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Finales NBA: Denver Nuggets- Miami Heat, ¿el duelo inesperado?

El pasado jueves arrancaron las Finales de la NBA con triunfo en el partido inaugural para los Denver Nuggets (104-93). Los de Colorado toman la delantera en una serie al mejor de siete encuentros. Su rival, los Heat, han llegado hasta el escenario crucial tras haber entrado en los Play Offs vía repesca y haber hecho unas cuantas gestas por el camino

El jugador de los Heat Caleb Martin disputa un balón con Michael Porter Jr de los Nuggets EFE/EPA/Bob Pearson

Cuando tras el primer partido de la primera ronda de los Play Offs de la Conferencia Este Tyler Herro caía lesionado, el parte médico sobre el anotador de los Heat apuntaba a que sólo volvería a las pistas si Miami llegaba a las Finales de la NBA. Su lesión en la mano era para una baja de un mes largo. Algunos leyeron entre líneas: fin de la temporada para Herro, porque por supuesto dónde iban los Heat, que habían entrado en los Play Offs tras ganar la repesca del Play In (formato instaurado por la NBA durante la pandemia por el cual entre el 7º y el 10º de cada una de las dos Conferencias se disputan las dos últimas plazas de Play Offs del Este y del Oeste). Pues los Heat iban a las Finales. Y no, la temporada para Herro no está terminada. Será de la partida en el tercer encuentro de la serie, presumiblemente. Ahí las Finales se habrán trasladado ya a Miami, tras jugarse las dos primeras batallas en Denver.

Heat, un camino que nadie ha recorrido

Hay un precedente de equipo que ha llegado a las Finales de la NBA como octavo clasificado de su Conferencia. Hablamos de los Knicks, hasta este 2023, la única escuadra que se hizo con el último puesto para entrar en las eliminatorias por el título y que fue capaz de plantarse en las Finales. Fue en 1999 y el título terminó en manos de los Spurs. Un título que aparece, literalmente, con un asterisco al lado, porque la 1998-99 fue la temporada donde casi no se juega la NBA por el cierre patronal. Los jugadores pedían un nuevo convenio y sólo al límite de la fecha posible, a inicios de enero de 1999, se salvó el curso. Pero la Temporada Regular quedó acortada a su mínima expresión y ese anillo siempre irá adosado a un asterisco enorme.

Los Knicks, en el curso corto y complicado para la NBA del 99, que además fue el primero sin Michael Jordan en activo tras su segunda retirada, pusieron la pica en las Finales como octavos del Este, algo que ahora repiten los Heat, aunque el trayecto ha sido más largo. Para empezar, Miami quedó octavo del Este, pero ese sistema del Play-In hace que sólo los seis primeros de cada Conferencia pasen directos a la pelea por el campeonato mientras que hasta el décimo clasificado tiene opciones de engancharse a esa lucha. El sistema es sencillo: 7º y 8º de cada Conferencia juegan un partido único y el que lo gane, sigue vivo y en Play Offs; el que lo pierda, tendrá una última bala frente al ganador del duelo entre el 9º y el 10º. Los Heats, decíamos octavos del Este, sucumbieron con los Hawks (7º clasificado) y se jugaron todo contra los Bulls. Los de Erik Spoelstra salvaron los muebles y entraron.

Miami llega a las Finales tras superar un agónico Play In , eliminar a los favoritos Bucks o casi desperdiciar un 0-3 contra los Celtics

A partir de ahí, alguna que otra epopeya. Para empezar, y sin Herro desde el segundo partido de la serie, recordamos, arrasaron a los Bucks, primeros del Este, en una serie donde solo mandaron los de Florida y donde Giannis Antetokounmpo se quedó con cara de no saber realmente qué pasaba.

A lomos de un Jimmy Butler que perfectamente podría ser MVP de la NBA, pero MVP sólo hay uno al año y tampoco parece ser que sea la realidad que más le preocupe, los Heat habían degollado a los otrora campeones de la NBA del otrora MVP. Butler es ese tipo de jugadores que parece que se reservan para lo grande. Y lo grande fue meterles 56 y 42 puntos de forma consecutiva a los de Milwaukee.

Luego ya en semifinales del Este, no demasiados apuros frente a los Knicks (4-2) para plantarse en las Finales del Este, otra vez como en 2020 y 2022 y otra vez frente a los Celtics. En 2020, cara salió para Miami; cruz en 2022. Ahora, tras ponerse 3-0 y factor cancha en contra con Boston, los Celtics llegaron a igualar 3-3 y tuvieron la posibilidad de resolver en casa y de volver a meterse en las Finales de la NBA por segundo curso seguido. De paso, habría sido la primera franquicia que da la vuelta a un 0-3. Pero Miami tomó el Garden y se clasificó para sus séptimas Finales de la historia. El balance, para una franquicia que entró en la NBA en 1989 y que es una de las clásicas de los Play Offs, es de tres anillos (2006, con Dwyane Wade a los mandos, y 2012 y 2013 con LeBron James, Chris Bosh y el propio Wade) y tres Finales perdidas, en 2011, 2014 y 2020, esta última ante los Lakers de LeBron, en la burbuja de Orlando, en un mundo asolado por el coronavirus. Y en octubre.

Denver, la primera de la historia

Hablar de los Nuggets es referirse a Nikola Jokic, MVP de la NBA en la temporada 2020-21 y en la 2021-22. Sin embargo, en esas temporadas, los Nuggets, única camiseta que ha vestido el serbio desde su llegada a la NBA en 2015, no llegaron realmente lejos en la pugna por el título. Hasta ahora, su tope se encontraba en las Finales de Conferencia, que habían pisado previamente a 2023 en cuatro ocasiones, la última de ellas en 2020, caídos frente a los luego ganadores Lakers.

En la NBA hay decenas de jugadores, ilustres estrellas, que no sólo no han ganado un anillo sino que ni han pisado unas Finales. Jokic ya puede eliminar este último párrafo de su currículum. Él y de la mano de un cuadro magistralmente dirigido por Mike Malone ha colocado a Denver en las primeras Finales de su longeva trayectoria. Primeras Finales NBA, matizamos, porque vivieron unas de la ABA. Originariamente constituidos como los Denver Rockets a mediados de los 60, fueron de esas entidades que levantaron la ABA en esa década, como alternativa y competencia a una NBA que acabó tumbando a la liga enemiga. Los Nuggets fueron los últimos en saltar del barco en una ABA que agonizaba y tras caer en las Finales de 1976 frente a los Nets, integraron el grupo de cuatro franquicias que la NBA aceptó en su seno tras absorber a la propia ABA (Pacers, Nets, Spurs y Nuggets)

Casi 50 años después de aquello y tras cinco Finales de Conferencia (1978, 1985, 2009, 2020 y 2023), en Denver, una ciudad quizá más ganadora en el deporte a través de los títulos de NFL de los Broncos, el baloncesto pide su lugar definitivo.

¿Realmente unas Finales inesperadas?

Sí, a principio de temporada los Nuggets sí se podía considerar favoritos para llegar a las Finales e incluso para abrazar el anillo. Han cumplido con todos los pasos en la 2022-23, desde ganar la Temporada Regular al frente del Oeste para luego ir deshaciéndose con autoridad y sin mucho drama de los rivales en los Play Offs. Minnesota se podría considerar rival sencillo (4-1), pero en las semifinales del Oeste se toparon con los Suns de Kevin Durant. Nada, papel de favorito ejercido y 4-2. En las Finales del Oeste, que eran una reedición de las de 2020, barrida a los Lakers (4-0), que para cómo empezaron el curso, bastante habían hecho con colarse en la antesala de las Finales.

Se presupone que la serie entre Miami y Denver el favoritismo, de momento ejercido, es para los Nuggets, que en un orden lógico de las cosas deberían ser los que impongan su poder sobre Miami. Es un equipo hecho, lleva macerándose años y está en ese punto en el que una franquicia alcanza su momento. La historia está repleta de “era su año” y luego no se materializó. No obstante, Denver tiene estructura y proyecto a más cursos vista y miembros de su columna vertebral, no sólo ‘The Joker’ Jokic, sino Aaron Gordon, Jamal Murray o Michael Porter Jr. presentan contratos de larga duración.

Al otro lado de la pista, Erik Spoelstra, el antiguo analista de vídeo que ya suma dos anillos y varias Finales. Y, entre otros, ‘Bam Bam’ Adebayo, el veterano Kyle Lowry, la vuelta de Herro, Caleb Martin, Max Strus… y Butler, quien precisamente es alguien que, al revés de lo que sucede con muchas ‘estrellas’, no se arruga en días como los que vienen. Denver ha golpeado primero. Pero sólo es un 1-0.

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