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Economía

España empieza a ganar competitividad frente a la Eurozona tras más de un año perdiendo

Mejora la posición de España frente al conjunto de la zona euro por primera vez desde abril de 2021, cuando empezó a perder competitividad por la inflación, según el Ministerio de Industria y el Banco de España

competitividad
El presidente Pedro Sánchez junto a la vicepresidenta Nadia Calviño. Europa Press

España empieza a ganar competitividad frente al conjunto de la Eurozona tras más de un año perdiendo posiciones por la inflación. El alza del Índice de Precios de Consumo (IPC), que tocó techo en julio de este año con una variación anual del 10,8%, se ha moderado (con tasas del 8,9% y 7,3% en septiembre y octubre, respectivamente) gracias al abaratamiento de la electricidad, que inicialmente impulsó la subida del IPC.

Sin embargo, en el conjunto de la Eurozona el IPC repuntó un 10,6% en octubre, con la inflación todavía en ascenso (en septiembre fue del 9,9%). Es decir, que tras 17 meses con una inflación superior en España, en septiembre se invirtió la situación. Esto ha hecho que la posición de nuestro país mejore respecto a la zona euro por primera vez desde abril de 2021, según los índices que elaboran el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y el Banco de España.

El Ministerio de Industria elabora el Informe Trimestral de Competitividad que analiza la competitividad exterior de la economía española a partir de la evolución los Índices de Tendencia de Competitividad (ITC) calculados con una metodología propia a partir tres indicadores diferentes: los IPCs, los Índices de Valor Unitario de las exportaciones (IVUs) y el indicador de Costes Laborales Unitarios (CLUs).

El último informe publicado recientemente hace referencia al tercer trimestre y, de momento, únicamente proporciona información actualizada a ese periodo en base a los Índices de Precios de Consumo (IPC). Según este informe, España ganó competitividad en el tercer trimestre del año frente a la eurozona al disminuir un 0,6% el ITC respecto a hace un año. Un descenso (aumento) de los índices señala una ganancia (pérdida) de competitividad frente a los países respecto a los que se calcula.

Según el Índice que elabora el Ministerio de Industria, esto no ocurría desde el primer trimestre de 2021. En el segundo trimestre del pasado año España empezó a perder competitividad y esta tendencia se mantuvo hasta el segundo trimestre de este año.

"Si analizamos el comportamiento del Índice de Precios de Consumo Armonizado en la zona euro, podemos observar que, desde noviembre de 2018 y hasta abril de 2021, la eurozona había tenido tasas superiores a las de España pero, desde entonces, las tasas de España han sido superiores a las de la eurozona, a excepción del mes de septiembre", explica Industria en su informe.

El Banco de España también elabora sus propios índices de competitividad de la economía española en base a los mismos indicadores que el Ministerio. En su caso, la periodicidad es mensual y proporciona el dato absoluto del índice, no su variación anual. De esta forma, la estadística del BdE también muestra un incremento de la competitividad de España frente a la Eurozona en septiembre y octubre, puesto que el índice cae respecto al mes anterior y a un año antes, lo que implica una mejora.

El Índice de competitividad del Banco de España refleja también que España llevaba perdiendo competitividad frente a la zona euro desde abril de 2021, con crecimientos anuales en el índice cada mes. Sin embargo, en septiembre de este año el índice cayó hasta el 106,1 (frente al 107,3 de septiembre de 2021 y el 107,7 de agosto de 2022). En octubre la mejora de la competitividad fue aún más notoria, al descender el índice hasta el 104,5.

Los precios siguen subiendo

En cualquier caso, aunque la inflación ha iniciado una senda descendente en España, sigue en tasas elevadas. Conviene recordar que la palabra 'inflación' en sí misma implica subida de precios y los expertos no esperan que estas se moderen al 2% (objetivo del Banco Central Europeo) en el corto plazo.

La ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ya ha avanzado que se mantendrá en el 7% hasta final de año para recuperar la senda descendente en 2023. De hecho, la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) espera un repunte de la tasa de inflación general en noviembre, hasta el 7,7%, para volver a descender en diciembre al 7,1%. En 2023, según sus estimaciones, la media será del 4,7%, aún elevada.

Ahora la electricidad se está abaratando (en octubre los precios fueron un 22,5% y un 15,4% más bajos que en septiembre de este año y que en octubre de 2021, respectivamente), pero se compensa en el IPC con otros componentes que siguen subiendo contagiados por ese encarecimiento inicial de la energía. Los productores y distribuidores, también afectados por una energía más cara, trasladan el aumento de costes al precio final de sus productos y servicios.

Es el caso de los alimentos, los muebles o los hoteles y restaurantes, productos y servicios que siguen encareciéndose mes a mes. En término generales, el precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas han subido un 15,4% respecto al año pasado. Lo mismo pasa con los muebles y artículos del hogar (un 8% más caros que en octubre de 2021), y con los restaurantes y hoteles (siguen un 7,9% más caros que hace un año), según los datos del Instituto Nacional de Estadística.

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  • P
    pancho

    ¿Esto es un publi-reportaje del ministerio de economía, verdad?