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MOTOR / PRUEBA

Probamos dos opciones SUV para ciudad y mucho más: Puma EcoBoost y Countryman D

Miden poco más de 4,20 metros, se mueven en ciudad con soltura y brillan fuera de ella. Más dinámico el Puma, más confortable en su rodar el Countryman, lo hacen además con suficiente dinamismo

Puma y Contryman destacan por la personalidad de sus diseños y dinámicas de conducción muy agradables no sólo en ciudad.

Las carrocerías SUV marcan el ritmo de ventas de los principales mercados europeos, el español incluido. Modelos que generan mucha demanda principalmente por la estética, aunque también por la mayor funcionalidad que permiten unos interiores algo más amplios que las berlinas de dimensiones parecidas. Y si de diseño se trata, sin duda Puma y Countryman exhiben estéticas muy diferenciadoras, opuestas entre sí, pero con mucha personalidad.

Carrocerías y personalidades muy diferenciadas que se extienden al carácter dinámico de la conducción que ofrecen. El Puma pasa sin duda por ser una de las referencias entre los de su categoría por sensaciones y eficacia sobre el asfalto, con un tacto más directo para disfrutar más de la conducción a ritmo rápido. El Countryman, lo es por su confortable rodar sobre el asfalto, un SUV no tan dinámico quizás pero que sorprende luego por lo bien que se desenvuelve en todo tipo de trazados.

Ford Puma EcoBoost

Es uno de los SUV dentro de su segmento más enfocado a disfrutar de la conducción, con una puesta a punto más dinámica, sobre todo en este acabado ST-Line, que configura una versión que destaca por su buen comportamiento en carretera incluso con este motor de gasolina, que es el menos potente de la gama, pero que con sus 125 CV propone un muy buen compromiso entre prestaciones, consumos y autonomía.

Porque aunque se trata de una carrocería de dimensiones muy urbanas con sus 4,2 metros de longitud, el Puma EcoBoost no está hecho solo para la ciudad, y tanto por chasis como por motor se permite desenvolverse en largos desplazamientos con mucha solvencia y un más que notable confort. Por dentro, en las plazas delanteras destacan el diseño envolvente de los asientos, que recogen el cuerpo con mucha eficacia y ofrecen un confort elevado en distancias largas.

Detrás, como en todos los modelos de segmento SUV más urbano, no hay mucho espacio para tres ocupantes por falta de centímetros a lo ancho, y sólo se echa en falta la posibilidad de regular la banqueta en inclinación para un mejor apoyo. Detrás, el diseño de la carrocería no deja unas plazas traseras especialmente amplias, pero dos adultos se acomodan sin problemas aunque con un espacio para las piernas que no es de los mejores de entre sus rivales. Sí lo es, sobre todo por practicidad aunque también por volumen, el maletero, que además de 400 litros de capacidad y formas regulares fácilmente aprovechables cuenta con una bandeja que se puede colocar en dos diferentes alturas, una de ellas queda enrasada con el borde de carga y otra más baja para aprovechar todo el volumen.

También como detalle práctico de cara a transportar objetos de cierto tamaño la bandeja se puede fijar en una posición casi vertical tras el respaldo trasero, dejando fácilmente espacio para objetos de hasta 115 centímetros. La apertura del maletero puede ser eléctrica, una opción que cuesta 600 euros y no muy habitual entre sus rivales. Por sus dimensiones, el Puma se desenvuelve con soltura a diario en ciudad, con una respuesta del motor de tres cilindros agradable desde bajo régimen, un tacto del cambio muy rápido y preciso y una dirección suave en sus movimientos, perfecta para ciudad a baja velocidad pero a la que se le echa en falta una mayor precisión en carretera al movernos entre curvas.

Porque excepto por esa dirección algo falta de información cuando buscamos ritmos rápidos en trazados virados, el Puma ofrece uno de los mejores comportamientos dinámicos de su segmento. Desarrollado sobre la misma plataforma que el Fiesta, cuenta con algunas modificaciones en el chasis. La suspensión trasera, de ruedas tiradas por un eje de torsión, es más rígida, los amortiguadores tienen mayor recorrido y, en este acabado ST-Line, la suspensión tiene un ajuste más firme que en el resto. Todo ello contribuye a una gran eficacia en conducción rápida, con mucho aplomo a velocidades altas y un paso por curva muy preciso con apoyos sólidos que transmiten mucha confianza.

El EcoBoost de gasolina y 125 CV no llega a poner en apuros al bastidor, y sus prestaciones dan mucho juego. Algo más perezoso desde velocidades bajas, ya a ritmos medio y altos se siente suficientemente rápido sobre todo de cara a largos viajes en los que además de confort y ritmos rápidos, ofrece unos consumos muy ajustados, apenas 6,5 l/100 km a ritmos mantenidos de entre 120 y 130 km/h de marcador que dan para más de 700 kilómetros de autonomía.

FICHA TÉCNICA:

VERSIÓN Puma 1.5 EcoBoost ST-Line MHEV.; MOTOR Gasolina, 4 cilindros, turbo; CILINDRADA 998 cm3; POTENCIA MÁXIMA 125 CV a 6.000 rpm; PAR MÁXIMO 170 Nm a 1.400 rpm; CAMBIO Manual de 6 vel.; VELOCIDAD MÁXIMA 191 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 9,8 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 6,5 l/100 km; AUTONOMÍA 640 km; DIMENSIONES 4.207 / 1.805 / 1.534 mm; NEUMÁTICOS 215/55 R 17; PESO EN VACÍO 1.280 kg; MALETERO 401 l; PRECIO 22.770 €

Mini Countryman Cooper D

Ahora, en plena ebullición del segmento SUV, el Countryman gana cada vez más protagonismo dentro de la gama Mini y, aunque a simple vista puede parecer que se trata del mismo Countryman que nació en 2010 y respecto al que mantiene la esencia del diseño original, el modelo actual de segunda generación es más un SUV Premium del segmento compacto que comparte genes con el X1 de BMW.

Con sus algo más de 4,20 metros de longitud y una anchura de más de 1,80 le permiten configurar un interior razonablemente amplio, al menos para cuatro adultos, que podrán viajar con notable confort por lo que al espacio se refiere. Es por ello el más práctico de los Mini actuales, pues además de amplio espacio para los pasajeros, tiene un maletero de 450 litros muy aprovechables.

Puede contar además con un sistema en las plazas traseras para desplazarlas longitudinalmente en 13 centímetros y modificar también la inclinación de los respaldos para conseguir mayor comodidad y más espacio de almacenamiento en la zaga. Para completar todo ello, en opción cuenta con el accionamiento eléctrico del portón trasero así como argollas de amarre y cintas tensoras para asegurar la carga. Sin duda, un pequeño SUV muy funcional en su interior.

A sus mandos todo cae muy a mano y los asientos, sin ser muy amplios, tienen formas que recogen muy bien y banqueta extensible para lograr una postura muy confortable. El vistoso diseño interior y la calidad de sus acabados transmiten una sensación muy agradable al ponerte al volante que se refuerza una vez en marcha. El motor diésel de dos litros y 150 CV asociado al cambio automático de 8 velocidades resulta una combinación de lo más interesante, y con tres modos de conducción diferentes ajustas la respuesta a cada momento.

En ciudad y en modo Eco resulta muy suave de respuesta manteniendo una notable agilidad entre el tráfico y sorprende los bajos consumos que puedes lograr si conduces con cierta eficiencia, en torno a  los 6 l/100 km de media. En carretera, y si activas el modo Sport, la respuesta es muy progresiva pero contundente desde las 2.000 vueltas, y enseguida te mueves a velocidades muy elevadas con facilidad… aunque con un exceso de ruido.

El motor no se llega a sentir casi, pero sí el ruido de la rodadura y algún que otro fruto de la aerodinámica, algo más marcado con el techo de cristal practicable instalado. El funcionamiento del cambio es muy bueno y siempre está en la marcha más adecuada con cambios muy suaves que casi no llegas a sentir. Y los consumos siguen sorprendiendo, casi más que en ciudad, con cifras a ritmos de 130-140 km/h de marcador que puedes llegar a ver en el ordenador de a bordo por debajo de los 6 l/100 km.

Si te adentras por carreteras de tipo secundarios con curvas y cambios de ritmo suben ya a cifras digamos más normales, por encima de los 7 litros de media en una conducción más dinámica. En este terreno, se mueve con mucha agilidad para ser un SUV, con una dirección rápida y directa y una suspensión que aguanta un paso por curva a muy buen ritmo.

FICHA TÉCNICA:

VERSIÓN Countryman Cooper D Aut.; MOTOR Diésel, 4 cilindros, turbo; CILINDRADA 1.995 cm3; POTENCIA MÁXIMA 150 CV a 4.000 rpm; PAR MÁXIMO 350 Nm a 1.750 rpm; CAMBIO Automático de 8 vel.; VELOCIDAD MÁXIMA 214 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 9,1 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 5,9 l/100 km; AUTONOMÍA 800 km; DIMENSIONES 4.297 / 1.822 / 1.557 mm; NEUMÁTICOS 205/65 R 16; PESO EN VACÍO 1.585 kg; MALETERO 450 l; PRECIO 36.900 €

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