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Economía

El riesgo que se avecina tras la ruptura entre Deutsche y Commerzbank

Sedes de Deutsche Bank y Commerzbank.

La ruptura de las negociaciones entre Deutsche Bank y Commerzbank ha evitado a la economía alemana y europea el riesgo de la creación de un gigante bancario demasiado grande para caer, pero ha abierto también un escenario de incertidumbre para los dos mayores bancos comerciales de Alemania. Dos entidades que si bien no están en una situación alarmante o de extrema urgencia, sí necesitan cuidados y afrontan un panorama muy distinto después de su fracasado noviazgo, según analistas.

Mientras a Commerzbank se le presumen muchos pretendientes para una futura fusión, tras el fracaso de sus negociaciones, Deutsche recortó este viernes su objetivo de ingresos para 2019 un 9% y enfrenta un panorama en solitario sobre el que planea, en caso de empeorar su situación, la amenaza de un rescate.

"El guapo de la pareja era Commerzbank y es el que va a tener pretendientes, es el más atractivo de cara a una fusión con otra entidad. Sin embargo, Deutsche Bank ha demostrado problemas para retener su negocio en banca de inversión. Va a ser difícil que encuentre algún pretendiente, y eso es motivo de preocupación para el sector", opina Aitor Méndez, analista de IG Group

La creación de un superbanco europeo sería un movimiento que no podemos descartar en los próximos meses"

La decisión de paralizar la fusión entre los dos gigantes alemanes ha aliviado a los inversores. Se han evitado las ampliaciones de capital y otras medidas de riesgo que implicaba la fusión: Deutsche habría tenido que pedir otros 10.000 millones de euros al mercado para afrontar la fusión, y los sindicatos preveían la eliminación de 30.000 puestos de empleos.

Sin embargo, los analistas de Standard & Poor's (S&P) dicen que no hay motivo para el optimismo y que los dos bancos deben centrarse en sus estrategias individuales para reducir riesgos. 

Los analistas de esa agencia de calificación consideran que los equipos directivos de ambas entidades deben generar la confianza necesaria entre los inversores con modelos de negocio que sean capaces de combatir su baja rentabilidad y sus estructuras de elevados costes. No obstante, S&P coincide en que Commerzbank encontrará menos problemas que Deutsche. 

Unicredit pone sus ojos en Commerzbank

En plenas negociaciones entre ambas entidades alemanas, y en un movimiento muy inusual, el banco italiano Unicredit mostró a través del Financial Times su interés en hacerse con el control de Commerzbank para fusionarla después con su filial alemana, HypoVereinsbank.

"El Gobierno alemán no vería con buenos ojos poner a su segundo mayor banco en manos de una entidad extranjera, por eso había presionado en favor de la fusión con Deutsche. No obstante, la jugada de Unicredit de plantear la posible fusión a través de su filial alemana podría despejar el camino y hacer que Merkel acabe aceptando. Commerzbank seguiría siendo alemán y cotizaría en Frankfurt", señala Méndez. 

El Ejecutivo de Berlín es propietario de un 15% del capital social de Commerzbank desde que se vio obligada a rescatarla en 2008 con un coste de unos 20.000 millones. Su acción tiene un precio de 7,4 euros actualmente, muy lejos de los 40 euros que registraba en 2007, y sus directivos ya han admitido que están muy lejos del objetivo de ingresar 9.800 millones en 2020. No obstante, en 2018 consiguió registrar un beneficio de 865 millones, siete veces más que el año anterior.

¿Hacia un superbanco europeo?

Antes que Unicredit, en 2017, también el banco francés BNP Paribas mostró su interés en Commerzbank. Los rumores también apuntan al holandés ING o incluso al Santander.

"Hay otras entidades europeas que podrían estar interesadas. Creo que se volverá a hablar de grandes fusiones a nivel europeo. Francia y Alemania promovieron en el sector ferroviario la fusión de Alstom y Siemens, aunque luego Competencia lo echó para atrás. La creación de un superbanco europeo sería un movimiento que no podemos descartar en los próximos meses", añade el analista de IG Group. 

"Commerzbank es atractivo para una fusión por su fuerte posición entre las pymes, una base de depósitos estable, junto con un valor en bolsa bajo y la estabilidad de sus operaciones", añaden los analistas de S&P.

Deutsche y el alivio de sus inversores

El panorama es más sombrío para Deutsche. A pesar de que este viernes reportó un beneficio neto atribuible de 178 millones de euros gracias a su disciplina de costes, el mayor banco comercial alemán también redujo un 9% su objetivo de ingresos para este año. 

Desde 2008, la entidad ha realizado cinco ampliaciones de capital, la última en 2017. Sus accionistas, entre los que se cuentan algunos dos de los principales fondos de inversión de Qatar y el accionista chino HNA, entre otros, no veían con buenos ojos una fusión con Commerzbank que hubiera dado lugar a un gigante con un balance de dos billones de euros --dos veces el PIB español-- y 140.000 empleados. Demasiado grande para caer, y demasiado grande para ser rescatado.

"El mayor riesgo a largo plazo para Deutsche, y el peor escenario, sería un rescate o que otro banco lo tenga que comprar a precio de derribo, como sucedió en España con el Banco Popular. Dada su situación no creo que vaya a tener pretendientes a no ser que sus acciones caigan a un precio más bajo durante el próximo año", afirma Méndez.

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