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El Corte Inglés no disminuye deuda este año para destinar 178 millones a reducir plantilla

La entrada de 1.000 millones de euros en liquidez por parte del invesor catarí Al Thani en 2015, que se dedicó íntegramente a amortizar deuda bancaria, unida al periodo prolongado de bajos tipos de interés en el mercado, han aliviado la situación de endeudamiento de la compañía, que se asfixiaba con casi 5.000 millones de euros en 2012 y un negocio a la baja. Cinco años más tarde, el endeudamiento ronda los 3.800 millones de euros -de los que 1.718 millones son deuda bancaria neta- y fuentes de la compañía aseguran no tener ninguna exigencia de la banca para reducir deuda o preparar desinversiones.

Según ha informado 'Vozpópuli', la ratio de 4 veces ebitda era uno de los límites planteados por la banca acreedora para poder hablar de refinanciación de la deuda. El Corte Inglés ha quedado por debajo al fin este año de esa ratio, acercándose a 3,5 veces ebitda, lo que sería una de las condiciones del 'pull' para sentarse a renegociar junto con la mejora del gobierno corporativo.

Este año, el endeudamiento neto se ha mantenido prácticamente igual porque la compañía decidió invertir 178 millones de euros en el plan de desvinculaciones mediante el que aproximadamente 1.500 trabajadores (muchos de ellos de edad avanzada y con sueldos importantes) salieron de la empresa. Tal y como ha informado la empresa de grandes almacenes en los resultados anuales publicados tras la junta de accionistas celebrada este mismo domingo, la situación financiera viene ahora mismo con viento de cola y el coste financiero neto se ha reducido hasta los 197 millones cuando en 2014 eran 310.

Sin embargo, no ha habido suerte para la segunda oleada de desvinculaciones, que afectaba a 500 personas y tenía que pactarse en semana santa y que el consejo de administración (controlado por las herederas de Isidoro Álvarez, Marta y Cristina Álvarez) decidió no ejecutar tal y como avanzó este diario, para no tener que hacer frente a su gasto.

Los pagarés seguirán

Fuentes de la compañía aseguran que los 1.500 millones de euros con los que los propios empleados de la empresa financian actualmente a la compañía (con tipos de interés próximos al 3%, muy superiores a las condiciones de mercado actualmente) no se van a tratar de reconvertir en otro tipo de instrumentos dado que es un tema que no se ha planteado en el consejo de administración.

Así las cosas, la compañía sigue pendiente de futuras oportunidades que pudieran surgir en los mercados de deuda para obtener financiación en condiciones ventajosas. En los últimos años, además de buscar la financiación a través del inversor catarí que aportó 1.000 millones de euros a través de un préstamo convertible en acciones con un tipo de interés anual del 5,25%, la compañía ha emitido 973 millones de euros en pagarés con vencimiento inferior a tres meses, saldo medio de 194 millones y una reducción del coste medio del 31%.

También ha obtenido otro préstamo del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para financiar la transformación digital.

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