El rey Juan Carlos I: de su anillo inteligente que llevan ricos y famosos a cómo ha logrado perder doce kilos

El rey Juan Carlos I llegó a Sanxenxo el pasado miércoles 26 de agosto tras aterrizar en Vigo para participar en las regatas. Esta es la tercera vez que el padre del rey Felipe VI viene a España desde que se exilió a Abu Dabi el 3 de agosto de 2020.  

Durante estos días el Emérito ha tenido un perfil bajo sin querer hablar con la prensa, probablemente siguiendo las recomendaciones que le han hecho, bien del palacio de La Zarzuela o de Moncloa o de ambos a la vez. Tras varios días evitando hacer declaraciones, a pesar de que se ha mostrado muy accesible en todo momento, este domingo rompió su silencio para confirmar que regresará a Galicia “muchas veces”. 

Unas declaraciones que hizo antes de entrar en el Real Club Náutico donde se celebró una cena para conmemorar el fin del Trofeo Hotel Carlos I de Silgar, que se disputó este fin de semana y en el que su barco, el Bribón, resultó ganador. 

El rey Juan Carlos se siente muy querido y admirado en Sanxenxo, donde siempre recibe muchas muestras de cariño, como esta vez que ha sido recibido entre aplausos y vítores. Este domingo, varias personas que se encontraban a las puertas del Club Náutico también le expresaron su deseo de que regrese a nuestro país. “No se vaya de aquí, que está en España”, le gritaron antes de que se celebrase la cena de fin de las regatas. 

Al Emérito le gusta mucho también venir a Sanxenxo porque puede disfrutar de su buena gastronomía y porque es el lugar de encuentro con viejos amigos, entre los que se encuentra Pedro Campos, el empresario y presidente del Real Club Náutico de Sanxenxo, que acoge al rey emérito en su casa cada vez que el monarca aterriza en Galicia. En Sanxenxo también se ha reencontrado con su hija mayor, la infanta Elena, que también participó en las regatas, se unió a la tripulación del Alibabá II, que quedó segundo en la clasificación. 

El rey Juan Carlos ha perdido doce kilos y tiene un rostro más joven 

A diferencia de otras ocasiones, los problemas de movilidad no han sido lo más comentado en estos días, si no que ha sido su nuevo aspecto físico es el que ha acaparado la atención. Al rey Juan Carlos, de 85 años, se le ha podido ver mucho más delgado y con un rostro más rejuvenecido tras haberse sometido a varios retoques estéticos, entre los que se encuentran haber recibido inyecciones de ácido hialurónico y colágeno. 

Además, la periodista Pilar Eyre asegura que el monarca emérito se ha sometido a un tratamiento de factores de crecimiento o plasma vivo en plaquetas, que consiste en extraer el plasma de la propia sangre del paciente, centrifugarla y después inyectarla en el rostro. 

A ello hay que sumarle que el rey Juan Carlos ha perdido doce kilos en los tres últimos años tras haberse puesto en manos de los médicos, Manuel y Mikel Sánchez, médico y traumatólogo, respectivamente. Así lo ha asegurado una persona de confianza del suegro de la reina Letizia. 

“Desde que llegó a Abu Dabi ha perdido 12 kilos porque se está cuidando muchísimo. [El doctor] Manuel Sánchez le manda los menús de forma semanal para que le ayuden en su entrenamiento para la Copa del Mundo, como un verdadero deportista de élite. En la casa tiene cocinero propio, así que no tenía problemas en cocinar lo que el médico le pedía desde Barcelona”, ha señalado en ‘El Español’. 

Así es el anillo que lleva el rey Juan Carlos

Además de llamar la atención el cambio físico del rey Juan Carlos, las miradas también se han centrado en el anillo negro que lleva en el dedo corazón de su mano izquierda, donde lleva una joya que ha acaparado las miradas. Se trata de un anillo inteligente que tiene una finalidad: controlar su salud, y que ya se le vio en el viaje a Suiza por la graduación de su nieta Irene Urdangarin. 

El anillo del rey Juan Carlos tiene propiedades 'ocultas', funciona como algunos conocidos relojes deportivos, mide la frecuencia cardíaca, la calidad del sueño, el estrés, el oxígeno en sangre, la actividad deportiva y las calorías quemadas, según ‘El Español’. Es por ello que el lugar ideal para ponérselo es donde lo lleva el padre del rey Felipe VI ya que es donde las pulsaciones son más fuertes y más fáciles de medir.  

El anillo es de la firma Oura Rings y su precio va desde los 300 euros a los 1.000 euros, dependiendo del modelo, material y características. El modelo más básico está hecho en titanio negro o plata, también puede estar hecho de oro, incluso llevar diamantes.  

Después de la pandemia del coronavirus, se hizo viral por ser capaz de detectar el covid supuestamente y muchos jugadores de la NBA y el futbolista Cristiano Ronaldo lo llevaron entonces.

También tienen un reloj Oura, marca finlandensa, otros miembros de la realeza como el rey Carlos III de Inglaterra o su hijo, el príncipe Harry (Enrique), otros rostros famosos como el actor Will Smith, la modelo Miranda Kerr o el deportista Shaquille O'Neal, así como millonarios como Larry Page (Google), Steve Chen (Youtube) o Kevin Lin (Twitch).