La declaración de Jenni Hermoso por su beso con Rubiales: "No fue consentido, me sentí no respetada"

Era la voz que faltaba por escucharse. La pieza del puzle que faltaba por encajar en el caso del polémico "piquito" que le propinó el ya expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales a Jenni Hermoso.

Este lunes, el programa que se emite en Telecinco, 'Código 10', ha sacado a la luz una parte de la declaración de la jugadora acerca de la escena que vivió con 'Rubi' en la celebración del Mundial. En esta, la delantera del Pachuca mexicano se presentó a principios del pasado mes de septiembre en la Fiscalía General del Estado, ante la teniente fiscal de la Audiencia Naciona, Marta Durantez, reconociendo que el beso que recibió por parte del entonces presidente de la RFEF no fue consentido: "Me estaban sometiendo a algo que yo en ningún momento busqué ni hice para encontrarme con esa situación"

"Él pega un brinco sobre mí y yo me mantego firme", afirma Hermoso, para posteriormente señalar que Rubiales le reconoció que el Mundial lo habían ganado por ella. Ante esta afirmación la jguadora sentencia que ella le dijo "la que hemos liado" y ya el le pone las manos sobre su "cabeza" y le propia el polémico 'pico'.

Posteriormente, la futbolista criada en la cantera del Atlético de Madrid, ya con su medalla de campeona, se bajó del escenario y se acercó Alexia Putellas e Irene Paredes para contárselo: "Lo primero que dije fue: "Oye que me ha dado un beso en la boca.. Alexia me dice "qué dices" y y digo: "Qué fuerte"".

"Un hecho histórico"

En este punto, la futbolista recordó que la victoria del Mundial fue un "hecho histórico" que costó "la vida conseguirlo"". "En ningún momento me podía esperar que pasara al final algo así (...) En una persona de confianza creo que nadie se esperaría que iba a usar ese momento para hacer algo así, por muy espontáneo que fuera", reprochó Hermoso

Cuestionada expresamente por si el beso fue consentido y si se sintió violentada o violada, Hermoso fue clara. "Claramente me sentí no respetada. En ese momento no se me respetó en ningún momento, ni como jugadora ni como persona, estaba viviendo algo que era histórico", apostilló.

"Mancharon mi imagen, yo me sentí como jugadora y trabajadora de la Federación que nadie me protegía, ellos me pedían que yo les ayudara, pero en ningún momento sentí que me estuvieran protegiendo a mí. No me merezco haber vivido todo esto, para mí es muy difícil no poder salir de casa. Haberme tenido que ir de Madrid para no tener esa presión que estaba teniendo de gente que solo quería hacerme daño", sentenció Hermoso.