Quantcast

Empresas

El Corte Inglés decide no facilitar la salida de 500 empleados que esperaban prejubilación

Dimas Gimeno (izda), Marta y Cristina Álvarez Guil y Florencio Lasaga

El Corte Inglés ha decidido no facilitar la salida de 500 empleados que esperaban la prejubilación en base al plan de bajas incentivadas que anunció la compañía en febrero del año pasado. La compañía contaba con 165 millones de euros que había firmado con 7 entidades bancarias para, entre otras cosas, financiar estas bajas, que contemplaban hasta un 70% del sueldo total hasta que el trabajador cumpliera 63 años. Unas condiciones beneficiosas que habían provocado una avalancha de peticiones para salir de la empresa.

El presidente Dimas Gimeno había sido el diseñador de este plan, convencido de que la compañía necesitaba aligerar plantilla especialmente en los más veteranos. Para ello, contrató a José Luis Romero, director de Recursos Humanos en empresas como Heineken, Iberia (donde realizó un plan similar) o Sanitas. Romero diseñó un plan en el que se calculaba en 3.600 las personas que podrían acogerse a estas bajas incentivadas. Unas 1.500 de todas ellas ya salieron en 2016. Sin embargo, las que esperaban a la segunda tanda de salidas se quedan con la miel en los labios. La empresa se guardaba la posibilidad de ejecutar o no la segunda ronda y ha decidido que no.

Este cambio de parecer que contraria a muchos empleados que esperaban su salida se produce a la vez que el sucesivo proceso de toma de poder que han ido llevando a cabo las hijas del fallecido Isidoro Álvarez, Marta y Cristina Álvarez Guil. Poseedoras del control mayoritario de la compañía gracias a su influencia en la Fundación Ramón Areces y en Cartera IASA, han hecho valer su poder en la empresa para ascender a directivos afines y nombrarlos nuevos miembros del consejo de administración. En este contexto se entendería la salida de Juan Hermoso, que argumentó motivos personales, el nombramiento de Jesús Nuño de la Rosa para el consejo, y sobre todo el nombramiento de Víctor del Pozo como consejero delegado, en un movimiento que se ha interpretado en algunos círculos como un intento de quitar poder a Gimeno.

Consultada por Vozpópuli, la compañía simplemente recuerda que en el plan diseñado el año pasado se reservaba la posibilidad de no ejecutar más bajas si lo consideraba. Una prerrogativa que la empresa decidió mantener por si cambiaba de parecer. Desde fuentes próximas a las negociaciones se ha asegurado que la empresa dice no tener dinero y que prefiere seguir con el método tradicional de salidas, en el que las personas de más edad se marchan voluntariamente de la compañía.

De igual modo, también se desvincula la salida de José Luis Romero con este cambio de parecer. Simplemente, aseguran, realizó el trabajo para el que se le había contratado y se marchó. 

Reconversión

La compañía se encuentra en un proceso de reconversión de negocio y tecnológica que también se manifiesta en el interés por cambiar algunos perfiles profesionales de más experiencia, próximos a la jubilación y con conocimiento principalmente analógico, por otros perfiles digitales capaces de aportar valor en el nuevo entorno de e-commerce que crece como la espuma. El Corte Inglés se ha situado como segunda empresa de comercio electrónico en España por facturación, según Statista, con 650 millones de euros de venta aproximados.

De ser ciertas estas estimaciones de la conocida web estadística, el negocio online ya supondría una parte importante de los 15.000 millones aproximados de facturación de la firma del triángulo. Un espacio con gran margen de crecimiento que puede compensar la peor evolución de otras divisiones de negocio.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.