Las ayudas a la digitalización prevén excluir a las pymes que usen combustibles fósiles

El Gobierno acaba de aprobar el primer tramo de las ayudas englobadas bajo el nombre 'Kit Digital'. El Ejecutivo destinará 500 millones en esta primera fase, pero no podrán optar a las mismas aquellas pequeñas y medianas empresas cuya actividad requiera de combustibles fósiles, tal y como refleja el borrador de las bases reguladoras del 'Kit Digital', a las que ha tenido acceso Vozpópuli.

"No serán subvencionables aquellas actuaciones que no respeten plenamente las normas y prioridades de la Unión Europea en materia climática y medioambiental y el principio de no causar un perjuicio significativo". Entre ellas detalla las "actividades relacionadas con los combustibles fósiles, salvo en los casos debidamente justificados conforme de la Comunicación de la Comisión Europea 2021/C58/01".

Si analizamos lo que dice la Comisión Europea, podemos ver los casos en los que las actividades empresariales suponen un "perjuicio significativo" para el medio ambiente:

• Si por la actividad se emiten gases de invernadero que sean un perjuicio para mitigar el cambio climático.
• Si la actividad provoca el aumento de los efectos adversos de las condiciones climáticas tanto en el presente como en el futuro, y tanto en las personas como en la naturaleza.
• Si la actividad supone un perjuicio significativo para la utilización de los recursos hídricos y marítimos superficiales y subterráneos.
• Si la actividad supone un perjuicio para la economía circular, el reciclado de productos, el aumento de la incineración o eliminación de residuos o si la eliminación de residuos a largo plazo porvoca un perjuicio al medio ambiente.
• Si la actividad causa un perjuicio para prevenir o controlar la contaminación por el aumento significativo de las emisiones de contaminantes a la atmósfera, el agua o el suelo terrestre.
• Si la actividad causa un perjuicio significativo a la protección y restauración de la biodiversidad y los ecosistemas o el estado de conservación de los hábitats y las especies, y más en particular de aquellos de interés para la Unión Europea.

El Gobierno dará las ayudas en tres fases

La primera de estas convocatorias se dirige a empresas de entre 10 a 49 empleados, siempre que estén activas. El Gobierno pretende con estas subvenciones que las pymes puedan "adoptar un conjunto de herramientas digitales básicas, disponibles en el mercado, para lograr impulsar a corto plazo el proceso de digitalización del conjunto de la economía".

Este primer paquete sólo llegará solo a un tercio de este tipo de empresas. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) el número de pymes que se encuentra con actividad y cuenta con entre 10 y 49 empleados es asciende a 127.399. El plan Digital Toolkit establece para este tipo de empresa unas ayudas por empresa de 12.000 euros. De esta manera, únicamente podrán acceder a estas suvenciones una de cada tres pymes españolas (46.000 empresas).

Las otras dos siguientes convocatorias pretenden repartir los restantes 2.500 millones de euros (el paquete completo del Del 'Kit Digital' consta de 3.000 millones) en dos lotes. El primero se orienta a empresas formadas por entre 3 y 9 empleados y está dotado de 6.000 euros por pyme. El otro se enfoca a microempresas de entre 0 y 3 empleados, y está dotado de 2.000 euros.

El Gobierno pretende así solventar las necesidades de digitalización de 1,5 millones de pymes y autónomos españoles. Unas estimaciones que son demasiado optimistas para fuentes del sector, que aseguran que las dificultades de las pequeñas empresas para acceder a las ayudas será un freno.

Desde Yotramito, empresa dedicada a ayudar a las pequeñas organizaciones a conseguir las subvenciones, explicaban hace unos meses que "se estima que menos del 10% de las empresas consiguieron acceder a las ayudas europeas destinadas a España para el periodo 2014-2020, lo que supone que en torno al 40% fueron ejecutadas y que más de 8.000 millones de euros están aún por asignar, con alta probabilidad de no ser gastados. A la falta de información se suma la complejidad y burocracia de los trámites, lo que lleva a la frustración y, en la mayoría de los casos, a desistir de embarcarse en una convocatoria o licitación".