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Economía

La caída de la demanda en Nueva York es una amenaza para la filial de Iberdrola

Una mujer con mascarilla frente a la sede de la Bolsa de Nueva York, en Wall Street.

Ignacio Sánchez Galán tranquilizó a los accionistas de Iberdrola en la junta del pasado 2 de abril. El presidente de la energética explicó que, pese a la crisis del coronavirus, mantendrá en 2020 su objetivo de beneficio y dividendo. Pero su filial en Estados Unidos, Avangrid, no ha sido tan optimista con sus inversores en su emisión de 691 millones de euros de bonos verdes. 

"La propagación continua de Covid-19 y los esfuerzos para contener el virus podrían impactar la demanda de electricidad por parte de nuestros clientes en Nueva York y Nueva Inglaterra, particularmente de empresas, clientes comerciales e industriales", detalla Avangrid en su documento publicado en la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, comúnmente conocida como la SEC.

La filial de Iberdrola menciona estos dos estados porque gestionan un total de ocho compañías de servicios públicos de electricidad y gas natural que prestan servicio a 3,2 millones de clientes en ambos territorios. La otra rama de negocio de la empresa son las energía renovables que se extiende por 22 estados de Estados Unidos, el tercer mercado de Iberdrola tras España y Reino Unido, donde genera 5.335 millones de euros (el 15% de sus ingresos anuales). 

Avangrid también detalla que el coronavirus es un riesgo que puede reducir la disponibilidad y productividad de nuestros empleados. Un escenario que puede provocar un "aumento en los costes como resultado de nuestras medidas de emergencia, pagos retrasados de nuestros clientes y cuentas incobrables", explican en su apartado de riesgos vinculados a esta pandemia.

La crisis sanitaria que golpea a Estados Unidos, principalmente, en el estado de Nueva York es una amenaza que puede provocar interrupciones en la cadena de suministro de la filial de Iberdrola. Un escenario que podría castigar los criterios de calificación para ciertos créditos y provocar ciertas alteraciones en sus actulales acuerdos de compra de energía.

Sin garantías 

El documento emitido en la SEC detalla que no hay garantía de que la propagación del coronavirus y los esfuerzos para contener el virus afecten a Avangrid. La empresa afirma que decisiones como cuarentenas de trabajadores, limitación de reuniones o cierres prolongados de muchas empresas son una medida que amenaza el negocio, el resultado de las operaciones y la situación financiera.

"Avangrid continúa produciendo electricidad y ha implementado planes de continuidad del negocio y respuesta a emergencias para continuar brindando servicios de electricidad a los clientes y apoyar las operaciones, mientras toma medidas de salud y seguridad, como implementar medidas de distanciamiento de los trabajadores y usar una fuerza de trabajo remota donde sea posible", matiza. 

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