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Economía

La crisis de suministros amenaza 75.000 empleos de la construcción

El encarecimiento de la energía es la principal preocupación del sector del ladrillo, que ya empezó a paralizar obras con antelación a la huelga de transportistas

Energía - Construcción.
La espiral de costes amenaza con frenar proyectos de construcción.

La crisis de suministros golpea cada vez con más fuerza a la construcción. La situación se ha agravado en los últimos días a consecuencia de la huelga de transportistas sin ser este el único factor. La espiral de paralización de obras ya había comenzado previamente, por la subida de precios de los materiales desde el segundo semestre del 2021. El estallido de la guerra en Ucrania y la huelga de camioneros no han hecho más que intensificar el problema de fondo del sector, que pasa por el coste de la energía y su impacto en las redes de suministro.

"Lo más preocupante en estos momentos es el insoportable encarecimiento de la energía cuya escalada, particularmente impulsada por la guerra en Ucrania, ha disparado los costes de las obras", inciden desde la Confederación Nacional de la Construcción. Entre enero de 2020 y marzo de 2022, la electricidad, el gas y el petróleo se encarecieron un 1.224%, 1.163% y 84%, según los datos que maneja la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (SEOPAN).

La energía representa el 30% del coste en "muchos tipos de obras", pudiendo llegar a representar entre el 55% y el 66% sobre la producción de cemento, cerámica o ladrillo. La creciente parálisis de estos sectores por la factura de la luz está dificultando el abastecimiento de materiales de las obras, si bien todavía no existen datos concretos sobre el grado de desabastecimiento. Por lo pronto, ocho patronales industriales - AEGE, UNESID, FEIQUE, ASCER, FADE, FEMETAL, CONFEMETAL, AGI - han solicitado la reforma urgente del mercado marginalista eléctrico mientras dure la "crisis energética", que ha llevado a paralizar instalaciones de empresas como Acerinox, ArcelorMittal, Celsa, Ferroglobe, Megasa y Siderúrgica Balboa, ponen de relieve desde Seopan.

"El conflicto en Ucrania ha tensionado todavía más la espiral inflacionista y dificultado la posibilidad de conseguir el suministro de materias primas como la madera, cerámicas, productos bituminosos, hormigón y el acero", señalan desde la CNC. Desde Seopan han dado cuenta de un agravamiento de las tendencias en el primer trimestre de 2022 "con tasas de crecimiento mensuales 5.3, 3.5 y 2.0 veces superiores a la media mensual registrada en 2021 en aluminio, acero y cobre" confirmándose "en las primeras dos semanas de marzo de 2022 una ruptura del mercado como consecuencia de la ralentización y paralización de producción de la industria siderúrgica y cementera, que en caso de no resolverse anticipa un período de desabastecimiento de los materiales más comunes de la construcción". A todo lo cual se ha sumado en las últimas dos semanas la huelga de transportistas, pendiente aún de resolución tras el infructuoso encuentro de este viernes entre sus representantes y el Gobierno.

Creciente parálisis de la construcción

La Asociación de Promotores Constructores de España empezó a testear la semana pasada el estado de la situación entre sus empresas asociadas en todo el país por la falta de materiales, según confirman desde la entidad. Por lo pronto, un 30% de ellas ha tenido que parar obras, y cerca de la mitad se plantea también hacerlo, según los resultados preliminares de una encuesta de la asociación desvelada por El Confidencial. En paralelo, el 70% de los lanzamientos de obra se han suspendido, según la misma proyección.

"Si se superara la huelga de transportistas, el riesgo de desabastecimiento desaparecería por este asunto...pero habrá que ver el problema real, que es el energético", señala Sebastián Molinero, secretario general de Andimac. "La volatilidad de los precios está poniendo en riesgo muchos proyectos y muchas constructoras se encuentran asfixiadas por sobrecostes cuyo origen es ajeno a su actividad, la mayoría de ellos derivados de la crisis energética", añaden. 

En el sector de la construcción ya se habla de una incipiente "destrucción de empleos" como resultado de la actual crisis de desabastecimiento, con el encarecimiento de la energía como gran problema de fondo

En el sector de la construcción ya se hablado de una incipiente "destrucción de empleos" como resultado de la profundización de la actual crisis. Desde Seopan han lanzado una cifra: 75.000 puestos de trabajo. Son los que se perderían al cabo de un mes de parálisis por desabastecimientos como los que empezaron a delinearse en los últimos quince días. Por cada cuatro semanas de freno, el empleo directo e indirecto del sector retrocedería en un 4,2%.

Por segmentos, la patronal de las constructoras ya descuenta que el de la edificación residencial (55%) no incrementará su producción este año respecto a 2021, independientemente de cómo evolucione el potencial desabastecimiento de materiales. Más optimista es de cara a la rehabilitación, para la cual, en el escenario más favorable, estima que podría crecer un 5,7% este 2022 apoyada por el impulso de los Fondos Europeos. Para la edificación no residencial, la mejor previsión es de un crecimiento del 2,1%, mientras que para la obra civil, la proyección es de un alza de hasta el 9,6%.

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