La localidad de Rascafría, en Madrid.
DESTACADO
Un paseo por un bosque que parece robado de un cuento de Hans Christian Andersen, un enclave místico en el que resuena el legado de la Historia reciente de España y un buen chocolate elaborado con la fórmula mas tradicional. Es el sabroso y variado menú de escapadas del que se puede disfrutar sin salir de los alrededores de Rascafría, una de las localidades emblemáticas de la Sierra Norte de la Comunidad de Madrid.
Declarado Bien de Interés Cultural desde 1876, el Conjunto Monumental del Real Monasterio de Santa María de El Paular está considerado, tanto por su historia como por su valor artístico, como uno de los monasterios más destacados de España. En su momento, símbolo de poder e influencia social y económica, le ejercida por la orden religiosa de los Cartujos, esta construcción todavía impresiona al visitante por las muchas riquezas arquitectónicas que encierra, entre ellas, su magnífico retablo mayor tallado en alabastro o su impresionante tabernáculo barroco.
La historia de Real Monasterio de Santa María de El Paular se divide en tres periodos: El Paular-Cartuja (1390-1835), El Paular desamortizado (1835-1954) y el Paular recuperado para la vida monástica (1954-hasta la actualidad). Fundado en 1390, durante los siguientes cuatro siglos y medio se convirtió en una de las Cartujas más importantes de España. El final de esa época dorada llegaría durante 1835 con la Ley de Desamortización, que se llevó por delante parte del archivo, de la biblioteca o de la pinacoteca.
En 1948 El Paular se entregó en usufructo a la Orden Benedictina para convertirlo en Abadía. En la actualidad aun cuenta con una pequeña comunidad de monjes, que viven la vida monástica según el módulo transmitido por San Benito: vida litúrgica, trabajo manual e intelectual, recepción de huéspedes, acompañamiento a los visitantes y atención pastoral a la vida sacramental que se desarrolla en la Iglesia del Monasterio.
Desde el punto de vista artístico-arquitectónico, la edificación tardó muchos años en completarse y en ella participaron distintos arquitectos como Juan Guas o Rodrigo Gil de Hontañón. Una circunstancia que explica el hecho de que en la misma edificación convivan elementos góticos, renacentistas y barrocos.
En el Monasterio y sus alrededores se celebran numerosas actividades de ocio y cultura como ferias y mercados, encuentros culturales, conciertos de música o exposiciones artísticas
El conjunto monástico tiene una planta de contorno irregular compuesta por varios grupos diferenciados: el claustro de los monjes, núcleo originario de la Cartuja, entorno al que se desarrollan las celdas; la iglesia ubicada al sureste de aquél, los aposentos reales y la zona dedicada a los frailes; situados a su vez en el ángulo sur, completan el conjunto distintos patios y dependencias.
En cuanto a la Iglesia, posee una sola nave, que se escinde en tres tramos. Al final del primero de ellos, se sitúa una extraordinaria reja de hierro forjado y policromado de fines del siglo XV, realizada por el fraile cartujo Francisco de Salamanca. En la decoración del templo sobresale el gran retablo, en alabastro, de finales del siglo XV y estilo gótico, que muestra diferentes escenas de la vida de Jesucristo y de la virgen María con gran detalle y minuciosidad.
En el Monasterio y sus alrededores se celebran numerosas actividades de ocio y cultura como ferias y mercados, encuentros culturales, conciertos de música o exposiciones artísticas. Además, los turistas pueden alojarse en la hospedería del Paular y realizar retiros espirituales junto a los monjes, así como realizar visitas guiadas por los propios monjes, en las que se podrá admirar, entre otras maravillas, parte de la obra pictórica de Vicente Carducho 1576-1638). En concreto, la Serie Cartujana, la más completa y ambiciosa jamás realizada sobre la orden de los cartujos: un conjunto de cincuenta y seis lienzos de grandes dimensiones diseñados específicamente para el claustro mayor de la cartuja de El Paular. 52 de estos cuadros volvieron a El Paular en el año 2011 tras ser recuperados y restaurados en El Museo del Prado.
Ubicado en el municipio de Rascaría, este pintoresco bosque forma parte del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. Fue bautizado así por sus semejanzas con los bosques del país escandinavo. El acceso a este lugar mágico y singular es través del Puente del Perdón, desde las puertas de El Monasterio de El Paular.
Una vez cruzado el puente, hay que recorrer el llamado Camino del Papel, siguiendo las huellas del trayecto que los monjes realizaban desde el Monasterio hasta el Molino de Papel, actualmente en ruinas. Se dice que fue en este molino sonde se crearon las hojas que se utilizaron para imprimir la edición príncipe de la primera parte de El Quijote.
El recorrido es especialmente indicado para disfrutar en familia y ofrece una oportunidad única para admirar las magníficas vistas de las cumbres, abetos, chopos o abedules de la Sierra de Guadarrama. Al llegar al bosque finlandés propiamente dicho, el visitante es recibido por una antigua cabaña que solía usarse como sauna, lo que también explica el apellido “finlandés”, y un bonito muelle al pie de una laguna.
La última parada de nuestro recorrido nos permitirá reponer fuerzas con una de las especialidades de la comarca: el Chocolate San Lázaro, una elaboración artesana de chocolates y bombones a partir de formulas usadas de generación en generación.
La elaboración del chocolate del Obrador de Chocolate Natural San Lázaro es un proceso lento y muy cuidado que busca alcanzar los mayores estándares de calidad.
Fabricación sin gluten y sin trazas de frutos secos ni huevo, el chocolate San Lázaro es un alimento muy energético y saludable. Consumido con moderación, es excelente frente a la tristeza y la ansiedad, posee efectos diuréticos y también tiene efectos beneficiosos para la inhibición del enfado, la inhibición de la agresión, la temperatura corporal, el humor, el sueño, el vómito, la sexualidad o el apetito.
Además, es rico en polifenoles-flavonoides, como la epicatequina, potentes antioxidantes que protegen al sistema circulatorio, en especial al corazón. El "chocolate negro" es particularmente rico en polifenoles que entre otros efectos benéficos previene o reduce los efectos del SFC y encefalomielitis miálgica.
Sin duda un dulce y delicioso fin de fiesta tras una completa jornada de emociones en la Sierra madrileña.
Más información:
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https://www.sierranortemadrid.org/naturaleza/bosque-finlandes/
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