España ha reforzado las importaciones desde Rusia pese al conflicto en Ucrania y los esfuerzos de la Unión Europea (UE) por minimizar la dependencia del país que preside Vladímir Putin. Rusia es un proveedor clave no sólo de gas y petróleo, sino también de metales como el hierro, el acero y el aluminio; y de materias primas como el trigo, el aceite de girasol, los abonos y los fertilizantes. Por tanto, el embargo comercial se antoja complicado.
Las importaciones desde Rusia a España entre enero y junio sumaron 3.669 millones de euros, un 51% más que hace un año, cuando en el mismo periodo nuestro país importó bienes por un valor de 2.430 millones. Es decir, que este año ha gastado cerca de 1.240 millones más que en 2021. Si se compara con 2019, la diferencia es aún mayor: 1.938 millones (+112%).
Este crecimiento en la demanda de bienes rusos durante el primer semestre del año ha hecho que, aunque ligeramente, Rusia gane peso en el reparto total de las importaciones. En concreto, las compras a Rusia ya representan el 1,6% del total, frente al 1,5% del pasado año y el 1,1% de 2020 y 2019, según los datos recopilados por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo con información del Departamento de Aduanas de la Agencia Tributaria.
Este aumento se debe, por un lado, a que las materias primas que se importan se ha encarecido con el conflicto; y, por otro, a que España ha incrementado la demanda. El ejemplo más claro se encuentra en el gas, del que Rusia sigue siendo el segundo proveedor más importante en nuestro país. En el primer semestre España compró 24.016 gigavatios hora (GWh) a Rusia, un 12% más que el año pasado (21.406 gigavatios).
Según la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), quien publica estos datos, la demanda de gas natural sólo en junio se dispararon un 33% este junio, hasta los 8.751 gigavatios hora, su nivel mensual más alto desde que la corporación tutelada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico dispone de registros, esto es, 2004.
Sólo en junio, los datos del Ministerio de Industria reflejan que España importó bienes desde Rusia por un valor de 895 millones de euros, un 84% más que en 2021, cuando las compras ascendieron a 486 millones. También superó con creces el gasto efectuado en este país en junio de 2020 (142 millones) y junio de 2019 (217 millones).
De hecho, si se analizan las importaciones por meses desde que se inició la invasión de Ucrania el 24 de febrero, en todos los meses se superaron los niveles del pasado año excepto en mayo, cuando el valor de las importaciones fue un 6% inferior. En concreto, en marzo se importaron bienes desde Rusia por 623 millones (un 116% más que en el mismo mes de 2021); en abril, 441 millones (un 26% más) y en mayo, 530 millones (un 6% menos).
Las exportaciones a Rusia se hunden
Por el contrario, las exportaciones a Rusia se hundieron en el primer semestre un 36%. Pasamos de vender a este país bienes y servicios por 1.129 millones en 2021, a sólo 718 millones este año. El Ministerio de Industria destaca en su informe las menores exportaciones a Rusia de minerales, confección y material de transporte ferroviario. También, con menor intensidad, automóviles y motos.
Con todo, el déficit acumulado en su comercio con Rusia asciende a 2.951 millones de euros. Y si bien es cierto que el saldo suele ser negativo, la cifra de este primer trimestre es muy superior a la registrada en años anteriores (1.300 millones en 2021, 553 millones en 2020 y 730 millones en 2019).
El de España no es un caso aislado. Las importaciones de bienes provenientes de Rusia a la UE alcanzaron en los primeros seis meses de 2022 un valor de 120.400 millones, un 79% más que en el mismo periodo del año pasado, cuando el valor fue de 67.300 millones. Sin embargo, las exportaciones al país presidido por Putin cayeron un 30% en el mismo periodo, con un valor de 29.800 millones frente a los 42.800 millones de 2021.
Estados Unidos también gana peso
España también ha disparado un 146% la relaciones comerciales con EEUU al convertirse en un proveedor clave de gas. En junio, el país norteamericano se consolidó como el principal suministrador de gas con el 30% del total. Así, en el primer semestre, las importaciones desde este país ascienden a 17.693 millones, frente a los 7.183 millones de 2021, con una cuota de mercado del 7,9% (3,4 puntos más que hace un año).
La búsqueda de alternativas es clave. El Banco de España (BdE) cuantificó a finales de mayo el impacto económico que tendría el boicot energético de la Unión Europea a Rusia, materializada hasta ahora especialmente con el petróleo. Según sus cálculos, "una hipotética interrupción de importaciones energéticas procedentes de Rusia acarrearía un impacto sobre el PIB de la economía española de entre un 0,8% y un 1,4% a lo largo del primer año", en función de la capacidad de sustituir las fuentes energéticas rusas.
