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Economía

La Fed elevará los tipos en 25 puntos esta semana: ¿la última subida del año?

El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed celebrará entre el martes y el miércoles una nueva reunión de política monetaria en la que el mercado da una posibilidad de casi un 100% a una subida de tipos de 25 puntos

Después de diez aumentos consecutivos de los tipos de interés extendidos durante un período de 15 meses, la Reserva Federal decidió en junio dejar los tipos de interés de referencia en un rango entre el 5,00% y el 5,25%. Si bien fue una decisión unánime, hubo mensajes ‘hawkish’ en la conferencia de prensa adjunta, así como en la conferencia de prensa del presidente, Jerome Powell

Si bien la inflación se está moderando, todavía es demasiado alta y con el mercado laboral muy ajustado, por lo que la Fed no puede correr ningún riesgo, a juicio de los analistas. Así, el mercado da por descontado que el anuncio del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) del 26 de julio será otro aumento de la tasa de 25 puntos, lo que llevará el rango de los fondos de la Reserva Federal hasta situarse entre el 5,25% y el 5,50%

“Las opciones de un aumento de 50 puntos o de ningún cambio parecen posibilidades muy remotas dados los comentarios de los funcionarios [de la Fed]”, señalan los economistas de ING Research James Knightley, Padhraic Garvey y Chris Turner en un informe. “El dilema es si la Fed sube 25 pb y mantiene la opinión de que necesita señalar la probable necesidad de una o más subidas de tipos o si adopta una postura más dependiente de los datos”.

“Una narrativa de dependencia de datos sería un cambio de posición y llevaría al mercado a aferrarse a la posibilidad de que la Fed no siga subiendo”, apuntan los economistas del banco holandés, que creen no obstante que “esto no es algo que los funcionarios de la Fed aprobarían deliberadamente”.

Christian Scherrmann, economista de DWS (la gestora de Deutsche Bank), coincide en que no espera que la Fed cambie su “clara postura de línea dura” en la próxima reunión. Tras sus recientes comentarios, y teniendo en cuenta sus previsiones, la tendencia ‘preferida’ entre los banqueros centrales de EEUU sigue siendo la de errar más bien por el lado hawkish que arriesgarse a repetir los errores del pasado de declarar la victoria demasiado rápidamente”. 

“El gran aprendizaje para la Fed de los años 70 sigue siendo que no hay que rendirse ante los primeros signos de moderación de la inflación”, avisa Scherrmann. “Y puesto que el proceso desinflacionista hasta ahora ha sido impulsado en parte por efectos de base favorables, el verdadero trabajo para volver a situar la inflación en el 2% podría estar aún por delante”. 

¿Última subida de tipos?

Más dudas presenta la próxima reunión del FOMC, que se celebrará el 20 de septiembre. Para entonces se habrán conocido otros dos informes de inflación y empleo, así como una actualización detallada sobre el estado de los préstamos bancarios. En otras palabras, los funcionarios de la Fed habrán tenido más tiempo para visualizar los efectos retardados de sus políticas.  

“Creemos que la Fed tendrá evidencia para estar bastante seguro de que la inflación está en camino al 2% y que la actividad se está desacelerando por debajo de las tasas de tendencia y que el mercado laboral se está enfriando”, apuntan los analistas de ING. “Es probable que esto se caracterice como otra pausa y es probable que la Fed mantenga una subida de tipos adicional en su perfil de pronóstico antes de fin de año. Sin embargo, nuestro caso base es que no se llevará a cabo, y 5,25-5,5% marca el pico para las tasas de EEUU”.

“Creemos que un enfoque resuelto de mantenerse firme en la rigidez de la inflación no implica necesariamente que el banquero central deba sobrepasar los tipos”, apunta por su parte Scherrmann. “Unas orientaciones creíbles y de línea dura podrían ayudar a imponer de forma eficaz la rigidez monetaria a la economía”. 

A su juicio, “podríamos asistir a la última subida de tipos de este ciclo”, si bien matiza que “cualquier giro moderado parece lejano”. El experto de DWS recuerda que “mantener los tipos estables mientras las variables económicas se moderan siempre implica que la política monetaria se endurece automáticamente”. “De cara al futuro, esto también debería aliviar la presión sobre la Reserva Federal para que haga más en el frente de los tipos en las reuniones que quedan este año”.

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