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El drama del fútbol español: las entradas más caras de Europa, los peores horarios y un trato pésimo al visitante

El 10 de febrero se disputarán dos choques por el liderato en LaLiga y Bundesliga. Mientras en el Real Madrid-Girona el boleto más barato cuesta 95 euros, en el Leverkusen-Bayern puedes acceder al estadio desde 15 euros. Un ejemplo más de un país que lleva años dando la espalda al aficionado con precios desorbitados, especialmente para la afición foránea

Ambiente en la gradas durante el partido de LaLiga disputado entre Mallorca y Betis EFE

El fútbol siempre ha sacado pecho de ser un deporte hecho por y para sus aficionados. Sin embargo, cuando nos disponemos a sacar entradas para cualquier encuentro, la realidad nos abofetea sin compasión. Bien lo hagamos en condición de aficionado local o visitante, la infraestructura del balompié nacional parece estar diseñada con el único objetivo de perjudicar a las personas que quieren seguir a su club con fidelidad.

Quién no ha echado un vistazo al calendario más inmediato del equipo que apoya, intentando buscar una fecha que le encaje, y se ha terminado dando por vencido. Si eres de un equipo más humilde, rara es la jornada que no te ponen a jugar viernes o lunes a las 21.00 horas. Un caramelo, vaya. El horario de las 14.00 y 16.15 horas en sábado y domingo es otra idea magnífica plasmada por personas que, posiblemente, ni ven fútbol.

Pero todo esto es fuego de artificio comparado con la problemática real, que es el precio de las entradas en el fútbol español. Casualidades del calendario, el próximo 10 de febrero se disputarán dos partidos por el liderato en LaLiga y Bundesliga. Por un lado, Real Madrid y Girona aspiran a dar un paso de gigante en la búsqueda del título en el renovado Santiago Bernabéu. Mientras, el Leverkusen de Xabi Alonso quiere seguir en lo más alto del fútbol alemán ganando al Bayern München en el BayArena.

Como pueden comprobar en la captura que les adjuntamos a continuación, la diferencia en el precio de las entradas para ambos choques es tan brutal que resulta ridículo. En el templo madridista, la entrada más barata cuesta 95 euros, y está situada en el cuarto anfiteatro. Es decir, un lugar poco privilegiado. La más cara, ronda los 280 euros. Para ver a un Girona que, por muy buena campaña que esté realizando, no es un encuentro de Champions League o de semifinales de Copa del Rey ni un clásico. De locura.

En Alemania, donde el SMI es de 2.000 euros, la entrada más económica para el Leverkusen vs. Bayern es de 15 euros. La más cara no sobrepasa los 70 euros. Esto no es una crítica particular al club blanco, pero sí es una muestra de la cruda situación que viven los aficionados al fútbol en España.

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Diferencia de precios en el Real Madrid - Girona y el Leverkusen - Bayern / RRSS

Sin ir más lejos, el lunes 5 de febrero, Rayo Vallecano y Sevilla juegan en Vallecas un encuentro liguero. El partido será a las 21.00 horas. Horario premium cortesía del señor Javier Tebas, cuya única preocupación está claro que no son los aficionados españoles. Pues bien, los abonados sevillistas que quieran desplazarse entre semana a apoyar a su equipo, deberán abonar 35 euros para entrar al campo.

Veinte euros más que lo un alemán que resida en Leverkusen tiene que pagar por su entrada ante el Bayern. Además de sumar el precio del autobús, el depósito de gasolina o el billete de tren que hayan adquirido para viajar desde Sevilla a Madrid.

Si echamos un vistazo a los precios de las entradas en las principales ligas de Europa, da como resultado que España es el país más caro del continente para ver el fútbol. El precio medio de un boleto en nuestro país es de 68,74 euros, ocho euros más caro que la media en Italia (Serie A), segundo país en el ranking. En Inglaterra (Premier League), el precio prometido se sitúa en los 57,66 euros; en Alemania (Bundesliga), 52,49 euros; en Francia (Ligue 1), 41,70 euros.

Las entradas visitantes, disparadas

En un estudio realizado por FASFE (Accionistas y Socios del Fútbol Español), se desgranaron los precios medios de las entradas para visitantes en LaLiga para la temporada 2022/2023. 35,12 euros es el montante promedio que los aficionados foráneos pagan por ver a sus equipos en estadios ajenos.

La horquilla varía entre los 20 euros para partidos sin trascendencia clasificatoria o con poca previsión de viajeros y los 100 en encuentros directos de los tres primeros equipos situados en la tabla. Para paliar esta problemática, 15 clubes de LaLiga firmaron un pacto para fijar un mínimo de 300 localidades a un precio máximo de 30 euros para las aficiones visitantes, promoviendo así que las personas se desplacen para seguir el devenir de sus equipos.

En sintonía con el precio medio de las entradas en comparación con las grandes ligas, España vuelve a liderar con los billetes más caros para el visitante, teniendo un promedio de 35,1 euros, seguidos por Inglaterra con 34,9 euros. A mucha distancia están la Bundesliga y la Ligue 1 con 15,6 y 10 euros, respectivamente.

¿En qué se traduce esta situación? En una desafección enorme y una baja asistencia a los campos de fútbol de LaLiga. La media de espectadores está en el 75,9%, lejos del 98% de la Premier League y el 92% de la Bundesliga. Peor lo tienen en Francia e Italia, donde apenas superan el 62,9% y 46,8%, respectivamente.

Cuando descubran que el fútbol está perdiendo el papel privilegiado que tenía en la sociedad española, quizá sea tarde. Una buena forma de devolver la ilusión al aficionado sería bajando los carísimos precios de las entradas, por ejemplo. O mejorando los horarios. Ideas muy locas, según parece.

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  • J
    joluisma

    Antiguamente seguía a mi equipo a los campos cercanos en otras COMUNIDADES. Ahora, ni loco, horarios intespetuosos (antes comías, dejabas a la señora en compañía de otras por los alrededores), comías en los restaurantes a precios "asequibles", ahora te "despluman". Ahora part5idos a las 20:30, no te da tiempo ni para pasar el fin de semana ni en la ciudad que visitas. Antes esas ciudades te agradecían la visita, ahora te envían a los ULTRAS tocarte los "cataplines". En definitiva, que vaya TEBAS