Los siete alimentos que nunca comen los nutricionistas y que tú también deberías evitar

Llevar una alimentación sana y equilibrada es el consejo de los expertos poder disfrutar de una buena vida saludable y evitar el desarrollo de enfermedades. Una insistente recomendación que incluso puede parecer una obviedad para algunos, pero son muchos los que descuidan su dieta y los alimentos que en ella se incluyen.

Todos, en cierta medida, sabemos cuáles son los alimentos que deberíamos comer con más frecuencia, aquellos señalados por reconocidas instituciones como imprescindibles para nuestra salud, y los que, en la medida de lo posible, es preferible evitar. Y es que, según los expertos, son pocos los alimentos prohibidos y muchos los destinados a momentos puntuales.

Así, mientras la Organización Mundial de la Salud apunta a las frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales como las bases de una alimentación saludable, los nutricionistas señalan los alimentos que ellos mismos evitan en su día a día. Aquellos que nunca encontrarás en su nevera o despensa, y que tú también deberías consumir solo de forma ocasional.

Los alimentos que nunca encontrarás en la nevera o despensa de un nutricionista

En los últimos tiempos, son muchos los que buscan llevar un buen estilo de vida. Un objetivo que pasa por mantener una alimentación saludable y, tal como apuntan los expertos, practicar deporte de manera habitual. Así, la población parece concienciada a elegir alimentos sanos en detrimento de otros que durante años formaron parte de nuestra dieta diaria.

Un desengaño al que han ayudado mucho los expertos en nutrición, quienes desde hace años señalan a esos ‘intrusos’ que deberíamos evitar y relegar tan solo a un consumo ocasional.

-Jamón York: al igual que otros embutidos, el jamón york forma parte de las carnes procesadas cuyo consumo los nutricionistas recomiendan reducir al mínimo. Su alto aporte en grasas no saludables, que aumentan los niveles de colesterol malo, y su elevada cantidad de sodio.

-Pan blanco: elaborado con harinas refinadas, los expertos recomiendan consumir de manera habitual harinas integrales, con un valor nutricional más alto y que contienen germen y salvado. Su índice glucémico es menor que las harinas refinadas, que provoca picos de glucosa negativos para la salud. 

-Pastillas de caldo: utilizadas durante años como ingrediente imprescindible de caldos y guisos, los expertos han dado la voz de alerta sobre su uso habitual. Y es que estas pastillas, de pollo, cocido, verduras, carne o pescado son alimentos ultraprocesados con un alto contenido en sal (incluso superior al 50 por ciento de su composición), y otros ingredientes como el glutamato monosódico, almidón o grasas saturadas.

-Bebidas azucaradas: zumos comerciales, refrescos azucarados, bebidas deportivas o energéticas… son algunas de las opciones desaconsejadas por los nutricionistas para nuestro día a día. Y no solo por los gases o el aporte calórico de muchas, también por la presencia de azúcares y otros endulzantes no saludables que son mejor evitar.

-Alimentos light: aunque son muchos los que siguen creyendo que este tipo de alimentos son saludables, lo cierto es que no siempre lo son. De hecho, los expertos aseguran que en muchas ocasiones, la calidad de estos productos no es buena, e incluso contienen ingredientes poco recomendables como altas cantidades de endulzantes como el aspartamo.

-Bollería procesada: con un aporte nutricional muy bajo y altas cantidades de azúcar y grasas que contribuyen a aumentar los niveles de colesterol, la bollería industrial es de los alimentos que nunca encontrarás en la despensa de un nutricionista. Algo que no quiere decir que de manera ocasional se pueda consumir, aunque siempre es preferible la opción casera.

-Bebidas alcohólicas: aunque los expertos señala que el consumo de alcohol debería reservarse para ocasiones puntuales, también hay algunos profesionales que recomiendan evitarlo a toda costa. Dejando de lado los problemas de salud que su consumo habitual puede ocasionar, el alcohol ofrece una importante cantidad de calorías vacías.