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La banca 'esquivará' el control del Gobierno sobre el impuesto

Las entidades anticipan un aumento del precio del crédito, que será muy difícil de detectar si se debe al nuevo gravamen

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Fachada del Banco de España. Europa Press

El Gobierno tendrá las manos atadas para controlar que la banca no traslada el impuesto extraordinario a los clientes, según distintas fuentes bancarias consultadas por Vozpópuli. De hecho, en las entidades se da por seguro que subirá el precio del crédito y otros servicios financieros en los próximos meses, aunque será "imposible" detectar si se debe todo o parte a la nueva carga tributaria, según exponen fuentes cercanas a los grandes bancos.

Los banqueros han advertido al Ejecutivo de que la tasa puede restringir el crédito en un momento clave para la economía y las dudas sobre una posible recesión. Y el sector anticipa un encarecimiento en los préstamos por el empeoramiento de las perspectivas macroeconómicas, la galopante inflación y tras el primer movimiento al alza del precio del dinero por parte del BCE. Además, el organismo presidido por Christine Lagarde podría endurecer aún más su política monetaria después de la nueva subida de tipos de la Reserva Federal.

"El crédito se encarecerá y no hay contabilidad analítica en la banca para controlar si se repercute parte del impuesto", explica un alto directivo de una de las grandes consultoras financieras.También hay que tener en cuenta que cada banco aplica una política distinta para examinar el perfil del cliente cuando solicita financiación. De hecho, se trata de uno de los secretos comerciales mejor guardados por las entidades.

Maquillaje

El Gobierno planea dar más poderes a la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) para que se encargue de controlar y sancionar los bancos si repercuten a sus clientes el impuesto. Aunque en las últimas horas no está claro si finalmente será éste el organismo que vigilará a las entidades.

El anuncio del impuesto hace más de dos semanas ha soliviantado a las entidades, que, como es lógico, rechazan de plano la tasa. Pero sobre todo critican que Pedro Sánchez anunciara el gravamen el pasado 12 de julio en el Congreso sin previo aviso y sin tenerlo definido. Las entidades siguen sin conocer el detalle más de dos semanas después y el texto definitivo, que se tramitará como una proposición de ley, tardará meses. Esto está provocando que el sector bancario vuelva al centro del debate público justo cuando las hipotecas se encarecerán alrededor de 100 euros al mes por la escalada del euribor.

Impacto en la reputación

Antes del anuncio del impuesto, las entidades temían un impacto en su reputación por la subida de las hipotecas ante el nuevo escenario en la política monetaria. Y preparaban un plan para defender que el encarecimiento se debía precisamente a un cambio de paso en el BCE tras seis años consecutivos con los tipos de interés en negativo y para desvincularlo de sus políticas comerciales.

El Grupo Socialista y Podemos registrarán hoy la propuesta para crear tanto el impuesto a la banca como a las energéticas. En el caso del sector financiero, el Ejecutivo quiere recaudar unos 1.500 millones de euros al año en los ejercicios fiscales de 2023 y 2024. Algunas entidades, como Bankinter, ya han anunciado que darán la batalla legal para tratar de no pagar el nuevo gravamen. Las entidades defienden que ya contribuyen al Fisco con el 30% del Impuesto de Sociedades y que además hacen aportaciones a los fondos de rescate europeos y nacionales.

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