El bloque malagueño en Unicaja se plantea exigir la dimisión de Menéndez como CEO

Se recrudece la batalla de poder en Unicaja, con más presión para el CEO. El bloque malagueño en el banco, liderado por la Fundación Unicaja y los dueños de Mayoral, se plantea exigir a Manuel Menéndez, consejero delegado procedente de Liberbank, que presente su dimisión ante el consejo antes del examen de revaluación como máximo ejecutivo pactado en la fusión, según distintas fuentes financieras consultadas por Vozpópuli.

La Fundación Unicaja e Indumenta Pueri, el holding empresarial de la familia Domínguez de Gor, propietarios de la textil Mayoral, son los dos grandes accionistas de Unicaja. Entre ambos controlan el 38,7% del capital y cuentan con cinco consejeros dominicales. La Fundación, que tiene el 30,2% del banco, es la parte activa en este movimiento para anticipar la salida de Menéndez, según las fuentes.

De hecho, la posibilidad de pedir la dimisión del actual CEO está encima de la mesa del patronato. En caso de que acabe llevando la propuesta a un consejo, previsiblemente en uno ordinario, el consejero designado por los dueños de Mayoral daría su respaldo, según fuentes conocedoras. La entidad tiene previsto celebrar una reunión del máximo órgano de gobierno en la última semana de este mes.

Manuel Menéndez está amortizado como consejero delegado de Unicaja", trasladan desde hace meses fuentes internas del banco

La 'puntilla' para Menéndez fueron los resultados registrados por Unicaja en el primer trimestre del año. El banco redujo más de un 43% el beneficio tras pagar la factura íntegra del impuestazo para este año y que en su caso ascendió a 63,8 millones de euros.

En un ciclo histórico de subidas de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE), el margen bruto, que mide los ingresos totales, se redujo un 2,5%. El beneficio se quedó en apenas 34 millones de euros y la acción de Unicaja se hundió casi un 10% el día de la presentación de las cuentas, el 28 de abril.

Medio millón de euros, en juego

"Manuel Menéndez está amortizado", insisten desde hace semanas en el seno de Unicaja. La clave estará en si la presión del bando andaluz es suficiente para que el consejero delegado renuncie aún a costa de perder algo más de medio millón de euros de la indemnización que le correspondería en caso de salir de la entidad por "circunstancias no imputables" a su persona, como recoge el contrato del segundo ejecutivo del banco. También tendría derecho, y no correría riesgo si presenta su dimisión, a otro medio millón por un pacto de no competencia de un año.

Algunas fuentes contemplaban que la Fundación Unicaja promoviera un posible pacto con Menéndez para su salida de la entidad, pero no ha habido movimientos en este sentido. Si por el contrario exige su dimisión en un consejo, se descartaría la vía pacífica y se endurecería la batalla por la cúpula.

Ya han surgido posibles candidatos a sustituir al consejero delegado, como José Sevilla o Juan Antonio Alcaraz, como publicó este medio. También se apunta a algún ejecutivo de la casa próximo a Manuel Azuaga, presidente de Unicaja, como podría ser Isidro Rubiales, adjunto a la Dirección General Adjunta al presidente.

EL BCE aprieta, pero Azuaga dará la batalla

El pacto de integración entre Unicaja y Liberbank fija el 30 de julio, cuando se cumplen dos años de la integración legal, como límite para que Manuel Azuaga ceda todas sus funciones ejecutivas como presidente y Manuel Menéndez someta al consejo su revaluación como CEO reforzado. Esta fue una de las exigencias del BCE para desatascar la fusión, si bien Azuaga dará la batalla para tratar de retener poder sobre alguna área de segundo nivel, como la de riesgos o la de cumplimiento normativo, según fuentes internas del banco. El supervisor único quiere cerrar la batalla de poder cuanto antes, por lo que parece muy poco probable que ceda a las pretensiones de Azuaga, como indican fuentes cercanas a Francfort.

El equilibrio de fuerzas en el consejo se está volcando a favor del bloque andaluz después de que la junta de finales de marzo tumbara la elección de dos independientes próximos a Liberbank y tras la renuncia de Jorge Delclaux. La entidad ha fichado al cazatalentos Spencer Stuart para elaborar el informe de cara a la votación para revaluar a Menéndez, aunque el bando andaluz se quiere anticipar a este paso exigiendo la dimisión del CEO.

Spencer Stuart, no obstante, tiene como prioridad el mandato de buscar tres o cuatro consejero independientes, que casi con toda probabilidad serán mujeres. Lo lógico, como apuntan fuentes próximas a la entidad, es que los nuevos miembros del consejo sean expertos en áreas con poco peso en la actualidad: riesgos, auditoría, tecnología y sostenibilidad.