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Sevilla marcará líneas rojas con el núcleo duro de Unicaja para controlar al CEO

El sucesor de Azuaga quiere dejar bien atado su papel como presidente y aclarar la separación de poderes, como ha exigido el BCE.

Sevilla marcará líneas rojas con el núcleo duro de Unicaja para controlar al CEO
José Sevilla, en su etapa como consejero delegado de Bankia. EP

Delimitar sin fisuras el papel de la cúpula en Unicaja. José Sevilla, exconsejero delegado de Bankia y nuevo presidente no ejecutivo del banco andaluz, trabaja con el núcleo duro de accionistas para definir su papel como contrapeso del consejero delegado, Isidro Rubiales, a quien marcará líneas rojas sobre las competencias de cada uno, según trasladan a Vozpópuli fuentes financieras.

Manuel Azuaga, que decidió retirarse antes de lo previsto, ya cedió todos los poderes ejecutivos en septiembre en favor de Rubiales, su mano derecha durante muchos años. Era una de las condiciones del Banco Central Europeo (BCE) para aceptar la nueva cúpula, en la que también impuso un candidato externo como el exconsejero delegado de Bankia.

Pero Sevilla tendrá la capacidad de convocar al consejo de administración y de fijar el orden del día a iniciativa propia. Una competencia exclusiva del presidente y que le otorga un poder “inmenso” para controlar al consejero delegado, como ponen de manifiesto fuentes internas de Unicaja.

Fuentes oficiales de Unicaja aseguran que las funciones del presidente institucional están claramente definidas. De él depende la coordinación de "la interacción de la segunda y tercera línea de defensa con los órganos de gobierno" y de la secretaría general.

Garantizar el modelo del BCE

El sucesor de Azuaga quiere aclarar con los grandes accionistas del banco (la Fundación, los dueños de Mayoral y el empresario Tomás Olivo) su papel en la nueva era que se abre tras la batalla de poder por la fusión con Liberbank.

“Sevilla se quiere garantizar con los accionistas que efectivamente se impone el modelo del BCE de ser un presidente incómodo para el CEO. Es un ensayo en España y pretende delimitar los papeles de cada uno”, indican fuentes próximas a la entidad. El tándem Sevilla-Rubiales será una prueba de fuego para comprobar si un presidente externo logra apagar los incendios de las cúpulas.

El nuevo presidente y el consejero delegado no se conocían personalmente antes de su elección como sustituto de Azuaga. Una circunstancia que gustaba en el seno del BCE, como indican las fuentes consultadas.

Templar la tensión del consejo

El exconsejero delegado de Bankia tiene talante conciliador y su experiencia en la etapa más complicada de la banca tras el rescate de Bankia le avala como ‘pacificador’ en un consejo de alta tensión como el de Unicaja.

Sevilla era el candidato de la Fundación, que controla el 30,2% de la entidad, para reemplazar a Azuaga, después de haberse prestado para simular un proceso de selección del nuevo CEO, que el núcleo duro de accionistas había pactado previamente con el BCE que sería Rubiales.

El CEO de Unicaja, Isidro Rubiales
El CEO de Unicaja, Isidro RubialesEuropa Press

Pero su elección como presidente no fue fácil y estuvo a punto de saltar por los aires precisamente por el rechazo del consejero delegado, que prefería a otro candidato “menos incómodo” y apostaba por Ana Bolado, según fuentes conocedoras.

Algunas fuentes consultadas también apuntan a que el perfil financiero de Sevilla meterá más presión a Rubiales para impulsar el negocio, que no termina de despegar pese a la inercia positiva de los tipos de interés. De hecho, la rentabilidad sobre el patrimonio tangible (conocida como ROTE) de Unicaja cayó del 4,4% del cierre de 2022 al 4,2% en 2023. Compara con unas ROTE del 15% de media entre los cinco grandes bancos del Ibex.

¿Otra fusión?

Este es el acicate para señalar al banco como posible candidato a protagonizar fusiones, como apuntan distintas fuentes de la banca de inversión. Aunque de momento el núcleo duro de accionistas da unos meses a Rubiales para enderezar la estrategia. Y aquí puede jugar un papel clave el nuevo presidente, que fue el encargado de hacer en Bankia los números para la fusión con CaixaBank.

Manuel Azuaga, de 76 años, cederá el testigo de forma definitiva a Sevilla tras la junta de accionistas que prevé celebrar la entidad en primavera. Aun no hay fecha de convocatoria, pero se espera para finales de marzo o inicios de abril. Será el momento en el que Unicaja arrancará una nueva era en la cúpula, pero sin despejar el fantasma de una nueva fusión con alguno de los grandes bancos.

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