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Bosch cierra una segunda planta en Barcelona y traslada la producción a Polonia

Nuevo revés a la industria catalana de la automoción tras el cierre por parte de la alemana Bosch de su segunda planta en apenas un año que ha supuesto la pérdida de más de 600 empleos.

El cierre de la segunda planta de Bosch en Barcelona supone haber perdido más de 600 empleos en apenas un año.

La industria catalana del automóvil no pasa por sus mejores momentos, y son ya muchas las empresas que han cerrado sus plantas y otras las que han trasladado su actividad fuera de Cataluña. La última ha sido la multinacional alemana Bosch, que acaba de cerrar definitivamente su planta en Lliçà d'Amunt (Barcelona), donde trabajaban 336 empleados, trasladando la producción de esta fábrica a Wroclaw (Polonia). De los 336 empleados que Bosch tenía cuando anunció el cierre, 60 los contratará a partir de este mes de septiembre la francesa Barat Alte, que prevé invertir entre 5 y 6 millones en reindustrializar la planta.

Los 60 futuros trabajadores de Barat Alte se elegirán entre 113 candidatos, y los que no sean seleccionados buscarán reconvertirse profesionalmente con el asesoramiento de la empresa especializada en recolocaciones Lee Hecht Harrison, según han explicado a Efe fuentes sindicales. El resto de plantilla ha decidido no optar a estas plazas por varias razones, como por ejemplo jubilaciones o porque ya han encontrado otro empleo.

La dirección de la multinacional alemana de ingeniería y tecnología informó de la decisión a su plantilla de Lliçà d'Amunt el 25 de febrero de 2021, meses después de hacer lo mismo con sus aproximadamente 300 empleados de la fábrica de Castellet i La Gornal (Barcelona), en ese caso porque decidió trasladar la producción a Serbia.

Con todo, la empresa cesó su producción en Lliçà d'Amunt ya el pasado 24 de abril, cuando se finalizó la última pieza. Desde entonces y hasta hoy en la planta solo se llevaban a cabo tareas administrativas o de índole similar. La noticia comunicada por Bosch supone un nuevo golpe para la industria de la automoción en Cataluña, después de que en meses anteriores anunciaran su cierre compañías del sector como Nissan, TE Connectivity, Faurecia o U-Shin.

Y es que además de cierres de plantas, Cataluña se posicionaba como firme candidata a la adjudicación de la esperada fábrica de baterías para impulsar el coche eléctrico a nivel industrial, una planta que perdió tras la decisión tomada por Volkswagen de instalar finalmente en Valencia, en el parque industrial de Sagunto.

Una decisión que es otro revés para la economía catalana que ha perdido así la oportunidad de recuperar 3.000 empleos que son los que va a generar esta nueva planta valenciana, y a los que se suman entre otros los más de 3.000 perdidos en los últimos años a cuenta del cierre de la planta de Nissan en Zona Franca, a los que hay que sumar cerca de 500 empleos de las diversas industrias de componentes que ya han abandonado Cataluña.

Recuperar Zona Franca

Precisamente, estos terrenos de Nissan en Zona Franca, que llevan inactivos desde el cese de la producción de la firma nipona el pasado 31 de diciembre, salieron ayer a concurso de información pública para adjudicarlos, un pequeño paso para tratar de recuperar la actividad en uno de los emblemáticos espacios industriales de Barcelona.

Según han confirmado a Efe fuentes conocedoras de la operación, el plazo para presentar proyectos arranca hoy viernes 1 de julio y se cerrará el próximo 15 de agosto, y las candidaturas aceptadas deberán aportar información desde esa fecha y hasta el 15 de septiembre, cuando se cerrará el proceso.

Los terrenos de Zona Franca son considerados "la joya" de la multinacional nipona, no sólo por su dimensión sino también por su estratégica ubicación, que los convierten en una plaza muy codiciada tanto para actividades industriales como logísticas. El precio de salida del metro cuadrado se situará en los 24 euros al año el metro cuadrado.

En Zona Franca está previsto que se instale el proyecto del hub de descarbonización liderado por QEV y B-Tech –que ensamblarán vehículos eléctricos de última milla y una furgoneta de la marca Ebro–, así como el del fabricante de motos eléctricas Silence, y otro proyecto logístico.

Silence, que cuenta con Acciona como principal accionista, ocupará unos 60.000 m2 en estos terrenos, que se les adjudicarán de forma directa, en los que prevé ampliar su capacidad de producción y ensamblar un nuevo vehículo eléctrico de dos plazas. Además, ha acordado con los sindicatos contratar a 110 trabajadores de Nissan.

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