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Banca

El Estado necesita financiar 18.000 millones lo que queda de año al coste más alto desde 2011

Las subidas del precio del dinero hasta el 4%, cerca de máximos históricos, elevarán la factura de los intereses de la deuda pública. Con la amenaza de que siga encareciéndose si el BCE no logra doblegar la inflación.

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, en el Congreso EUROPA PRESS / A. Pérez Meca.

La enésima subida de tipos del Banco Central Europeo (BCE) también se lo pondrá más difícil al Estado. El Tesoro Público tiene pendiente emitir unos 18.500 millones de euros en la segunda mitad del año y tendrá que hacerlo pagando la factura más alta desde 2011. El grueso de las nuevas colocaciones en el mercado las afrontará el nuevo Gobierno que se forme tras las elecciones del 23 de julio, en un momento en el que en Europa se aleja la pausa del ciclo histórico de alzas del precio del dinero que se ha iniciado al otro lado del Atlántico.

El Estado prevé volver a emitir este año 70.000 millones en deuda pública. A 15 de junio, según los datos recabados por Vózpopuli a partir de las últimas estadísticas disponibles del Tesoro, ya ha colocado algo más de 51.000 millones. El tipo medio de financiación de las nuevas operaciones supera el 3,2% y previsiblemente seguirá al alza en la recta final del año, cuando los tipos pueden llegar al 4,25% y alcanzar niveles máximos en los 25 años del Eurobanco.

El BCE ha subido los tipos 400 puntos básicos en menos de un año. Y promete al menos otra alza más en julio en su cruzada contra la inflación, que espera que ahora se comporte peor que hace tres meses por la evolución de la subyacente, que excluye el precio de la energía y de los alimentos.

"El Tesoro esperaba que el aumento del coste de la nueva financiación fuera contenido, pero la dificultad para doblegar la inflación ha dejado en papel mojado esta previsión

El Tesoro asumía desde inicios del año que tendría que pagar más por endeudarse, como reconoció en enero su secretario general, Carlos Cuerpo, en la presentación del plan de financiación. Ahora bien, confiaba en que el aumento de los costes de la deuda pública fuera “contenido”.

¿Se romperá la barrera de 2011?

Una previsión que parece que no se cumplirá, ya que, la factura de los intereses será la más elevada en más de una década. Y con riesgo a que se rompa el tipo medio máximo de las nuevas operaciones registrado en 2011: del 3,9%. En caso de ocurrir, el coste alcanzaría un nivel no visto desde 2007 (4,2%).

El ciclo ha cambiado drásticamente y la era del dinero ‘gratis’ se ha acabado. El coste de la nueva deuda saltó al 1,33% en 2022 desde él -0,05% de un año antes. Es decir, el Estado llegó a cobrar intereses por endeudarse.

Para evitar una mayor factura, el Tesoro ha acelerado en la primera mitad y ha colocado más de lo previsto: los citados 51.000 millones frente a los 46.000 millones previstos.

Encarecimiento subasta tras subasta

El encarecimiento de los tipos es imparable en cada una de las subastas. El 13 de junio, el Tesoro emitió Letras a tres meses a un interés del 3,255%, máximos desde noviembre de 2011, y Letras a nueve meses ofreciendo una rentabilidad récord. La financiación a corto plazo es la que refleja más rápido las subidas del precio oficial del dinero y está atrayendo a familias y empresas, como refugio ante el aumento de precios y el retraso en el pago de los depósitos por parte de los grandes bancos.

"La inflación ha disminuido, pero se prevé que siga siendo demasiado alta durante demasiado tiempo”, arrancaba el comunicado del BCE para justificar el aumento de otro cuarto de punto de los tipos anunciado el jueves.

Los expertos del banco central prevén que la inflación de la zona euro se sitúe en un promedio del 5,4% en 2023 y del 3% al año siguiente, una décima peor en ambos casos de lo esperado en marzo, antes de las turbulencias financieras.  

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