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Economía

El BCE no teme a Putin: mantiene el plan de retirar estímulos y subir tipos

Acelera la retirada de sus compras de deuda y lo reduce a sólo 20.000 millones para junio, frente a los 40.000 millones previstos, y abre la puerta a finalizarlas en el tercer trimestre

BCE Lagarde
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde. Europa Press

El Banco Central Europeo (BCE) planta cara a Putin y acelera su programa de compra de deuda para finalizarlo, posiblemente, en el tercer trimestre de este año, según ha comunicado el supervisor en un comunicado. Este es el primer paso para comenzar a subir los tipos en Europa, que por el momento permanecen intacto.

El BCE ha decidido rebajar el ritmo de compra a 20.000 millones de euros para junio, frente a los 40.000 millones a los que se preveía que siguiese. En este sentido, el equipo presidido por Christine Lagarde señala que este cambio de rumbo está supeditado a los datos de inflación y a las previsones macroeconómicas.

Para ser más exactos, las compras netas mensuales en el marco de la APP ascenderán a 40.000 millones de euros en abril, 30.000 millones de euros en mayo y 20.000 millones de euros en junio. Asimismo, el programa de compras PEPP, creado específicamente para paliar los daños de la pandemia, seguirá con su hoja de ruta y finalizará en marzo.

Este cambio de rumbo en el plan de retirada de estímulos guarda relación con las nuevas estimaciones de inflación para la zona euro, que se han incrementado al alza para los próximos años. En el caso de 2022, el BCE considera que se elevará hasta el 5,1%, frente al 3,2% estimado en diciembre. En el caso de 2023, la inflación pasa al 2,1%, frenta al 1,8%, y en 2024 será del 1,9%, frente al 1,8%.

Sin tener en cuenta los precios de la energía, las estimaciones del BCE serían las siguientes: 2,6% para 2022; 1,8% para 2023 y del 1,9% para 2024. En este sentido, Lagarde ha asegurado que "el BCE está listo para asegurarse de que la inflación volverá al 2% en el medio plazo".

En cuanto al crecimiento de la UE, los datos también se han revisado a la baja por la invasión de Ucrania. El BCE ha reconocido que la guerra tendrá un impacto material en el crecimiento y el efecto de los eventos se extenderá dependiendo de la duración del conflicto.

Se espera un crecimiento del PIB del 3,7% en 2022, frente al 4,2% estimado a finales de 2021. En 2023 el crecimiento de la zona euro alcanzará el 2,8% y en 2024, un 1,6%.

El BCE «hará todo lo que sea necesario»

Sea como fuere, Christine Lagarde ya aseguró que «tomará todas las medidas que sean necesarias dentro de sus responsabilidades para garantizar la estabilidad de precios y la estabilidad financiera dentro de la zona euro». Así de contundente se mostró la actual gobernadora del Banco Central Europeo hace unas semanas en una rueda de prensa en Francia, después de la reunión del Eurogrupo, justo cuando estalló el conflicto ruso.

La mandataria, escoltada por los ministros de finanzas francés y alemán, quiso lanzar entonces un mensaje de tranquilidad a los mercado, pero sobre todo al pueblo ucraniano. «En este momento oscuro para Europa, los pensamientos del Consejo de Gobierno del BCE están con la gente de Ucrania«.

En esas fechas aún no se habían puesto la sanciones a Rusia y las políticas fiscales tampoco habían hecho aparición. Ahora, con los eurobonos para financiar la guerra encima de la mesa, Lagarde tiene más manga para seguir la senda marcada dentro de su política monetaria. Pero está claro, que lo que diga este jueves marcará el rumbo del año.

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