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Economía

Iberdrola busca amparo en Bruselas por el bloqueo de Enel a su ofensiva comercial en Italia

Miguel Arias Cañete, comisario europeo de Energía y Acción por el Clima

La pugna por la distribuidora eléctrica brasileña Electropaulo ha destapado la caja de los truenos en la complicada relación entre Iberdrola y Enel. La compañía que preside Ignacio Galán ha llamado a las puertas de la Comisión Europea en busca de abrir el viejo debate de la supuesta competencia desleal de las empresas con participación pública. Porque, en realidad, la batalla por Electropaulo es sólo el asunto más candente por ser el último en surgir. Pero Iberdrola también está padeciendo los rigores de la posición dominante de Enel en Italia, un mercado por el que ha apostado firmemente la eléctrica con una ofensiva comercial a la que tenía previsto destinar 700 millones de euros.

La carta remitida por Iberdrola  a las comisarías comunitarias de Competencia y Energía y Acción por el Clima pretende llamar la atención del Gobierno de la Unión Europea sobre la estrategia que está llevando a cabo Enel en Brasil para hacerse con el control de Electropaulo que, a juicio de la compañía española, atenta contra los principios de libre competencia recogidos en los Tratados comunitarios. Pero también dedica un amplio espacio a describir lo que sucede en el mercado italiano, en el que Iberdrola se está topando con obstáculos insalvables para ganar cuota. Y Enel vuelve a aparecer en su horizonte.

Así, Iberdrola señala que el proceso de liberalización del mercado eléctrico en Italia está siendo muy lento, lo que ha permitido que Enel haya podido compensar la pérdida de su situación monopolística en el mercado con su actual papel de operador dominante, hasta el punto de contar con una cuota de mercado superior al 70% en la venta de electricidad a los hogares. "Esta situación inédita le ha garantizado ingresos que ningún otro operador puede replicar".

La eléctrica española también denuncia ante Bruselas las ventajas legales y normativas derivadas de los numerosos retrasos a la hora de implantar medidas en el mercado italiano que aseguren una auténtica apertura del mercado. Uno de los aspectos sobre los que Iberdrola llama la atención es que la información sobre los puntos de suministro en Italia no es pública.

Un proceso demasiado lento

"Como los competidores de Enel y los nuevos actores en el mercado, como Iberdrola, no pueden analizar los movimientos del mercado, diseñar ofertas o llevar a cabo campañas comerciales en función de los ámbitos de actuación de los diferentes operadores, Enel se beneficia claramente, como operador histórico, de tener a su disposición la mejor y más actualizada información sobre puntos de suministro y consumidores en sus bases de datos".

Iberdrola llama igualmente la atención sobre otros aspectos como los problemas normativos para llevar a cabo el traspaso de clientes de operadores históricos a los que han entrado recientemente en el mercado.

Elementos todos ellos que no están directamente relacionados con la pugna por el control de Electropaulo y sí con los resultados que arroja la ofensiva comercial que Iberdrola planteó en Italia y que, por el momento, mantendrá.

El distinto caso de Portugal

Nada que ver con lo sucedido en un mercado como el portugués, en el que Iberdrola también busca un destacado protagonismo. Allí también se encuentra con una compañía como Electricidade de Portugal (EDP), que aún conserva un vestigio de participación pública. Sin embargo, su proceso de liberalización del mercado eléctrico está notablemente más avanzado que el italiano.

En el país vecino, Iberdrola está pudiendo batirse el cobre contra EDP, especialmente en lo que se refiere al sector de los hogares (más complicado es el de las empresas, aunque más por la agresiva oferta comercial de EDP que por obstáculos del sistema).

La peculiar lucha por comprar Electropaulo ha sido el último episodio de un enfrentamiento que ya viene de lejos. Y aderezado además por el hecho de que Enel es el accionista mayoritario de Endesa, el principal competidor de Iberdrola en España. La carta a la Comisión Europea y la amenaza de posibles acciones legales van mucho más allá de una operación empresarial, que no es baladí (hay mucho en juego en Brasil) pero que no es el único desvelo de Iberdrola.

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