Quantcast

Economía

Los despachos esperan una "avalancha" de eres y concursos de acreedores

Imagen de archivo de una oficina de empleo en Madrid.

"2020 va a ser el año de los ERE". Así de rotundo se muestra uno de los despachos de abogados especializados en derecho laboral a los que ha consultado Vozpópuli y que confirman que en noviembre y diciembre se ha producido un pico de empresas que llaman a sus puertas para poner en marcha un plan de despidos colectivos. 

"Cada semana entran una o dos empresas que quieren activar un expediente de regulación de empleo (ERE) y muchas de esas compañías acabarán incluso en concurso de acreedores porque no tienen liquidez suficiente para afrontar el pago de las indemnizaciones si llevan a cabo un despido de toda la plantilla", apunta el abogado de laboral de un bufete especializado en prestar servicios a pequeñas y medianas empresas y particulares, que asegura que la consecuencia directa de un cambio en la reforma laboral será "una avalancha brutal de eres por causa económica".

La razón principal, coinciden, es el miedo a que el futuro Gobierno -previsiblemente liderado por el PSOE y Unidas Podemos- derogue algunos aspectos de la reforma laboral y vuelva a implantar en España la necesidad de contar con una autorización administrativa para llevar a cabo un ERE, por ejemplo, o incremente el coste de las indemnizaciones por despido. 

"Lo primero que van a hacer es que para poder activar un ERE sea necesaria una autorización administrativa, como ocurría en los años 90, de modo que sólo te autorizan los despidos si quiere la Administración. Esto tiene como consecuencia un incremento de las indemnizaciones y a las empresas les da miedo, así que su planteamiento es que antes de que esto ocurra están poniendo en marcha sus recortes de plantilla, ahí está la clave", reconoce el socio de laboral de un despacho internacional. 

Enrique Ceca Gómez-Arevalillo, socio del área laboral de Ceca Magán Abogados, reconoce que en su despacho han detectado inquietud entre las empresas, que comienzan ya a hacer despidos individuales y colectivos. "Lamentablemente sí. La incertidumbre económica, política y legislativa, suele producir un freno en las contrataciones y un incremento de las decisiones extintivas, y actualmente es lo que estamos percibiendo", reconoce. 

El miedo a los decretazos

Por su parte, Luis Jiménez-Arellano Larrea, abogado especialista en laboral del Bufete Mas y Calvet, advierte de que "los partidos políticos que están intentando formar Gobierno han manifestado su intención de realizar cambios legislativos de calado en el ámbito laboral y, sin ánimo de ser alarmista, es muy probable que esto se haga a golpe de decreto y sin desarrollo reglamentario, tal como ha ocurrido antes".

"En el contexto de inestabilidad política que vivimos desde hace meses y en un escenario más que probable de contracción económica, las expectativas en las empresas de que se cree un tsunami legislativo del ámbito laboral hace prever que se produzca un incremento importante de los despidos, que ya se está notando en algunos sectores", apunta.

El experto prevé un incremento de eres y concursos de acreedores, que además "generarán una reacción en cadena que afecta no solo a los trabajadores que dependen del empresario, sino también a los proveedores, a los clientes, a los bancos a los que les ha solicitado un préstamo, etcétera", explica a este medio.

Frenazo económico

"Si se concreta la serie de cambios legislativos en el ámbito laboral (...) aunque a primera vista se favorezca al trabajador, a medio plazo lastrará la iniciativa empresarial y las inversiones, y esto a posteriori terminará perjudicando a los trabajadores", advierte y añade que "cada cambio legislativo se debería realizar con cabeza y buscando consensos, pensando en la creación de condiciones que favorezcan la creación de empresas y las inversiones, sobre todo porque hay muchas señales que apuntan a que la economía se va a contraer".

Coincide con él el socio de laboral de otra firma, que advierte que aunque el miedo a una "contrarreforma laboral" es lo principal, también pesa un sentimiento negativo por un posible frenazo económico.

"No sabemos realmente si es porque tienen miedo a la nueva regulación o porque se nota un cierto parón en la economía, pero la gente está asustada", apunta un experto del área. 

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.