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Economía

Del 'gas ruso' al 'hidrógeno español': Alemania busca otro socio energético 'low cost'

Alemania lograría satisfacer en 2030 el 50% de su demanda prevista de hidrógeno renovable a través de las importaciones de hidrógeno español, con unos ahorros anuales de 340 millones

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El canciller alemán, Olaf Scholz, junto a Pedro Sanchez en Berlín. EP

La crisis energética por la invasión de Ucrania por parte de Rusia está marcada por la dependencia de los países del centro de Europa por el gas ruso. Mientras Europa defiende en bloque los intereses ucranianos, Rusia utiliza esta necesidad para castigarles. Alemania es uno de los países más afectados y la mayor señal de alarma. El motor económico e industrial del Viejo Continente opera a semejante velocidad gracias al gas que llegaba por tubería desde los pozos rusos. Ahora, sin gas ruso y con soluciones de emergencia para afrontar el corto plazo, el país busca en el exterior una nueva alternativa que acompañe la transición energética que realiza dentro de sus fronteras. ¿Puede ser esta opción el hidrógeno verde español?

Según un informe de noviembre de 2021, antes del estallido de la guerra en Ucrania, un informe del Hydrogen Council apuntaba a esta alternativa para Alemania. Esta asociación creada en 2017 por empresas alemanas de gran calado como BMW Group o Daimler y otras grandes energéticas europeas como Shell o Total, afirmaba que Alemania sí lograría satisfacer el 50% de su demanda prevista de hidrógeno renovable en 2030 a través de las importaciones desde España. Esta decisión le permitiría alcanzar unos ahorros anuales de 340 millones de dólares frente a producirlo en su territorio.

Eso sí, la llegada de hidrógeno verde desde España a Alemania se tendría que realizar a través de gasoducto o 'tubería verde'. Un asunto que levanta las dudas desde el sector, ya que es altamente improbable que fuera rentable enviar desde España a Alemania grandes cantidades de hidrógeno verde a un precio rentable. Principalmente, porque esta tecnología está aterrizando y en 2022 cuenta con grandes incógnitas

Fuente: Hydrogen Council

El informe se publica cuando el famoso Midcat, el gasoducto que conecta a España con Francia a través de Pirineos y que puede llevar gas 'español' al centro de Europa, era todavía una alternativa. Una infraestructura que se interpretaba posible en el propio mapa publicado de Hydrogen Council.

Pero ahora está el 'BarMar' o también denominado 'H2Med'. Un gasoducto se ha pactado este año y que necesita una inversión de 3.000 millones de euros. Tanto España como Francia prevén que la construcción de esta infraestructura dure, al menos, entre siete y ocho años, por lo tanto, podría estar lista en 2030. Con este calendario, el H2Med no constituirá una solución a la actual crisis energética.

Si el consumo de gas en Alemania sigue reduciéndose, como ha sucedido en los últimos meses, los flujos que transiten por el gasoducto H2Med no serán necesarios y es probable que el proyecto se convierta en un costoso activo varado. Pero sí podría ser efectivo, en un futuro, para el hidrógeno verde.

Un motivo por el que se entiende que H2Med tenga el visto bueno del Gobierno de Olaf Scholz, al considerarlo una solución para mejorar su propia seguridad energética. No obstante, resultaría curioso que, en plena presión de la Comisión Europea para que los países miembros acerquen los sitios de producción energética a las zonas de consumo, su principal economía decida algo similar.

La dependencia de Alemania

Alemania pretende la neutralidad climática en 2045. Su hoja de ruta marca que el 80% de la electricidad y el 60% de todo el abastecimiento energético en el país provengan, por entonces, de energías renovables. Este año 2022 tenían como objetivo apagar todas sus centrales nucleares centrales, desde 2019 funcionan solo seis centrales.

Según explica el Ministerio de Exteriores alemán, su objetivo antes de esta crisis era reducir la dependencia de las importaciones de petróleo y gas natural, donde su mayor proveedor es Rusia. Alemania importaba hasta ahora carbón, petróleo y gas natural por unos 45.000 millones de euros anuales. El objetivo era llevar esta inversión a las renovables.

El conflicto bélico y diplomático ha alterado los planes. Alemania era el mayor importador de gas ruso en Europa y arrancó el conflicto con Rusia como el más vulnerable. El país decidió diversificar sus proveedores de gas con celeridad, incluyendo los contratos recientemente negociados con Canadá y Emiratos Árabes Unidos.

Este escenario provocó que matizara su contienda contra las nucleares y prolongase la vida útil de dos de las tres centrales que le quedan hasta después del invierno, un cambio importante para el ministro de economía, perteneciente al partido de Los Verdes de Alemania.

La duda está, cuando termine la crisis de suministro, saber si el sistema energético del país mantiene la idea de producir toda la energía que se consume dentro del país o busca otro socio 'low cost' para remontar el vuelo.

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  • K
    Karl

    "Cuando una empresa privada falla, quiebra. Cuando una empresa pública falla, se expande."
    ~Milton Friedman