Las inhalaciones de humo del tabaco son la principal causa de la EPOC.
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La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es una enfermedad que afecta al 11,8% de los españoles entre los 40 y los 80 años, según datos del estudio EPISCAN II de 2018. Además, en la actualidad, supone la tercera causa de muerte a nivel mundial y la cuarta causa de mortalidad en España, por delante del cáncer de pulmón, y representa el 6% del total de los costes sanitarios en Europa.
Se trata de una enfermedad respiratoria crónica consecuencia de la inhalación de una sustancia tóxica, generalmente el tabaco. En ella los bronquios se obstruyen y el pulmón se destruye, fundamentalmente por aspirar el humo del tabaco o bien otras sustancias tóxicas como la leña, los combustibles, el carbón, o incluso la contaminación, entre otras.
Según denuncia el doctor Carlos Álvarez Martínez, jefe de Servicio de Neumología del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo de Madrid, uno de los principales retos que hoy en día presenta la EPOC es que esta patología se encuentra infradiagnosticada.
A su juicio, esto se explica porque muchos pacientes desconocen la enfermedad, no saben que la padecen, y por tanto no consultan sobre sus síntomas, ni acceden a los posibles tratamientos para aliviarla, a pesar de que existe un mayor conocimiento de la patología hoy en día por parte de los médicos y de la población en general.
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica es en la actualidad la tercera causa de muerte a nivel mundial y la cuarta en España
Argumenta este especialista que el diagnóstico precoz de la EPOC permite mejorar la calidad de vida del paciente, mejorar sus síntomas, siendo la primera medida a tomar la erradicación del tabaco. “Es el mejor tratamiento inicial de la EPOC, y la única medida terapéutica capaz de cambiar la evolución de la enfermedad”, mantiene este experto.
Es por ello por lo que resalta igualmente que diagnosticar a tiempo la enfermedad permite controlar factores de riesgo como el tabaquismo, pero también el reducir la pérdida de función pulmonar, dar un tratamiento adecuado para mejorar los síntomas, reducir las exacerbaciones, así como realizar una mejor valoración y un tratamiento de las agudizaciones, aparte, por supuesto, de mejorar la supervivencia del paciente.
“Tres de cada cuatro personas con EPOC mayores de 40 años no están diagnosticadas, y lo que es peor, la tasa de infradiagnóstico se ha mantenido en los últimos 20 años, sin mejoras a pesar de los avances médicos y del conocimiento sobre la enfermedad. Esta situación es aún más impactante en las mujeres, donde el 80% de las mujeres con criterios de EPOC en la espirometría no estaban diagnosticadas”, lamenta el doctor Álvarez Martínez, al tiempo que sostiene que es difícil diagnosticarla en sus etapas iniciales, por lo que la sospecha clínica es primordial.
Tres de cada cuatro personas con EPOC mayores de 40 años no están diagnosticadas, y lo que es peor, la tasa de infradiagnóstico se ha mantenido en los últimos 20 años Carlos Álvarez Martínez, jefe de Servicio de Neumología del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo de Madrid
“Los estudios demuestran que este grupo de personas, sean exfumadores o fumadores, presenta tos, disnea, e incluso exacerbaciones en proporciones similares, y con un nivel de gravedad igual al de las personas diagnosticadas”, agrega.
Así, subraya el doctor, son muchos los retos para el futuro inmediato, “pero el principal es diagnosticar antes la enfermedad”. Recuerda que la EPOC puede detectarse con una simple espirometría con test broncodilatador: “Se trata de una prueba sencilla, indolora, , de apenas 10 minutos, poco costosa, y fácilmente reproducible; aunque eso sí, para que sea de calidad requiere de un personal entrenado específicamente”.
En este sentido, el jefe de servicio de Neumología del Hospital Ruber Juan Bravo aclara que, una vez que aparece, la EPOC habitualmente no se cura; si bien celebra que se trata de una de las enfermedades donde más avances en investigación se han dado en los últimos años, con tratamientos totalmente diferentes a los que hace una década se proporcionaban a estos pacientes.
“Un mayor conocimiento de la enfermedad ha facilitado individualizar mucho el tratamiento para cada tipo de paciente con EPOC. Hoy en día esta enfermedad se puede prevenir y tratar, y está en las manos del paciente tomar el control de la patología y el mejorar su pronóstico”, resalta el doctor Álvarez Martínez.
Concretamente, destaca que hoy en día la medicación disponible permite mejorar la calidad de vida del paciente con EPOC; así como reducir los síntomas asociados a la enfermedad; reducir las crisis o agudizaciones o exacerbaciones de la EPOC; mejorar la supervivencia del paciente, así como la progresión de la enfermedad; de manera que serán necesarios menos ingresos hospitalarios.
“Si tienes EPOC o sospechas de ello no dudes en consultar a tu médico de familia o neumólogo porque estos profesionales pueden ofrecerte un tratamiento que puede cambiar tu vida”, concluye el doctor Álvarez Martínez, jefe de Servicio de Neumología del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo de Madrid.