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Cultura

La Virgen de Guadalupe, devoción de los conquistadores españoles y del México independiente

Actualmente, la basílica de Guadalupe de México es el santuario mariano más visitado del mundo

virgen guadalupe
Indígenas venerando a la virgen de Guadalupe.

La Virgen de Guadalupe vuelve a la actualidad con el documental Hispanoamérica. Canto de vida y esperanza y la película Guadalupe: Madre de la Humanidad, que nos muestra la importancia de esta manifestación cultural en la Hispanosfera desde la Primera Globalización. Además, para dejar clara la unión entre la devoción de la imagen de la península ibérica y la de México, desde febrero de 2023 existe un hermanamiento entre el santuario de Guadalupe mexicano y el monasterio extremeño, para concretar su entrelazamiento. De tal manera que ahora, cada 8 de septiembre, la fiesta de la Virgen de Guadalupe cacereña, se celebra también en América. Y viceversa, el 12 diciembre fiesta de la Virgen de Guadalupe en México, también se celebra en Cáceres. 

Comparten una  advocación que fue la que Colón, Cortés y todos los exploradores españoles, propagaron en la fundación del Nuevo Mundo.  Bajo esta devoción popular a la Virgen de Guadalupe de Cáceres y gracias a sus apariciones en México, se extendió por toda Hispanoamérica, especialmente por Bolivia, Uruguay, Perú, El Salvador, llegando incluso hasta Asia, Filipinas. Por eso podemos decir que la primera globalización fue llevada a cabo bajo el manto de esta singular devoción. 

Origen de su historia

La devoción se remonta muy lejos, a la época apostólica. Resumiendo la leyenda, la imagen fue labrada por el evangelista San Lucas y cuando éste fue enterrado en Acaya, la imagen fue llevada con él a la tumba. En el siglo IV, la tumba fue profanada y  la figura de la Virgen fue trasladada a Constantinopla. Con el tiempo acabó en Roma. Y en el siglo VI el Papa Gregorio Magno mandó la talla a Sevilla. 

Con la llegada de los musulmanes a la península ibérica, la imagen fue transportada por unos clérigos en el 714 a una zona de Cáceres llamada Guadalupe. La traducción literal del nombre de este lugar sería “Río de lobos”. Aunque tiene otras dos acepciones “Río de luz” o “Río escondido”. Aquí estuvo escondida durante seis siglos, como tantas otras imágenes, en la península. Fue descubierta por un pastor, llamado Gil Cordero, que buscaba una vaca, tras la aparición de la Virgen en persona. Con el tiempo se alojó en una ermita, hasta que el rey Alfonso XI, tras la batalla del Salado, decidió construir una iglesia más grande y un monasterio, que fue encomendado a los Jerónimos, donde se custodia desde entonces la talla. Estos estuvieron cuatrocientos años a cargo del monasterio, hasta que en la desamortización de Mendizábal se quedó sin nadie al cuidado. En el siglo XX los Franciscanos comenzaron a encargarse de la gestión  de dicho monasterio, hasta el día de hoy.

El cura Miguel Hidalgo, uno de los padres de la independencia mexicana utilizó la imagen de la virgen como estandarte.

Cortés, Colón y apariciones en México

Son muchos los conquistadores, navegantes y marineros que han ido a rezar a la Virgen a Cáceres bajo esta advocación, como Colón o Hernán Cortes, quienes también trasladaron esta devoción a suelo americano. De ahí viene el cariño hacia Ella por parte de los indígenas, y que luego, llegara a Asia, tras la Primera vuelta al mundo. La devoción a la Virgen de Guadalupe alcanzó su máximo esplendor tras la conquista de México y el milagro del Indio Juan Diego.

El sábado 9 de diciembre de 1531, 10 años después de que los hombres de Hernán Cortés junto con los indios tlaxcaltecas vencieran a los aztecas, ocurrieron los hechos. En el monte Tepeyac, en lo que hoy es México DC un indio llamado Juan Diego iba camino a la catequesis, cuando  oyó una voz y subió al monte a ver quién era. Allí una mujer rodeada de una luz especial, se presentó como la Virgen María y le pidió al obispo Zumárraga que construyera un templo en honor a ella.  

Pero el prelado no le hizo mucho caso. Al volver a casa, Juan Diego, se volvió a encontrar con la Virgen, y ella le volvió a insistir en que hablará con él. Al día siguiente, domingo 10 de diciembre, se dirigió a misa Juan Diego y al finalizar contó al obispo lo que le había dicho la Virgen. Este le dijo que le creería si traía alguna señal mostrando que realmente era una aparición. Al volver en una nueva ocasión, contó lo dicho por el obispo a la Virgen y ella le contestó que el próximo día que se encontraran le daría una señal. Pero Juan Diego no fue al encuentro de la Virgen porque su tío se puso enfermo. Un día más tarde, el día 12 de diciembre, fue en busca de un sacerdote para que le diera el sacramento de la Unción de Enfermos (antiguamente Extrema Unción) a su moribundo familiar y evitó pasar por donde se encontraba con la Virgen normalmente, porque tenía prisa. 

Cuando la Virgen se le volvió a aparecer le dijo que no se preocupara por su tío, que ella se encargaría de curarle. Después le mostró unas rosas frescas que estaban plantadas allí, cuando en aquel lugar, no crecían estas flores. Le ordenó que llevara las rosas en su tilma (capa), en señal de muestra al obispo. 

Cuando llegó ante él y fue a mostrar las rosas, al caer éstas, pudieron ver el obispo y sus acompañantes, una imagen de la Virgen grabada en la tilma. La tilma se sigue conservando en el templo que se construyó, y son muchos los milagros que rodean esta imagen, que tiene como advocación Guadalupe.

Santuario más visitado 

Actualmente, la basílica de Guadalupe de México es el santuario mariano más visitado del mundo. Cada año, en torno a la fiesta de la Virgen de Guadalupe, el 12 de diciembre, la basílica recibe la visita de 10 millones de devotos. La imagen actual es una virgen sentada de color negro realizada en madera de cedro, de estilo románico, que mide 59 centímetros y pesa 3.975 gramos.

Hay peregrinos ilustres de todas las épocas, ocupaciones y procedencias: santos como Santa Teresa de Jesús, San Francisco de Borja, San Juan Pablo II... Reyes como los Católicos, Felipe II o los actuales. Escritores célebres como Cervantes, Góngora, Rafael Alberti o José María Pemán. Y así, un nutrido grupo de personas, que viajan por devoción, curiosidad y respeto al Real Monasterio de Guadalupe.

Son muchos los peregrinos que lo siguen haciendo, muchos de ellos haciendo senderismo. En la actualidad son doce son los caminos que llevan a Guadalupe: Camino Real, Camino de los Montes de Toledo, Camino de la Jara, Camino de Cabañeros, Camino de Levante, Camino de los Mineros, Camino Mozárabe, Camino Romano, Camino Visigodo, Camino de los Descubridores, Camino de Monfragüe y Camino de los Jerónimos.

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