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Economía

El FMI constata que el Gobierno está ingresando cantidades millonarias por la inflación

Advierte de que cada punto extra de inflación eleva la recaudación un 0,3%, un efecto que el Gobierno niega. Sin embargo, avisa de que a medio y largo plazo puede elevar la deuda y el gasto, y proyecta un déficit de cerca del 4% hasta 2027

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) da cuenta del efecto de la elevada inflación en la cuentas públicas y advierte de un exceso de recaudación muy elevado por este motivo. Así lo detalla en el Fiscal Monitor, informe que ha titulado Política fiscal de la pandemia a la guerra, sobre un efecto del que también ha advertido la Autoridad Independiente de responsabilidad Fiscal (AIReF) y que sin embargo el Gobierno niega. Así lo han hecho la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y recientemente, el director de la Agencia Tributaria, Jesús Gascón.

Esta negativa gubernamental se produce en un momento en el que el gran debate político se sustancia sobre la propuesta del PP de que se haga una rebaja temporal de impuestos a rentas medias y bajas ante los ingresos extra de 7.500 millones que atesoran en lo que va de año las arcas públicas por la inflación, medida que el Ejecutivo rechaza.

La guerra en Ucrania ha causado un nuevo aumento inesperado en los precios de los alimentos y de la energía, con efectos adicionales en los índices de endeudamiento, advierte el FMI, que constata que inflaciones sorpresa -así denomina a la diferencia entre inflación real y la proyectada- moderadas también pueden reducir el déficit a corto plazo. Así, el informe da cuenta de que como los impuestos a pagar se calculan sobre los ingresos nominales, los ingresos tienden a mejorar mecánicamente con el crecimiento del PIB nominal, aunque por un tiempo limitado porque una parte de los ingresos fiscales depende de la actividad, afectada por la coyuntura.

En cualquier caso, "el balance fiscal de 2022 puede beneficiarse de una mayor inflación", entiende el FMI, que de un análisis entre países observa que una inflación sorpresa de 1 punto porcentual en el la tasa de inflación anual podría aumentar los ingresos nominales en un 0,8% en los mercados emergentes y un 0,3% en las economías avanzadas. Cabe recordar que la recaudación total fue de 223.382 millones de euros en 2021 y que la inflación acabó en diciembre en el 6,5%, muy por encima de unas estimaciones del Gobierno del entorno del 2%.

Esta inflación sorpresiva que plantea el FMI es por lo tanto un añadido al efecto que tiene cualquier alza de la inflación en la recaudación nominal, y supondría cerca de 2.500 millones, que se añadirían a los 4.100 millones que añade el IPC en el IRPF, según ha calculado José Félix Sanz, catedrático de Economía Aplicada en la Universidad Complutense de Madrid, y a los cerca de 3.500 millones que está engrosando el IVA, según la AIReF.

Por el contrario, avisa el Fondo, el gasto nominal reacciona menos ante una inflación sorpresa moderada en la inflación dado que suele estar precomprometido en términos nominales. La evidencia sugiere que la inflación sorpresa está asociada a menores déficits fiscales a corto plazo, aunque las presiones de gasto es probable que aumenten con el tiempo. Aun así, el informe lanza una advertencia en la que coincide con la AIReF: es probable que el aumento de la inflación sea seguido del aumento de las tasas de interés y una mayor carga de la deuda.

Efecto en la deuda

La inflación tiene implicaciones importantes para las finanzas y políticas públicas, que dependen de la persistencia de la inflación elevada y de cómo responde la política monetaria, plantea el FMI, que respecto a la deuda, advierte de que si bien lo que denomina "sorpresas" en la inflación pueden mejorar su dinámica, la inflación inesperada no puede durar. Y lanza un aviso: a largo plazo, preservar el estatus especial de la deuda pública como activo seguro de referencia requiere mantener la estabilidad de precios.

De entrada, constata que el efecto inicial de la inflación en 2021 fue una reducción en la relación deuda/PIB. Así, el Fondo cuantifica que la inflación sorpresa contribuyó a una disminución media de la deuda global de alrededor del 2% del PIB en relación con 2020, eliminando alrededor de 1,8 puntos porcentuales en 2021 de deuda pública sobre PIB en las economías avanzadas y 4,1 puntos porcentuales de descuento en los mercados emergentes excluyendo a China.

Proyecciones para España

En este escenario, el FMI recomienda que los países con restricciones presupuestarias deberían focalizar su apoyo fiscal en área prioritarias y dirigirse a los más vulnerables. Un planteamiento que el Gobierno español dice compartir pero que no ha puesto en práctica. Se muestra en contra de rebajas fiscales, incluso a rentas bajas, porque dice que no serían progresivas, pero ha habilitado una bonificación a los carburantes para toda la población.

Las proyecciones del Fondo son que España mantenga en un déficit casi del 4% hasta 2027, en concreto, del 5,3% este año y del 4,3% el que viene y ya del 3,9% durante 2024, 2025, 2026 y 2027, siempre por encima del umbral del 3% que ha marcado tradicionalmente el déficit excesivo para la Comisión Europea.

En cuanto a la deuda, prevé que se sitúe en el 116,4% en 2022, 115,9% en 2023, 114,7% en 2024, 114,5% en 2025 y 2026, y en el 114,6% en 2027. El FMI ha rebajado al 4,8% el crecimiento de España, un punto menos que lo que estimaba en enero, y ha elevado al 5,3% la inflación. Eso sí, en 2023 la sitúa en el 1,3%.

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