El nombre de Carlos Alcaraz se ha convertido en sinónimo de talento puro desde que irrumpió en la élite del tenis con títulos en Roland Garros y Wimbledon, una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de París y, por momentos, el aura de un jugador imbatible. Pero el año 2024 y este inicio de 2025 han puesto un freno al meteórico ascenso del murciano, que ahora enfrenta dudas sobre su estado físico, su fortaleza mental y su capacidad para sostener las altas expectativas.
La reciente derrota ante Novak Djokovic en los cuartos de final del Open de Australia 2025 fue solo el último capítulo de un curso irregular. Aunque el resultado no debería ser motivo de alarma —caer frente a una leyenda como el serbio es algo que les ha sucedido a muchos de los mejores—, el cómo ha reabierto un debate sobre su rendimiento y las razones detrás de su aparente bajón.
Djokovic durante el partido contra Alcaraz. | EFE
Un año de parálisis: lesiones y dudas mentales
Las señales de alerta en el juego de Alcaraz no son nuevas. Ya en agosto de 2024, tras caer en la segunda ronda del US Open ante un jugador del puesto 74 del ranking, el propio Alcaraz admitió que había retrocedido mentalmente. “En vez de dar pasos hacia adelante, siento que he dado pasos hacia atrás. Y no entiendo por qué”, reflexionó entonces.
Las dudas se extendieron a noviembre, cuando su debut en las ATP Finals fue un naufragio absoluto: perdió ante Casper Ruud y, lo que es peor, su físico no respondió. “Los problemas estomacales, el calendario tan apretado y el cansancio acumulado han pasado factura”, reconoció tras cancelar un entrenamiento. Estas declaraciones muestran que, más allá de lo táctico, existe una combinación de factores que lo han mantenido lejos de su mejor versión.
Modelo de juego y la sombra de Djokovic
Un aspecto clave que se mencionó tras su derrota en Australia es su falta de estructura táctica en partidos importantes. Según el analista Jim Courier, “el mejor día de Alcaraz es el mejor del circuito, pero su peor día está un nivel por debajo de jugadores como Djokovic o Jannik Sinner”. Esto se evidenció en el choque con el serbio: tras ganar el primer set y contar con ventaja física y psicológica (Djokovic pidió atención médica por molestias musculares), el murciano no supo gestionar los tiempos y dejó escapar la oportunidad de liquidar a un rival tocado.
El serbio, con 37 años y un físico en el ocaso de su carrera, sigue siendo el rival a batir en las grandes citas. Djokovic demostró que, incluso lejos de su mejor versión, su capacidad para leer los partidos, ajustar su estrategia y jugar con la mente de su oponente sigue siendo insuperable. Alcaraz, por su parte, pareció desorientado.
La verdad es que, como ya sostienen varios expertos de la raqueta, no sabemos quién debería estar más agradecido a Dios: Nadal, porque Djokovic no nació una década antes, o Alcaraz, porque no lo hizo una década después.
¿Cansancio o presión?
El calendario extenuante del tenis profesional ha sido otro factor señalado por Alcaraz y muchos de sus colegas. “Todos los jugadores estamos mentalmente agotados”, comentó en noviembre pasado. La acumulación de torneos, el cambio constante de superficies y las demandas físicas de su estilo de juego —basado en la explosividad y los cambios de ritmo— han cobrado factura a sus 21 años.
A esto se suma el peso de las expectativas. Desde su irrupción, se ha hablado de él como el sucesor natural de Nadal y Djokovic. Y aunque las comparaciones son inevitables, también son injustas. Tanto Nadal como Djokovic atravesaron sus propias curvas de aprendizaje antes de alcanzar la consistencia que define sus carreras.
Carlos Alcaraz, pensativo en su partido ante Novak Djokovic. | EFE
Si algo queda claro es que Carlos Alcaraz no está atravesando una crisis definitiva, sino una etapa natural en su evolución como jugador. Sus cualidades físicas y su talento no están en duda, pero, como ya apuntan varios especialistas del tenes, quizás necesite ajustar ciertos aspectos para seguir creciendo:
- Fortaleza mental: como él mismo admitió, aprender a gestionar los momentos difíciles y a mantener la calma será clave.
- Planificación: tal vez sea necesario replantear su calendario para evitar el cansancio acumulado.
- Estrategia táctica: encontrar un equilibrio entre su creatividad en pista y un mayor control en situaciones límite.
El 2025 apenas comienza, y aunque Djokovic sigue marcando la pauta en los grandes escenarios, Alcaraz tiene todo para ser el jugador dominante de la próxima década. Pero para ello, deberá superar este bache y, como dijo Jim Courier, aprender a ganar incluso en sus días grises.
fede_merino
25/01/2025 01:29
Freno a su carrera en 2024: 2 títulos de Gran Slam, Roland Garros y Wimbledon. N.P.I.
oscarpaya82
25/01/2025 14:22
Que busque nuevo equipo, son los mismos problemas de los últimos 6-8 meses. Se va mentalmente los partidos, juego muy físico sin necesidad teniendo una derecha que ha perdido su eficiencia al acercarse al juego de Nadal.