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El Banco de España propone bajar a la mitad los costes del despido

Esta medida, junto a la implementación de una 'mochila austriaca', permitiría luchar contra la dualidad del mercado laboral

El Banco de España estudiará si modifica sus previsiones de crecimiento tras la rebaja del PIB del INE
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. Europa Press

El Banco de España ha puesto sobre la mesa una nueva propuesta: realizar una reforma laboral basada en una reducción a la mitad de los costes del despido (las indemnizaciones que reciben los trabajadores cuando les echan de su empresa) a cambio de crear un fondo del capitalización similar a la 'mochila austriaca', en el que los empleados acumularían un capital a lo largo de su vida laboral.

Ese fondo se iría llenando con aportaciones de las empresas (equivalentes a seis días de sueldo por año trabajado), y los trabajadores se lo llevarían consigo -de ahí el apodo de mochila- cuando cambien voluntariamente de trabajo para que siga llenándolo su próximo empleador. En caso de no tener que recurrir a él nunca, podrían rescatarlo en el momento de su jubilación; mientras que si son despedidos podrían acceder a lo acumulado para complementar una indemnización por despido que sería inferior.

El Banco de España explica en su Informe Anual, publicado este jueves, que la medida serviría para luchar contra la dualidad del mercado de trabajo, ya que las compañías no se fijarían tanto en el coste del despido a la hora de contratar o prescindir de un trabajador, sino que lo harían en función de su eficiencia y productividad. Este cambio, además, sería positivo para la economía en su conjunto, ya que primarían las decisiones basadas en la productividad.

"Como sabemos existe mucha desigualdad entre las indemnizaciones por despido de trabajadores fijos y temporales, esto supone también una merma de eficiencia para el conjunto del mercado laboral español bastante elevada. Las decisiones de contratación pueden basarse más en los costes de despidos que en la idoneidad o eficiencia de un trabajador para un puesto", ha explicado Óscar Arce, director de Economía y Estadística del supervisor.

Los costes de despido se reducirían todos un 50%, manteniendo la actual diferencia entre el coste de despido de los contratos temporales (8 días por año trabajado que pasarían a ser 4 días) y el de los indefinidos (20 días en los despidos procedentes que pasarían a ser 10, y 33 días en los improcedentes que pasarían a ser 16,5).

Cómo funcionaría el nuevo sistema

La institución que gobierna Pablo Hernández de Cos ha hecho una simulación de cómo podría haber funcionado este sistema en caso de haber sido implementado en el año 2013, ya que el problema que tienen tradicionalmente estos mecanismos es el elevado coste que supone para las empresas implementarlo durante los primeros tres o cuatro años.

En los primeros años, las empresas tienen que complementar el pago de indemnizaciones por despido en función del sistema vigente para los trabajadores que tienen esos derechos adquiridos, al tiempo que van dotando las 'mochilas austriacas' de los nuevos contratados, lo que supone un sobrecoste mínimo de unos 8.000 millones de euros, ha calculado el Banco de España.

Esa cuantía se ha estimado analizando los despidos que se produjeron en España entre 2013 y 2016, en época de crecimiento económico, con lo que en los próximos años dada la vulnerabilidad de la economía española tras la covid-19 podrían ser aún superiores.

Si la reforma se implementa en una época con muchos despidos, el sobrecoste de la transición sería superior a 8.000 millones"

"Lo hemos hecho en fase alcista, somos conscientes de ello. Si lo fuéramos a implementar en una época con muchos despidos el sobrecoste de la transición sería más elevado y somos conscientes de ello. Hay que valorar el timing y el momento cíclico. Lo hemos referido a esos años porque son para los que tenemos datos finos", explican.

El sistema se podría complementar con la introducción de un mecanismo de bonificaciones y penalizaciones (bonus-malus) que redujese las cotizaciones a la Seguridad Social de las empresas con menor rotación laboral, e incrementase las que despiden con mucha frecuencia, apuntan.

El supervisor propone tirar de los fondos europeos

El Banco de España cree que ahora sería el mejor momento para emprender esta reforma, ya que se podrían utilizar los fondos europeos que Bruselas ha puesto a nuestra disposición dentro del Mecanismo de Recuperación para ayudar a las empresas a pagar ese sobrecoste en los primeros años. Éstas se harían cargo totalmente de los pagos al fondo seis años después de aprobarse la reforma.

"Creemos que de esta manera se podría superar este obstáculo que se señala como principal y que tiene que ver con esa necesidad de fondos potencialmente muy elevados para ponerlo en marcha. Nuestra sugerencia es un ejemplo con el que pretendemos contribuir a un debate de construcción", apuntan.

Consideran, además, que utilizar este dinero estaría justificado: "estaría en línea con las condiciones establecidas en el reglamento de la CE, que indica que las reformas financiables con fondos del NGEU deben ayudar a potenciar el crecimiento o a mejorar la sostenibilidad económica o medioambiental".

Los trabajadores menos productivos y con menos disposición a moverse podrían tener una pérdida de derechos respecto al sistema actual"

El supervisor señala que con el nuevo sistema (costes de despido un 50% inferiores y 'mochila austriaca'), la protección de los trabajadores sería la misma en términos generales, aunque admite que habría casos en los que los empleados se verían menos favorecidos que con el sistema antiguo.

"Podemos intuir que los trabajadores que se movieran más de forma voluntaria les podría venir bien ese sistema, mientras que los trabajadores menos productivos con menos disposición a moverse podrían tener una pérdida de derechos respecto al sistema actual", reconocen.

La medida contribuiría a reducir el paro

El Banco de España no ha hecho un cálculo de en qué medida esta reforma contribuiría a reducir la tasa de paro, pero sí asegura que supondría una ganancia en términos de eficiencia general.

"Existen efectos que llamamos de ‘eficiencia general’ de la economía que se verían reforzados, porque favorece la movilidad voluntaria de los trabajadores, y las decisiones de despido y contratación estarían más basadas en criterios de eficiencia y productividad de los trabajadores que en criterios de coste del despido, eso va a aumentar el nivel de eficiencia de la economía".

Hasta ahora, a la hora de elegir a quién despedir en caso de tener que hacer ajustes, las empresas suelen escoger a los trabajadores cuya indemnización por despido vaya a ser inferior, en lugar de elegir a los menos productivos.

Además, consideran que "va a hacer más justo el nivel de protección, porque ahora es injusto que los fijos estén muy protegidos y los temporales lo estén escasa o nulamente". "Al favorecer esa movilidad vamos a hacer que el mercado de trabajo funcione mejor y la economía española mejore mejor y eso significará más PIB y pensamos que a priori menos desempleo involuntario".

El Banco de España se ha comprometido a seguir trabajando en ello y analizar los beneficios que supondría el cambio.

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