absolutamente necesaria para la democracia. Tiene defectos, sin ninguna duda. Hay planteamientos que, sin caer en lo pernicioso, son excesivamente sesgados pero, en su conjunto, la prensa es una necesidad. Es un valor formativo e informativo. Ojalá mucha gente leyera más los periódicos.

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