Nadal y la incógnita sobre su futuro: ¿podrá competir al mismo nivel?

El tenista español Rafa Nadal ha logrado su 14 Roland Garros contra el noruego Casper Ruud. El de Manacor, que este sábado cumplió 36 años, se ha mostrado indestructible en la Philippe Chatrier y, pese a todos los giros de 2022, ha sumado su segundo Grand Slam del año, el 22 en toda su carrera, más que ningún otro jugador masculino en la historia. "Lo de Australia fue más sorprendente, esto, al fin y al cabo, es Roland Garros", dijo Nadal tras la semifinal.

El español volvió este año a jugar tras seis meses de inactividad por la intervención en su pie izquierdo, provocada por una lesión crónica que le provoca fuertes dolores. Se trata de la enfermedad de Müller-Weiss, también conocida como osteocondritis del escafoides. En el año 2004 se fracturó el pie izquierdo por una fuerte sobrecarga, y un año más tarde, tras perderse varios torneos por los problemas derivados de la misma, le dieron el diagnóstico.

Nadal ha hablado en varias ocasiones de los dolores que siente por culpa de esta enfermedad, que sobrelleva con plantillas especiales, infiltraciones en la zona afectada, sesiones especiales de fisioterapia y la toma de analgésicos. Ayer, mientras preparaba la gran final contra Ruud, aseguró que "preferiría perder la final y tener un pie nuevo para ser más feliz día a día".

En este sentido, el tenista prometió hace unos días que cuando terminara el torneo iba a comunicar cuál era su estado real de salud, dejando en el aire su futuro. "Hablaremos después del torneo y lo entenderéis todo. Aquí vamos a dejarlo todo y no sé lo que puede pasar después de aquí. Veremos cómo queda esto de aquí abajo (el pie izquierdo). Ahora no es momento de dar explicaciones, pero la tiene y cuando acabe el torneo la diré", aseguró.

Este domingo, tras su hazaña, el tenista ha asegurado que la victoria frente a Ruud le ha ánimos para seguir compitiendo. Queda la incógnita de si su pie izquierdo aguanta el ritmo de el primer semestre del año, donde ya perdió un partido en segunda ronda -Masters 1.000- de Roma, aquejado por su dolor.