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Economía

Básculas inteligentes, ¿cómo funcionan? Probamos la SPC Atenea Fit Pro

Por un poco más de lo que cuesta una báscula tradicional, se pueden controlar parámetros como la masa corporal, el sobrepeso o la masa ósea

Las básculas inteligentes son cada vez más una opción preferencial para los amantes del deporte y estilo de vida, pero también para el público en general, que encuentra a precios asequibles dispositivos capaces de darles información sobre lo que sucede en su cuerpo con mucha mayor precisión. ¿Sabemos cómo funcionan?

De entrada, como puedes imaginar, no son como las habituales básculas, ceñidas única y exclusivamente a facilitar el peso. Las básculas inteligentes cuentan con sensores y hacen uso de conectividad con el móvil -a través de bluetooth- para recopilar métricas y realizar informes que el usuario puede ver cómodamente en su teléfono.

Para explicar más a fondo qué hacen este tipo de dispositivos, en Vozpópuli hemos probado la Atenea Fit Pro, una báscula desarrollada por la firma española SPC de la que daremos cuenta también en el video que acompaña esta información.

La báscula SPC Atenea Fit Pro

La báscula está fabricada en cristal ITO, que proporciona una mayor sensibilidad, contribuyendo así a obtener unos resultados más fiables y precisos. Para ello, utiliza una película conductora en lugar de los tradicionales electrodos de metal, ofreciendo así una superficie más suave y uniforme.

Cuenta con un chip de bioimpedencia (BIA) que funciona descargando impulsos eléctricos desde los ocho electrodos de la báscula. Así, se mide la resistencia que ofrece el cuerpo al paso de estos impulsos. La masa libre de grasa y con más músculo, al tener mayor porcentaje de fluidos, favorece su paso. Por su parte, la masa con mayor porcentaje de grasa ofrece mayor resistencia a estas descargas.

El dispositivo cuenta con un par de remos retráctiles que se deben coger con las manos al pesarse, y que permiten, entre otras cosas, calcular el peso de los brazos del usuario, lo que se añade también a las estadísticas o resumen de la app, que se pueden consultar en cualquier momento.

En el caso de la SPC Atenea Fit Pro, los impulsos que lanzan los cuatro electrodos de la barra de medición recorren la mitad superior del cuerpo de manera independiente a los cuatro de la base, destinados al tren inferior. Gracias a esto, la báscula calcula con exactitud dónde se almacena más músculo y dónde hay más grasa. Entre las 28 métricas que permite controlar, están el peso corporal, la grasa corporal, masa muscular, masa ósea o tasa de proteína.

Al arrancar la sincronización -una vez descargada la aplicación SPC IoT que conecta el móvil con la báscula- se pide al usuario datos como la edad, fecha de nacimiento, sexo... Con esa información y el peso detectado por la báscula se ponen en marcha algoritmos que son capaces de decirnos si tenemos sobrepeso o si nuestra masa muscular es la adecuada. En definitiva, puede determinar si nuestra condición, en función de nuestra edad, altura y complexión, es la correcta.

La báscula se puede conectar hasta con diez teléfonos móviles, por lo que para una familia de tipo estándar cumplirá con garantías. Se nos olvidaba; su precio es de 99,99 euros.

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