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Economía

Menos camiones y más trenes: el 'trueque' de Sánchez con la UE a cambio de la eliminación de los peajes

La Comisión Europea aprobó la Adenda del Plan de Recuperación de España para movilizar de aquí a 2026 la totalidad de los fondos europeos Next Generation y culminar el proceso de modernización de la economía española

Imagen de archivo de unos peajes en una autovía española
Imagen de archivo de unos peajes en una autovía española EFE

El culebrón de los peajes llega a su fin. Tras una campaña electoral marcada por la exclusiva del Director General de Tráfico, Pere Navarro, que confirmaba que la Comisión Europea implantaba el pago por el uso de las autovías de nuestro país a partir de 2024, Pedro Sánchez ha zanjado el tema. Y es que este lunes 2 de octubre la Comisión Europea aprobó la Adenda del Plan de Recuperación de España para movilizar de aquí a 2026 la totalidad de los fondos europeos Next Generation y culminar el proceso de modernización de la economía española.

Como ya contamos en Vozpópuli, el Gobierno ha retocado un total de 52 objetivos y se ha añadido nuevas metas con el fin de poder recibir otros 10.000 millones de subvenciones y otros 84.000 millones en préstamos. Según la Comisión Europea, el plan de los de Sánchez se ha aprobado porque es "una respuesta adecuada y equilibrada a la situación económica y social y permite hacer frente a los nuevos desafíos”.

Eso sí, una aprobación que ha llegado a destiempo, ya que, sobre el papel, el dictamen debería haberse oficializado el pasado 6 de agosto. Todo esto se debe a las elecciones del pasado mes de agosto y tras la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo la entidad europea ha dado luz verde a las modificaciones propuestas para el Plan de Recuperación de España.

Aunque la burocracia no se queda ahí. Tras la presentación formal, el nuevo proyecto pasará por las manos del Consejo, el cual tendrá la última palabra y decidirá si se aprueba de manera definitiva. Todo esto se deberá ejecutar antes del 31 de diciembre, fecha máxima para que entre en vigor el nuevo plan.

¿Cómo han podido modificar in extremis este plan que, de primeras, parecía completamente cerrado y más tras la imposición de la Comisión Europea en relación con los peajes? Pues todo se debe a que se han amparado en el artículo 21 del Reglamento del Mecanismo de Recuperación. En dicho apartado, se especifica que "cuando un Estado miembro ya no pueda, por circunstancias objetivas, completar en su totalidad o en parte el plan de recuperación y resiliencia, incluidos los hitos y objetivos pertinentes, dicho Estado miembro podrá presentar a la Comisión una solicitud motivada con una propuesta para modificar o sustituir las decisiones".

Eliminación de los peajes a cambio de impulsar el transporte ferroviario

Todo este cambio de última hora viene relacionado con el componente 28 del Plan de Recuperación sobre la adaptación del sistema impositivo a la realidad del siglo XXI. Dentro del mismo, se aclara en el apartado de reforma de medidas fiscales que contribuyen a la transición ecológica unas modificaciones en materia de movilidad sostenible: crear un pago por uso de la red viaria de carreteras y la revisión de las figuras tributarias que gravan la matriculación y la utilización de vehículos con objeto de adaptarlas a estándares medioambientales.

Aquí es donde radica el quid de la cuestión. El Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital comunicó que "con la Adenda, se actualizan 69 hitos y objetivos, en respuesta a cambios objetivos en las circunstancias económicas y a solicitudes de las Comunidades Autónomas, con el fin de permitir la ejecución completa de los fondos Next Generation y asegurar así su impacto. Uno de los cambios significativos es la eliminación del pago por uso de autovías sin renunciar a la ambición de los objetivos de descarbonización con programas para la mejora del transporte ferroviario".

El 'trueque' es más que evidente: eliminamos los peajes obligatorios en las autopistas españolas a cambio de mejorar el transporte ferroviario. Y es que el eje central en torno al que gira el plan de actuación es la transición ecológica. La Comisión Europea quería implantar los peajes para penalizar y controlar las emisiones de CO2 en las carreteras españolas y fomentar el transporte sostenible.

El mesías de los españoles ha sido la red ferroviaria. La reforma presentada ha centrado parte de su inversión en la mejora de los trenes a nivel nacional, no para el uso de turistas, sino en relación con el transporte de mercancías. Todo para reducir la contaminación, es decir, unas medidas que van dirigidas más que para modernizar la red de transporte, en ofrecer una gestión activa contra el cambio climático y con las recomendaciones que tanto recalcan la Unión Europea.

La realidad es que esta nueva propuesta ecológica del Gobierno, avalada por la Comisión Europea, puede afectar a los camioneros de nuestro país a través de un éxodo natural de realizar los transportes mercantiles mediante el uso de la red ferroviaria y que el empleo de camiones se viera reducido. Por el momento, lo único que se ha sacado en claro es que gracias a este acuerdo, la ciudadanía, de momento, no tendrá que pagar los peajes.

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  • D
    Davidoff

    «...lo único que se ha sacado en claro es que gracias a este acuerdo, la ciudadanía, de momento, no tendrá que pagar los peajes.»

    Mejor no aplaudir todavía. En cuanto 'el Sátrapa' empiece a pagar la factura de separatistas y bilduetarras, la caja empezará a adelgazar. Será entonces cuando nos meterá mano a la cartera en las carreteras.

  • B
    Burckhardt7

    ¡Menudo crack! Como si fuera facil pasar el trafico de camiones a trenes, ojala lo consiga, casi tan facil como mejorar correos poniendo a sus amigos al frente.

    • J
      jgarejula2

      Seguirá el procedimiento habitual de los socialistas: poner penalizaciones al transporte de mercancías por carretera. Como es absolutamente imposible sustituir éste por el ferrocarril, la consecuencia será un nuevo aumento de los precios y probablemente el desabastecimiento en algunas zonas si no en todas. O sea un nuevo desastre. Cuando estas ideícas se ponen en la mesa me viene a la cabeza la idea que tuvo Mao de exterminar a los gorriones porque se comían parte del grano. El resultado fue que los insectos proliferaron, langostas incluidas, y se desató la hambruna que segó la vida ochenta millones de personas. Ochenta. Y la cosa no terminó ahí. Investiguen por qué se sigue hoy polinizando a mano en China. A MANO.