Economía

Italia complica in extremis la salida de Calviño al BEI

Italia desvela que no apoyará a Calviño sino a Vestager, lo que complica la elección de Calviño, a la espera del voto clave de Francia

La vicepresidenta primera en funciones, Nadia Calviño, y la comisaria de Competencia en excedencia, Margrethe Vestager. EP

Cuando parecía que la salida de Nadia Calviño al Banco Europeo de Inversiones (BEI) estaba prácticamente hecha y se perfilaba que la elección podía dirimirse en el Ecofin del 8 de diciembre, el escenario se complica. No se trata de Francia, que sigue sin desvelar sus cartas sino que ha irrumpido un actor que no se esperaba y que quizás se había dado por amortizado: Italia.

Y es que las afinidades políticas pueden acabar pesando mucho más allá del intercambio de sillas y de las alianzas económicas y los ejes Norte-Sur. Según han desvelado fuentes conocedoras de la situación a Bloomberg, Italia habría decidido apoyar a la danesa Margrethe Vestager si su candidato Daniele Franco se queda sin opciones.

En septiembre se contaba con que Franco se acabaría retirando pero parecía que Italia apoyaría a Calviño. Para presidir el BEI, el apoyo de Alemania, Francia e Italia es clave, cuyo voto tiene aquí más peso si cabe porque tienen un 19% de las acciones cada uno. España copa el 11%, cuando se necesita el 68% y el apoyo de 18 Estados miembros.

Esto deja todo el peso de la elección a Francia, cuando Alemania ya desveló tras el encuentro en Málaga entre Pedro Sánchez y Olaf Scholz su apoyo a Calviño. Un voto que parecía que iba a dar a regañadientes, ya que su representante en el Ecofin, el ministro de Finanzas y líder de los Liberales, Christian Lindner, prefiere a Vestager.

La elección podría retrasarse una vez más dados los equilibrios necesarios y que junto con Calviño, Vestager y Franco, el resto de candidatos siguen en liza: la polaca Teresa Czerwinska y el sueco Thomas Ostros, ahora mismo en el BEI.

Los avances en favor de la candidatura de Nadia Calviño desde septiembre se han producido a costa de espacios de poder de España en la UE. Desde que el 11 de agosto España anunciara que presentaba la candidatura de Calviño al BEI, puesto para el que ella misma se descartó en junio, se sigue un juego de nervios y negociación encubierta de intercambio de sillas que se va perfilando favorable a sus intereses.

España ya ha perdido un puesto clave en el Banco Central Europeo (BCE) que ha ganado Alemania. El organismo monetario descartó a mediados de septiembre a Margarita Delgado, subgobernadora del Banco de España, como nueva jefa de supervisión. Eligió a la alemana Claudia Buch, vicepresidenta del Bundesbank, a pesar de que el Parlamento Europeo recomendó primero a Delgado.

En el Ecofin de octubre el papel de Calviño como Presidencia del Ecofin fue ninguneado precisamente por el eje francoalemán, que declaró que iba a gestionar por su cuenta la negociación de las nuevas reglas fiscales, que también deberían acordarse definitivamente en el Ecofin de la semana que viene.

La candidatura de Madrid, ¿moneda de cambio?

Hay otro interés clave que puede verse perjudicado por la carrera de Calviño: la candidatura de Madrid a albergar la nueva sede Antiblanqueo europea (AMLA). Puesto al que también concurre París, que se venía perfilando como clave en la negociación para el BEI, y parecía que España no está defendiendo a Madrid con el mismo celo que Francia a su capital.

Todo ello, cuando fuentes comunitarias advierten de que la Presidencia del BEI es estratégicamente irrelevante, aunque muy bien pagada, mientas que la sede de AMLA sería muy importante para España. Es clave tener allí a una española, que conoce las particularidades del sistema bancario y de las entidades nacionales, si nos enfrentamos a una nueva crisis. También concurre Fráncfort, lo que puede haber pesado en el aval de Alemania a Calviño para el BEI.

Werner Hoyer deja la Presidencia del BEI en enero. Algunas fuentes comunitarias creen que finalmente la elección se dirimirá en diciembre, pero otras plantean que no culminará antes de que acabe el año. Hoyer entrará en funciones y el puesto puede pasar a formar parte del paquete para renovar la cúpula comunitaria en junio en que se dirimen la Comisión, el Consejo y el Parlamento.

Si Calviño lograra la Presidencia del BEI, entonces, España se vería obligada a ceder un puesto para dirigir alguna de las instituciones capitales de la UE.

El Gobierno español se ha conformado con un perfil de interinidad a la espera de que se decida el futuro de Calviño. Vestager, en cambio, se apartó en septiembre de la vicepresidencia de la Comisión.

Más información