Quantcast

DolceVita

VIAJES

Costa Toscana, un crucero con el que recorrer los principales puertos del Mediterráneo

Francia, Italia y España son los países en los que hace parada este crucero

El buque de Costa Toscana surcando el mar Mediterráneo © Costa Toscana

Valencia, Marsella, Savona, Roma, Nápoles y Mallorca son los destinos en los que hace parada el nuevo buque insignia de Costa, Costa Toscana. Inspirado en la región italiana y bautizado en junio de 2022 en Barcelona, este crucero es sinónimo de excelencia, sostenibilidad y gastronomía y una de las mejores formas para recorrer los principales puertos del mar Mediterráneo.

Convertida en una pequeña ciudad, el crucero de Costa Toscana cuenta en su interior con todo lo necesario para no querer salir de él. Sin embargo, su propuesta de ruta ofrece una maravillosa posibilidad para conocer algunas de las ciudades más bellas del sur de Europa. Con un recorrido circular, y una duración de una semana, el barco ofrece la oportunidad de realizar el viaje al completo o de subir y bajar en el destino que más apetezca.

La salida más habitual en España es Valencia, una ciudad que ahora se encuentra en el punto de mira de medio mundo por su historia, su capacidad para innovar, crecer en gastronomía, sostenibilidad y arquitectura, y convertirse en una de las más bellas de nuestro país.

Crucero Costa Toscana
Uno de los rincones del crucero Costa Toscana © Costa Toscana

Primera parada

Tras embarcar en Valencia, Marsella se convierte en la primera parada del viaje. Llegar hasta allí supone parte de la tarde y la noche surcando las aguas del mar, un tiempo que se puede destinar a comenzar a explorar los interiores de este barco. Pasearlo, planta a planta, es una de las mejores formas para hacerlo. Las piscinas de la cubierta son uno de sus grandes atractivos y una forma perfecta de comenzar el viaje en el caso de que el tiempo permita un baño. Si no, el 'planning' de actividades que ofertan, desde yoga hasta bailes latinos o clases de cocina, se convierten en el pasatiempo idóneo para disfrutar del interior.

Crucero Costa Toscana
El buque Costa Toscana © Costa Toscana

El día siguiente es al completo para recorrer, a pie o en algunas de las excursiones contratadas, la ciudad portuaria de Marsella. Convertida en un importante centro de comercio e industria de Francia, esta ciudad cuenta con numerosos puntos para ver: la Catedral de Santa María la Mayor, el Museo de las Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo, el Castillo de If o la Abadía de San Víctor, son algunos de sus puntos más interesantes.

Viaje al medievo

Aunque la siguiente parada del barco se realiza en Savona, una de las excursiones con las que cuenta el Costa Toscana es la de visitar el pueblo medieval de Finalborgo. Sus casitas bajas, sus calles estrechas y la naturaleza que lo rodea lo convierten en una visita ideal para conocer la profundidad de Italia.

Crucero Costa Toscana
Finalborgo © Costa Toscana

Además, con el pack del recorrido, llevan a los viajeros a un restaurante donde poder realizar su propio pesto y hacer una degustación con productos de la zona. De vuelta al crucero y con toda la tarde por delante, la mejor opción para relajarse es pasar por el spa dejándose llevar entre su sauna, el baño turco y su piscina, todo con vistas al mar. O disfrutar de un masaje o una sesión de estética en su centro de belleza.

Crucero Costa Toscana
Interior del spa © Costa Toscana

Ciudad de ensueño

Habiendo cogido fuerzas, el tercer día es para dedicárselo al completo a la ciudad de Roma. Dado que el barco atraca en Civitavecchia, desde Costa Toscana ofrecen la posibilidad de conocer este destino por nuestra cuenta o a través de diferentes excursiones. Acercarse hasta la Ciudad del Vaticano, el Coliseo Romano, el Panteón y la Fontana di Trevi son visitas obligatorias de una parada como esta. Al finalizar el día, el barco sigue su ruta nocturna hasta Nápoles, donde nos espera un recorrido por la ciudad o la esperada salida hacia Pompeya, el sitio arqueológico que quedó enterrado bajo metros de cenizas tras la erupción del monte Vesubio en el año 79 después de Cristo.

Pompeya, Nápoles © Costa Cruceros

La vuelta hasta Palma de Mallorca supone un día completo de navegación que permite disfrutar de un recorrido por los intríngulis del barco para conocer cómo se organiza, cómo son las cocinas, cómo vive su tripulación o cómo es el mando de cambios del capitán de barco.

Y también para conocer sobre la gastronomía a bordo, otro de los puntos a favor del barco. Con 21 restaurantes y 19 bares, todos ellos con diferentes temáticas y menús de todo el mundo, Costa Toscana se ha posicionado como un crucero en el que ir a comer bien. Italianos, japoneses, pizzerías, sándwiches, buffet libre con productos italianos (debido a su origen), pokes, un Nutella Bar en el que disfrutar de este producto acompañado de crepes y gofres y un sinfín de alternativas para disfrutar navegando. Sin olvidarnos del restaurante Archipiélago, donde se ofrecen tres menús elaborados por cocineros con Estrella Michelin, Ángel León, Bruno Barbieri y Hélène Darroze, que permiten a los visitantes conocer de primera mano y sin salir del barco la experiencia de la alta gastronomía.

La parada en la isla permite a los viajeros descubrir de cerca la capital de la isla de las Baleares. La Catedral-Basílica de Santa María de Mallorca, el Castillo de Bellver, el Palcio Real de La Almudaina o la Lonja de Palma son algunos de los puntos de obligatoria visita en este último punto del recorrido a bordo del Costa Toscana.

Crucero Costa Toscana
Arroz de placton de Ángel León © Costa Toscana

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.