Las siete enfermedades que puedes combatir comiendo pistachos

Aunque menospreciados en el pasado, los frutos secos son considerados uno de los alimentos más saludables que hay. A pesar de su alto poder calórico, los expertos recomiendan el consumo de pistachos, nueces, almendras y cacahuetes prácticamente a diario. Y es que, gracias a sus propiedades nutricionales, ayudan a cuidar de la salud, como otros poderosos ingredientes como la miel, que ayuda a combatir enfermedades; o el superalimento que actúa como antibiótico natural, que regula el azúcar y baja el colesterol.

Y es que, aunque la ciencia avanza para el cuidado de nuestra salud, no hay que olvidar que existen muchos alimentos que nos ayudan a evitar dolencias. Es el caso de los pistachos, uno de los frutos secos más populares cuyo cultivo es uno de los que más ha crecido en España en los últimos años, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), el origen de los pistachos se localiza entre Asia Occidental y Asia Menor. Fueron los romanos los que introdujeron su cultivo en nuestro país, aunque desapareció en la Edad Media con los moriscos. En 1980 se produjo la reintroducción comercial del cultivo de pistacho, que se ha convertido en uno de los frutos secos más consumidos, gracias a su ayuda para combatir numerosas enfermedades.

Las enfermedades que los pistachos ayuda a combatir

Tal y como señala la FEN, aunque los pistachos son un alimento muy calórico, poseen un alto contenido en grasas saturadas, sobre todo monoinsaturadas. También son fuente de minerales como calcio, magnesio, zinc, potasio, hierro y fósforo: “Una ración de pistachos cubre el 15 por ciento de las ingestas diarias recomendadas de fósforo, mineral que contribuye al mantenimiento de los huesos”.

Respecto a las vitaminas, los pistachos son ricos en tiamina, vitamina E y folatos. “La tiamina y los folatos contribuyen a la función psicológica normal, mientras que la vitamina E a la protección de las células frente al daño oxidativo”, señala la FEN.

Gracias a estos admirados nutricionales, los pistachos ayudan a combatir enfermedades como estas:

-Enfermedades del corazón: el consumo habitual de pistachos reduce la presión arterial y controla los niveles de colesterol, dos factores clave para el corazón, por lo que ayudan a evitar problemas cardiovasculares como el infarto de miocardio.

-Diabetes: según un estudio realizado por la doctora Mónica Bulló, de la Unidad de Nutrición Humana del Departamento de Bioquímica y Biotecnología de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, los pistachos podrían combatir la diabetes tipo II, reduciendo los niveles de glucosa en sangre: “Son más eficaces con respecto a los demás frutos secos, debido a su alto contenido en fibra, betacarotenos y procianidinas”.

-Obesidad: aunque la mayoría de la gente cree que los frutos secos engordan por su elevado valor calórico, numerosos estudios demuestran lo contrario. Gracias a su alto contenido y fibra y proteínas, favorecen la saciedad, lo que contribuye al control del peso corporal.

-Estreñimiento: como decíamos, los pistachos son ricos en fibra. Según la FEN, cuentan con 6,5 gramos por cada 100, una cantidad bastante superior a la los kiwis, uno de los alimentos más consumidos para evitar el estreñimiento, que aporta 1,9 gramos por cada 100.

-Problemas óseos: los pistachos contienen minerales esenciales como el calcio, el fósforo o el magnesio, fundamentales para cuidar de la salud ósea. Este alimento ayuda a mantener fuertes los huesos, a prevenir la pérdida de densidad ósea asociada a la edad y a evitar enfermedades como la osteoporosis.

-Estrés: según los expertos, el consumo de este fruto seco contribuye a calmar la fatiga y el estrés, y además mejora la concentración.  

-Disfunción eréctil: según las investigaciones, el consumo de pistachos mejora la capacidad sexual y aumenta el deseo en los hombres. Además, mantiene los niveles de testosterona en sangre y ayuda a prevenir la disfunción eréctil crónica.