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Economía

Gabriel Escarrer (Meliá): "Da envidia ver cómo otros países ayudan a sus empresas turísticas"

El presidente de Exceltur y consejero delegado de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer

La temporada estival se aproxima en España como una de las más anómalas de la historia de un país tradicionalmente turístico, en el que este sector representa casi un 13% del PIB. La incertidumbre sobre la evolución del coronavirus y la permisibilidad a viajar traza un horizonte incierto para esta industria. En una  entrevista con VozpópuliGabriel Escarrer, consejero delegado y vicepresidente de Meliá, el principal grupo hotelero del país, se muestra escéptico sobre la recuperación de una "mínima" normalidad en la ocupación este verano.

La patronal turística Exceltur, de la que Escarrer es también presidente, ha ampliado hasta los 124.500 millones de euros las pérdidas estimadas para el sector tras las recientes declaraciones de los ministros de Consumo, Trabajo y Hacienda sobre la posibilidad de que la actividad turística no se reactive hasta finales de año, manteniéndose las restricciones a esta actividad. Durante la conversación con este medio, el CEO de Meliá ha comentado las "insuficientes" medidas del Gobierno, así como las perspectivas de negocio para los próximos meses y la estrategia comercial e inversora de la compañía.

¿Cómo está afectando a las grandes cadenas hoteleras como Meliá el coronavirus?

De una manera radical, supongo que como a cualquier otra gran empresa en la que la demanda cae  prácticamente un 100% de un día para otro y sin previo aviso. Aunque le diría que en el caso de las empresas turísticas el impacto será incluso mayor, pues la recuperación será también más lenta y costosa, con todo lo que esto implica.

Tras el cierre de hoteles por orden del Gobierno, ¿qué medidas están adoptando?

Nuestro plan de contingencia es muy amplio y se focaliza en tres prioridades fundamentales: asegurar la continuidad del negocio a medio y largo plazo, preservar al máximo el empleo y el talento de la empresa, y preparar la ansiada fase de reactivación y recuperación de la industria y la economía de los destinos en los que opera.

Para ello, trabajamos en el fortalecimiento de nuestra liquidez y la reducción de gastos no prioritarios, tanto fijos como variables. Además, ante la situación de cierre de los hoteles, hemos presentado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor para los empleados de sus hoteles, oficinas corporativas y regionales ubicadas en España, acogiéndose a las medidas excepcionales aprobadas por el Gobierno de España como consecuencia de la Covid-19.

¿Están acordando nuevas líneas de crédito con las entidades financieras? 

Otra prioridad fundamental del plan de contingencia ante una crisis como la actual es garantizar la liquidez de la empresa. La compañía contaba con una situación de caja muy favorable y con pólizas de crédito sin disponer que, junto a la nueva financiación que estamos negociando con varias entidades financieras de referencia, nos otorgan una liquidez importante para afrontar esta crisis de duración incierta. Nos favorece también el bajo nivel de deuda acumulada (con un ratio de deuda neta-Ebitda en torno a 2x) en el marco de la estrategia financiera que la compañía ha venido manteniendo durante los últimos años.

"En general las medidas del Gobierno han sido pocas e insuficientes"

Como CEO de la principal cadena hotelera del país, ¿cómo ha recibido las ayudas económicas del Gobierno?

En materia laboral, que para nosotros es la más importante porque nos permite mantener a nuestras personas y nuestro talento, la figura de los ERTEs por fuerza mayor aprobada por el Gobierno al cerrar los hoteles ha sido muy importante y ayudará a no destruir tanto empleo, pero su duración debe acompasarse al tiempo en que los hoteles permanezcan cerrados no solo por decreto, sino por inexistencia de demanda una vez que se inicie la recuperación. En cuanto a medidas para apoyar la liquidez de las empresas, la cuantía ha sido insuficiente, y la burocracia y requerimientos, excesivos.

Como empresario y como presidente de Exceltur debo decir que en general las medidas han sido pocas e insuficientes: en materia fiscal apenas se han dictado ayudas a las que podernos acoger, no se han condonado impuestos o cuotas de la Seguridad Social mientras todo el sector está cerrado, y los aplazamientos son muy limitados, es decir, ni siquiera se nos han ofrecido medidas que nos den la necesaria flexibilidad y tiempo para recuperarnos u organizarnos. Tampoco se ha considerado a las empresas a la hora de legislar un marco que favorezca la suspensión temporal de las rentas por los alquileres, un factor tremendamente importante para el sector turístico. 

¿Han pedido más ayudas al Ejecutivo?

Desde Exceltur hemos enviado cartas al presidente del Gobierno y a todos los ministros competentes para valorar estas medidas y no hemos recibido respuesta alguna, y por ello seguimos reclamando una interlocución inmediata, para que escuchen a las empresas antes de que sea demasiado tarde. Lo cierto es que da cierta envidia, o lástima, ver lo que países de nuestro entorno como Alemania u Holanda, en los que el turismo no tiene el peso que tiene en España, están ayudando a su sector turístico empresarial.

Es evidente que necesitaremos un plan decidido de medidas de apoyo por parte del Gobierno si no queremos que después del verano se produzca una ola de quiebras. Mas que nunca, debe fomentarse la colaboración público-privada, porque es la única vía para mitigar las peores consecuencias de esta crisis, en forma de paro y cierre de empresas. El futuro del tejido empresarial español y el empleo presente y futuro exige una colaboración leal y máxima entre los líderes políticos de las distintas Administraciones y las empresas.

¿En qué medida afectará a Meliá la crisis del turismo que previsiblemente vivirá España este verano?

Nos afectará muchísimo, porque se sumará a la crisis del turismo en el resto del mundo. Esta pandemia es un problema global y el turismo está siendo afectado en todos los destinos y por parte de todos los mercados emisores. Dicho esto, en España el grado de afectación dependerá de la evolución de la pandemia y de su gestión en nuestro país, y por ello será muy importante el grado de confianza que consigamos trasladar a los países emisores de turistas, garantizando la seguridad, estableciendo fórmulas como el “pasaporte sanitario”, etc. 

"El escenario más probable apunta a que no se recuperará una mínima normalidad hasta finales de este año"

¿Cuándo esperan recuperar la normalidad en sus hoteles en España?

Estamos seguros de que primero se recuperará el turismo nacional, sobre todo en las costas y ciudades de la Península, por las facilidades para utilizar transporte individual; pero las islas, tanto Baleares como Canarias, tienen una oportunidad para convertirse en destinos-refugio, con un mayor y más temprano control de la pandemia, por lo que si gestionan bien este escenario podrían ser también destinos clave. El turismo internacional tardará más, pues el proceso de apertura de fronteras y conexiones aéreas será más complejo.

Esto implica que en el momento en que podamos empezar a abrir nuestros hoteles, se hará de forma muy escalonada y con ocupaciones muy pequeñas al principio, que complicarán la gestión y comprometerán aún más nuestra rentabilidad. El proceso será progresivo, acompasando la apertura de los hoteles a la evolución de la demanda, ya que no se pueden abrir hoteles sin clientes.

El escenario más optimista, que no pensamos se pueda cumplir, señala una apertura escalonada a partir del mes de julio. El escenario más probable apunta a que no se recuperará una mínima normalidad hasta finales de este año, con niveles medios de ocupación que nos permitan abrir una masa importante de hoteles. Si finalmente el Gobierno ordenara el mantenimiento de los establecimientos cerrados hasta final de año, entendemos que se perderían también las Navidades y buena parte de los viajes del primer trimestre de 2021.

Entonces, ¿contemplan retrasar aperturas hasta 2021? 

Debido al nivel de incertidumbre actual, fomentada por las conjeturas realizadas desde varios ministerios sobre el modo y los tiempos en lo que se desplegará el llamado “desconfinamiento”, no tenemos un calendario en firme y caben dos escenarios.

En el primero, el levantamiento de las restricciones en los establecimientos turísticos, paulatino y con medidas y controles de seguridad, se realizaría a partir del mes de junio y algunos hoteles vacacionales podrían abrir en julio; mientras que los hoteles urbanos abrirían, en función de que la demanda lo permita, entre los meses de septiembre y diciembre.

En el segundo escenario, el del mantenimiento del cierre obligado hasta final de año, obviamente todos los hoteles permanecerían cerrados hasta el año 2021. Quiero insistir en la prudencia, pues nos resulta imposible concretar más por ahora. Nuestra gestión de contingencia nos obliga a ser más flexibles que nunca y a estar preparados para abrir tan pronto como las reservas, y las restricciones gubernamentales,  lo permitan.

El atractivo turístico de España y los bajos precios de los activos pueden atraer a inversores con abundante liquidez

¿Estudian un ajuste en las propiedades que gestiona Meliá a través de la venta de activos y/o rescisión de contratos de alquiler?

No tenemos ventas de activos planificadas por la situación creada por el coronavirus ni nuevas desafiliaciones de hoteles en el radar.  

Los expertos apuntan al peligro de esta crisis para las pequeñas y medianas empresas, ¿ven una oportunidad para invertir en nuevos activos hoteleros?

El atractivo turístico de España y los bajos precios de los activos en un mercado estresado pueden atraer a inversores con abundante liquidez. En España se da la circunstancia de que el sector está muy atomizado, con poco índice de afiliación a grandes grupos o cadenas, y esto nos resta competitividad y fuerza para resistir a esta situación. Por ello, un eventual proceso de concentración podría dotar al sector de una mayor competitividad y calidad.

Creo que las empresas saneadas, ágiles y que sepan anticiparse y evolucionar para ser competitivas en un mercado que habrá cambiado mucho tras esta crisis, encontrarán seguro oportunidades para crecer a través de fórmulas de gestión o franquicia. En nuestro caso, en Meliá contamos con la importante ventaja competitiva de haber realizado una inversión en transformación digital muy importante, que resultará esencial para competir en el complejo escenario resultante de la crisis actual.

¿Meliá buscará oportunidades de compra en este mercado atomizado?

En nuestros últimos planes estratégicos, el crecimiento de la compañía se ha basado en gran medida en fórmulas poco intensivas en capital como los contratos de gestión, o en operaciones de tipo 'joint venture' de la mano de fondos o inversores de referencia. Entiendo que cualquier crecimiento o incorporación de hoteles en un futuro próximo priorizará estas fórmulas.

"Esta crisis es mundial y el impacto será global y común a prácticamente todos los destinos y mercados emisores"

Tienen presencia en al menos 40 países. ¿Dónde esperan un mayor impacto? ¿Temen por su negocio en destinos estratégicos como Cuba o Brasil? 

Esta crisis es mundial y el impacto será global y común a prácticamente todos los destinos y mercados emisores. Tanto en Brasil como en Cuba nuestro negocio es fundamentalmente gestor, es decir, operamos hoteles pero no tenemos la propiedad, aunque ello no quiere decir que no los apoyemos al máximo y que no luchemos por nuestros colaboradores con todas nuestras fuerzas. Sin embargo, puedo decirle que, al igual que en otros destinos, esta situación pasará, y Cuba seguirá siendo uno de los mejores destinos vacacionales del mundo.

Antes de la pandemia, Meliá tenía el foco puesto en la expansión con Asia-Pacífico hasta alcanzar el 30% de sus hoteles. ¿Ha alterado el virus sus planes?

No, en absoluto. Creo que el potencial del mercado asiático no quedará afectado en lo más mínimo por esta crisis y que, en todo caso, verá incrementado su peso económico y geopolítico a nivel global. Nuestra apuesta en Asia es firme y de largo plazo.

¿Qué estrategia comercial e inversora seguirá Meliá después del coronavirus? 

A nivel comercial trabajamos en un plan de reactivación con diversos escenarios, muy basado en nuestra potente estrategia digital. Es pronto para hablar de inversiones, pero creo poder anticipar que en el futuro deberemos invertir más aún en la seguridad de nuestras operaciones; en la estrategia de marcas y de experiencias; y en una apuesta aún más importante por la sostenibilidad, porque el mundo post Covid-19 habrá cambiado y la sociedad será más consciente y responsable, más exigente, y demandará experiencias más auténticas.

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