Hacienda 'cocina' la estadística para justificar el golpe fiscal a las empresas

Cerca de 15 puntos de diferencia. Es lo que supone la cocina de Hacienda al dato de tributación de las grandes empresas para sostener que pagan poco y que el PSOE y Sumar utilizan para justificar el golpe fiscal que les asesta el acuerdo de gobierno que firmaron este martes. Al día siguiente de que Pedro Sánchez y Yolanda Díaz escenificaran un pacto que pretende sostener una batería de gastos sociales con una subida del Impuesto sobre Sociedades de 10.000 millones por aplicar un tipo mínimo del 15%, y de que Díaz asegurara que las multinacionales pagan poco más de un 3%, este miércoles se ha publicado una estadística que maquilla las cifras para que salga una tributación lo más reducida posible.

Se trata de las Cuentas Anuales Consolidadas del Impuesto sobre Sociedades que elabora la Agencia Tributaria (AEAT) desde 2018 y que en esta última edición se refiere a 2021. Pues bien, concluye que los grupos consolidados tuvieron un tipo efectivo sobre beneficio del 6,19% frente al 19,39% que se obtiene sobre base imponible, el cálculo ortodoxo. En el caso de los grupos con una cifra de negocio de más de 1.000 millones de euros, la diferencia va de un tipo preparado del 5,73% a un 19,02%.

Por cómo se elabora, esta estadística deja especialmente mal a la banca, que aparece con una contribución del un 2,3% (frente a un 18,08% sin 'cocina'), a la que el Gobierno de Pedro Sánchez ha gravado con un nuevo impuesto que ahora quiere hacer permanente e incluso endurecer. En el caso de los bancos con una cifra de negocio de más de 1.000 millones, el tipo va del 4,71% fabricado al 19,72% real.

Tampoco sale bien parada la energía, adscrita a la categoría Industria y Agricultura, con un tipo medio efectivo del 6,83% (18,43% sin maquillar), que también ha recibido impuesto ad hominem.

Esta cocina se basa en un parámetro de medición que se inventó la AEAT en 2018, el beneficio agregado, por el que no descuenta las pérdidas de las sociedades en el grupo en el cálculo, lo que le permite elevar el resultado y así rebajar el tipo efectivo.

La Agencia denomina a este tipo sobre beneficio, en oposición al ortodoxo, que se calcula sobre base imponible, que arroja una tributación de la banca del 18,08%. Por su parte, las categoría en la que engloba a las energéticas sube sobre base aquí su tipo al 18,43%.

Gracias a una cuidada estratagema, Hacienda puede sostener el mantra de que las multinacionales pagan muy pocos impuestos, un relato que inició paradójicamente Cristóbal Montoro y que María Jesús Montero ha asumido con entusiasmo.

Cuarto indicador que idea

Este tipo sobre beneficio agregado es el cuarto indicador sobre lo que pagan las multinacionales que pergeña la AEAT. De hecho, el que solía ofrecer con el fin de que muestre una tributación baja, sobre resultado contable, no lo proporciona en esta estadística, ya que sale más alto que el nuevo que ha ideado, sobre beneficio agregado. El resultado contable global de 2021 fue del 9,61%. El resultado contable son los ingresos menos gastos, en los que no incluye lo tributado fuera ni las bases negativas.

Este tipo sobre beneficio agregado también lo ha importado la AEAT a una estadística que facilita sobre la obligación de las multinacionales de declarar País por País o country by country report que promueve la OCDE, que le lleva a una muy laboriosa elaboración de un dato que las empresas no dan ni el Informe pide, de nuevo el beneficio agregado, a partir de los datos de cada filial en cada país, en el que Hacienda no descuenta las pérdidas.

Ha trasladado así su propia metodología al País por País de manera forzada, según trasladan fuentes empresariales a Vozpópuli. Y es que esta obligación a cumplir con la OCDE ponía en peligro el mantra de la baja tributación, ya que recoge lo que pagan las empresas en Sociedades a nivel mundial, mientras que en las estadísticas que elabora la AEAT, como la de Cuentas Consolidadas, sólo incluyen la contribución en España, con lo que obtiene unos tipos más bajos. 

Una presión fiscal de la UE inflada

El acuerdo entre PSOE y Sumar dice que quiere "acortar la brecha de ingresos sobre el PIB respecto a la media europea (46% del PIB) al final de la legislatura". Un dato de presión fiscal que no es el habitual y que induce a error.

Y es que la presión fiscal en España se redujo ligeramente en 2022 hasta el 38,73% del PIB desde el récord del 39% de 2021, incluyendo impuestos y cotizaciones sociales. Aunque la recaudación creció en términos homogéneos un histórico 15% en 2022, la presión se redujo ligeramente por el crecimiento del PIB. En todo caso, la presión fiscal se encuentra ya muy cerca de la media de la UE, que se situó en 2021 en el 41,7% del PIB (42,5% en el área euro). El 38,73% es finalmente un 38,3% por la revisión del PIB del INE.

¿De donde sale el dato del 46% que ofrece el pacto? Es el que incluye todos los ingresos públicos, en el que España está muy por debajo que otros Estados miembros con voluminosos ingresos por dividendos de potentes empresas públicas, como Francia, de los que nuestro país carece.

El equivalente español al 46% de media de la UE es el 42,6%.

Un relato falso

El pacto entre el PSOE y Sumar también asegura que este 15% efectivo de tributación sobre el resultado contable de las grandes empresas en el Impuesto sobre Sociedades sigue "los términos acordados a nivel global y en la UE", cuando la tasa global a multinacionales que ha acordado la OCDE, sin que todavía se haya concretado definitivamente, no se calcula sobre resultado contable sino sobre base.

El llamado Pilar 2 pretende ser un impuesto adicional por el beneficio mundial en el que se descuente lo que se ha pagado en el resto del mundo. Es la fórmula que ha ideado EEUU para evitar lo que le venía ocurriendo y que pasaría en España con un tipo mínimo base resultado contable, que las empresas no se traen los dividendos del extranjero y así se libran del gravamen.

Ya en 2015 Podemos intentaba imponer un tipo mínimo en Sociedades sobre resultado contable. Finalmente, en los Presupuestos de 2022 se incorporó un tipo mínimo sobre base imponible del 15% a instancias de los morados, que luego se vieron ridiculizados en algunos sectores empresariales ya que avisaban de este tipo sobre base tendría poco efecto al estar a mayoría de las empresas por encima.