El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebaja una décima la previsión de crecimiento para España este año, hasta el 1,1%, y sigue enmendando las cuentas del Gobierno, con unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023, apoyados en un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 2,1%.
Calcula que la economía creció un 5,2% en 2022, nueve décimas más de lo que esperaba hace tres meses, gracias al "fuerte repunte del turismo y otros servicios". Además, el FMI destaca que "el empleo ha superado su nivel previo a la pandemia".
Sin embargo, los elevados precios mundiales de la energía y los alimentos, el debilitamiento del crecimiento de los socios comerciales, el deterioro de la confianza de los consumidores y las empresas, y el aumento de las tasas de interés han frenado la recuperación del PIB.
"Se prevé que el crecimiento se modere del 5,2% en 2022 al 1,1% en 2023, lo que refleja los efectos de los altos precios de la energía y los alimentos, las condiciones financieras más estrictas y una demanda externa más débil", señala en FMI en las perspectivas actualizadas este jueves. De esta forma, el FMI señala que el PIB no alcanzará su nivel previo a la pandemia hasta principios de 2024.
Un 3,7% de inflación media en 2023
Además, el FMI espera que la inflación persista en 2023, con una tasa media del 3,7%, que si bien está por debajo de lo que auguraba hace tres meses (4,9%), seguirá por encima de la meta del 2% que ha marcado el Banco Central Europeo (BCE).
Asimismo, el FMI destaca que la inflación subyacente "se mantiene por encima del 6% debido a un traspaso gradual de mayores costos de energía a precios más amplios y, posiblemente, a la disminución de la capacidad ociosa en la economía". Espera una tasa media en 2023 del 4,6%.
En 2023, además, el mercado laboral sufrirá un fuerte parón, con un crecimiento de apenas medio punto, frente al crecimiento del 3,1% que estima el FMI que se produjo en 2022. Esto hará que la tasa de paro se estanque en el 12,8%, mientras los costes laborales de las empresas crecen un 4,5%, 1,1 puntos más de lo que lo hicieron en 2022.
El déficit público cerró el 2022, según el FMI, en el 4,5% del PIB y para 2023 no proyecta una mejora, sino que lo mantiene en el 4,6%. La deuda pública, sin embargo, sí mejorará ligeramente al pasar del 112,8% al 112,1% del PIB.
Mejoras ya en 2024
Ya en 2024, la situación volverá a mejorar. La actividad recuperará dinamismo, con un crecimiento en ese año del 2,4%, según sus previsiones, y los precios regresarán a tasas más moderadas, con una subida media del IPC general del 2,7%. A finales de ese año ya se estará cumpliendo el objetivo del BCE, con una tasa prevista del 2,4%, según sus cálculos.
El empleo crecerá con algo más de intensidad en 2024, un 0,8%, y la tasa de paro bajará hasta el 12,5%, siguiendo, en todo caso, en niveles elevados. Por su parte, la deuda pública se reducirá hasta el 110% del PIB y el déficit, hasta el 3,5%, según el Fondo Monetario.
En todo caso, el FMI destaca que "la incertidumbre en torno a las perspectivas es significativa". Los riesgos a la baja incluyen condiciones financieras más estrictas de lo esperado, una demanda mundial más débil y una mayor volatilidad de los precios de la energía. Por el lado positivo, el uso acelerado de los fondos europeos Next Generation EU y la liquidación más rápida del ahorro de los hogares podrían impulsar la demanda interna.
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha calificado el informe como "muy positivo", destacando que "revisa al alza las previsiones de crecimiento de la economía española y avala la política económica del Gobierno, sobre todo, la respuesta a la inflación, la responsabilidad fiscal y el despliegue de las inversiones y reformas del Plan de Recuperación que ya está teniendo un impacto importante”.
