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El Consejo de Privatizaciones desveló por error la banda de precios de AENA e incendió el Consejo de Ministros

El aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, una de las joyas de la corona de AENA

Las cifras de valoración de AENA, publicadas por error en el informe del Consejo Consultivo de Privatizaciones (CCP), están detrás de las dudas que han surgido en torno a la salida a Bolsa del gestor aeroportuario desde que el pasado viernes el Consejo de Ministros decidiera no dar luz verde al registro del folleto de la OPV aunque estaba previsto para esa fecha. Pese a no contar con carácter vinculante, la banda de precios reflejada en el informe del CCP reforzó la teoría defendida por algunos ministros que consideran que no es éste el mejor momento para realizar la colocación en Bolsa.

De acuerdo con el informe que el CCP entregó al Gobierno, la valoración de AENA se situaría entre 6.225 y 8.025 millones de euros. Cifras que, especialmente la referida a la parte baja de la horquilla, hicieron que se pusiera el grito en el cielo en el encuentro ministerial de los viernes al considerar que se trata de cifras demasiado bajas.

Fuentes conocedoras de la situación señalan a Vozpópuli que llegó a deslizarse la idea de que si el precio final de la operación se aproximaba a la parte baja de la banda, no merecería la pena seguir adelante con la OPV.

Las cifras de la banda de precios nunca debieron aparecer en el informe de CCP, que a lo largo de 25 páginas expone los procedimientos llevados a cabo en todo el proceso de la privatización, al que le pone una muy buena nota.

Fuentes del organismo reconocieron a este diario de que la inclusión de las valoraciones fue un error “porque no es algo que competa al Consejo”.

¿Cuadran las cuentas de Moncloa?

De hecho, en ninguno de los informes del CCP correspondientes a las privatizaciones de compañías a través de una salida a Bolsa figura la banda de precios. Los últimos casos fueron los de Indra y Red Eléctrica, en 1999, y Ence e Iberia, dos años después.

Sin embargo, el error del Consejo de Privatizaciones trascendió más allá de una mera anécdota. Con las cifras en la mano, los más reticentes a la operación apuntaron a que si el Estado tan sólo iba a ingresar poco más de 3.100 millones de euros por vender el 49% del gestor aeroportuario, las cuentas no terminaban de cuadrar.

Desde que el proceso de privatización de AENA se aprobó en Consejo de Ministros, en la primera semana de julio, se han barajado valoraciones de todo tipo, aunque la mayoría de ellas estaban en el entorno de los 3.500 millones de euros. Hacienda y la Oficina Económica de Presidencia estiman que el Estado debe ingresar más por uno de sus activos más preciados.

Sin doble auditor en las privatizaciones

En teoría, el debate del pasado viernes no debería haber versado sobre cifras y sí sobre un aspecto más procedimental. Precisamente, ha sido una cuestión de procedimiento la que se ha aireado como explicación para retrasar la presentación del folleto.

Concretamente, el hecho de que la carta de conformidad de la OPV deba ser firmada por un auditor diferente al encargado de verificar las cuentas de la compañía, en este caso PwC.

Sin embargo, precisamente los últimos procesos privatizadores que han terminado en salida a Bolsa también vienen a dejar en entredicho este aspecto. Los dos que antecedieron a AENA, los de Iberia y Ence, coincidieron en que la firma que auditó las cuentas de las compañías en los tres últimos meses, en este caso la extinta Arthur Andersen, también se encargó de la carta de conformidad.

Idéntico procedimiento se siguió en los casos de Indra, Red Eléctrica y Tabacalera, en este caso con KPMG como firma auditora y autora de la carta. “Y así sucede con las cerca de treinta que han tenido lugar desde 1996", apunta una fuente del mercado, cuando el primer Gobierno de José María Aznar inició una frenética actividad privatizadora, con ejemplos tan significativos como Telefónica, Endesa, Repsol y Gas Natural.

Una semana más, una vuelta más

Lo que sí ha permitido el desliz del CCP en su informe ha sido que el Ejecutivo pueda “darle una vuelta más” a la OPV mientras se resuelve el asunto del doble auditor en el que trabaja la Abogacía del Estado para dar un dictamen sobre si es necesario que la carta de conformidad la firme una empresa distinta a la que audita las cuentas.

A última hora de este miércoles, la aprobación definitiva del folleto de OPV en el Consejo de Ministros seguía dándose por hecha, aunque supondrá dedicar menos tiempo a presentar la compañía a los inversores para mantener la fecha prevista de inicio de cotización, en torno al 12 de noviembre.

Fuentes del mercado apuntan a que las prospecciones de mercado que se han llevado a cabo para comprobar el apetito de los inversores institucionales por AENA están dando buenos resultados.

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