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Cultura

La Venecia "decadente y opulenta" protagoniza la nueva novela negra de la española más leída

La escritora Eva García Sáenz de Urturi acaba de publicar 'El ángel de la ciudad'

angel de la ciudad
Portada de 'El ángel de la ciudad'.

Venecia es una ciudad escenario con fecha de caducidad inundada de mareas diarias de personas que espantan a sus propios habitantes. Cada vez más, un escenario de película, un atrezzo desalmado, un parque temático en el que cada habitante es un trabajador de la industria que se ha convertido en un cáncer. Chavales de instituto, parejas en viaje de novios y grupos de amigos colapsan las galerías de sus teléfonos con imágenes que no volverán a ver en las calles en las que se desarrolla la última historia de la serie Kraken de la escritora Eva García Sáenz de Urturi. 

"Venecia funciona bien para novelas y película por esa mezcla de decadencia y opulencia", señala la escritora en un encuentro con la prensa en la ciudad de los canales. El espíritu de encanto decadente de otras urbes como Cuba: "Esa dama anciana y aristocrática", señala Sáenz de Urturi. La semana del Domingo de Ramos ya se considera temporada alta en Venecia, aunque en esta ciudad tomada por el turismo es bastante absurdo hablar de una época baja. La creadora de la saga recorrió junto a un grupo de periodistas los rincones de su su última historia de la serie Kraken, en la que se cruzan varias líneas temporales, incluido un misterioso suicidio colectivo.

Quinta novela de la saga 'Kraken'

La trama de El ángel de la ciudad va dando saltos entre el año 1992 y el 2022 y resuelve algunas de las incógnitas más relevantes de las anteriores historias. Es el quinto volumen de la serie de Kraken, un personaje que dio inicio a la saga en 2016 con El silencio de la ciudad blanca, siguió con Los ritos del agua y Los señores del tiempo y continuó con El Libro Negro de las Horas, que se convirtió en la novela más vendida en 2022, según la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (Cegal). Sáenz de Urturi también se alzó en 2020 con el premio Planeta por su novela histórica Aquitania, y sus libros se han publicado en más de 20 países.

La escritora insiste en la "dualidad" de varios aspectos de la novela, el bien y el mal, el ángel y el demonio encajan bien en un lugar en el que pestilentes canales desembocan en tiendas gourmets de la que sale un fuerte aroma a trufa. Entre los adoquines de la ciudad se encuentran decenas de partes de auriculares baratos tipo AVE que ofrecen los tours guiados y el perfil más frecuente del visitante durante estos días es el de grupos de instituto. Continuamente amenazada por el mar, Venecia es una ciudad que sufrirá los estragos del calentamiento global con una amenaza constante de inundación. El ecosistena de la ciudad es tan frágil como las figuritas de cristal de Murano que los turistas compran por millones y que inspiró a la escritora para crear un 'ángel' que de nuevo juega con la dualidad.

El protagonista vuelve a ser Kraken, Unai López de Ayala el inspector de policía y perfilador que dividirá su investigación entre el pasado y el futuro acudiendo al episodio más traumático de su vida, el asesinato de su padre del que fue testigo cuando era un niño.

En esta historia, su madre, Ítaca Expósito, falsificadora de obras de arte y presente en la anterior historia, gana peso en el relato y protagoniza "un intento de redención", tratando de escapar de la práctica criminal que la autora comparó con el papel de Walter White en Breaking Bad. La fórmula mágica de la mejor metanfetamina convirtió al profesor de química de un instituto de Alburquerque en un capo de la droga mundial, igual que la maestría para copiar arte esposó a Ítaca al mundo del crimen. "El lo dejo cuando quiero no es cierto", revela la autora.

Sáenz de Urturi en Venecia. Sole Hafner

Incendio, leyendas, asesinatos y una misteriosa figurita

En esta ocasión, El ángel de la ciudad arranca con el incendio de un palazzo que Sáenz de Urturi tomó de la hoguera devoró Notre Damme de París. La trama recorre algunas de las leyendas y de los puntos más icónicos de la urbe, los puentes de Rialto, de la Academia y de los Suspiros, el Gran Canal, escalera del palacio del Bovolo o la plaza de San Marcos.

La escritora se detiene en frente del museo Guggenheim comprado por la famosa Peggy, que hace un siglo heredó una de las mayores fortunas tras el fallecimiento de su padre en el hundimiento del Titanic. Este museo de arte está muy presente en la obra con especial atención al Ángelus de Millet y la trágica historia de muerte infantil que esconde el lienzo y que obsesionó a Dalí y que fascina a Sáenz de Urturi.

La escritora también recalca la dualidad que mata de éxito a Venecia: "Hay dos Venecias, la de los venecianos que sufren el problema de la subida de precios y la ciudad decorado". Una de las farmacias del centro contabiliza el número de venecianos y fue un drama nacional cuando la cifra bajó de los 50.000. "Dependen del turismo, pero ya no pueden vivir en Venecia y los que heredan los palazzos no pueden mantenerlos. Se calcula que el último veneciano nacerá en 2045, es decir, se van a extinguir".

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  • Y
    Yomismo

    ¿Una española escribiendo sobre Venecia? ¡Amos, anda!