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La juez envía a prisión sin fianza para el dueño de las clínicas Vitaldent Ernesto Colman

Clínica Vitaldent en la calle Albalá en el distrito madrileño de San Blas

La titular del Juzgado de Instrucción Número 2 de Majadahonda (Madrid) ha acordado prisión incondicional sin fianza para los cuatro principales implicados en la red de fraude de la cadena de clínicas Vitaldent, entre ellos su propietario, Ernesto Colman, y el vicepresidente, Bartolomé Conte. La instructora de la operación Topolino ha acordado el ingreso en la cárcel de los responsables de Vitaldent a petición de la Fiscalía Anticorrupción.

Junto a los principales responsables de las clínicas de odontología,  la juez ha enviado a prisión sin fianza a los directivos Nicolás Sisinni y Javier Arteaga, según informan fuentes de la investigación a Vozpópuli. Según informan fuentes jurídicas, Colman se ha acogido a su derecho a no declarar mientras que los tres imputados sí que han respondido a las preguntas formuladas por el Ministerio Fiscal y la juez.

Los cuatro directivos que ingresarán en prisión de forma incondicional estána acusados de blanqueo, fraude fiscal, estafa y falsedad, entre otros

En concreto, los fiscales Anticorrupción Esther González y José Grinda habían solicitado a primera hora de la tarde la prisión para los cuatro al entender que si los investigados permanecen en libertad hay riesgo de destrucción de pruebas relevantes para instrucción judicial además de riesgo de fuga. A todos ellos se les atribuyen distintos delitos económicos como delitos contra la Hacienda Pública, delito continuado de blanqueo de capitales, un delito de falsedad en documento oficial y mercantil, un delito de estafa y/ apropiación indebida, un delito contable y un delito de organización criminal por haber diseñado y participar en un complejo sistema defraudatorio hacia franquiciados, clientes y pacientes, y a la propia Hacienda Estatal.

Colman, Conte, Sisinni y Arteaga formaban parte de un grupo organizado creado dentro de la estructura empresarial de las clíninas dentales, que fue diseñado para eludir el pago de impuestos a la Hacienda Pública. Los investigadores sospechan que parte del dinero obtenido con esos pagos en B era desviado por el empresario uruguayo a distintos paraísos fiscales. 

En el auto de prisión, la magistrada María Isabel Serrano subraya que "de la investigación llevada a cabo por este juzgado se desprende indicios bastantes de la existencia de un grupo de personas que de manera organizada como  propietarios y/o responsables de las clínicas Vitaldent, y a través del sistema de franquicias que operan con centenares de clínicas repartidas por toda España, habrían diseñado y estarían participando en un complejo sistema defraudatorio hacia franquiciados, clientes y pacientes y la propia Hacienda Estatal, generando de este modo cantidades ingentes de dinero opaco a la Administración Pública, cuyo destino final trataría de desvincularse de su origen mediante operaciones ficticias y la utilización e interposición de numerosas entidades instrumentales radicadas en Suiza, Luxemburgo, España u Holanda".

Tanto la Fiscalía como la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal consideran que tras las clínicas Vitaldent se ocultaba una "organización criminal con ramificaciones internacionales dirigida por Colman y cuyos principales perjudicados son las franquicias".

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