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Cultura

La resurrección del pop español de los sesenta

Pekenikes

Teatro Rialto. Gran Vía madrileña. Prácticamente lleno. El legendario grupo Pekenikes, uno de los conjuntos españoles que pueden presumir de haber tenido éxito comercial fuera de nuestras fronteras, celebra su sesenta aniversario. Les flanquean compañeros de generación como Teddy Bautista, Los Relámpagos o la actual formación de Los Brincos, que amenizan el ecuador del recital con himnos clave de nuestro pop como “Lola” y “Mejor”, aplaudidas a rabiar y tan contagiosas como siempre.

La atmósfera es de celebración pero también de reivindicación, ya que el repertorio sigue sonando sólido y elegante, con la emblemática trompeta de “Hilo de seda”, el pulso soul de “El tiempo vuela” o el encaje de bolillos rítmico de “Frente a palacio”. El batería Félix Arribas presume de que la juguetona “Embustero y bailarín” está incluida en los ejercicios para aprender la guitarra de las actuales generaciones. También suenan esta noche la galante “Lady Pepa” y la épica vaquera de “Jinetes en el cielo”, rematada con flauta andina. Dos horas pasan volando, de melodía en melodía.

Diferentes presentadores radiofónicos y responsables de asociaciones pasan por el escenario recordando que el pop de los sesenta está siendo reevaluado desde los lugares más insólitos. Hace unos meses, Quentin Tarantino utilizó “Bring a Little Lovin” de Los Bravos para el tráiler de su esperada película ‘Érase una vez en Hollywood’, que se estrena en agosto. La canción enganchó a millones de espectadores en todo el mundo y todavía nos queda el impacto de la película.

Disco de duetos

También se anuncia que en los madrileños estudios Torresound se está cociendo un disco de duetos con canciones poco conocidas de la época, para el que ya se ha reclutado a Karina, Teddy Bautista y José Luis Campuzano “Sherpa” (Los Módulos), entre otros. Un mecenas de Zaragoza, Nito Pinilla, creyó en el proyecto y se lo encargó a Joaquín Torres, guitarrista y fundador de Los Pasos. El álbum esta vinculado a la siempre activa asociación Pioneros Madrileños del Pop y todos los posibles beneficios serán donados a una causa social. En la recta final de la noche, aparece Teddy Bautista para hacer una versión de la tórrida “What’d I Say”, de Ray Charles. Miembro de Los Ídolos y Los Canarios, el multifacético Bautista también vive una revaluación de su legado, desde sus inicios pop hasta el pionero disco de culto ‘Cyclos’. Está a punto de publicar nuevo material, tras triunfar con bandas sonoras para televisión y documentales en Estados Unidos y Japón.

En la época de La Movida, las veinteañeros decidieron hacer tabla rasa para vender de la idea de que ellos estaban haciendo el primer pop que merecía la pena en toda nuestra historia

¿Hemos tratado bien a nuestro pop clásico? Seguramente no. La mentalidad anglófila de muchos músicos modernos y las exageraciones al vincular aquella cosecha con el franquismo jugaron en su contra durante demasiado tiempo. Además, en la época de La Movida, las veinteañeros decidieron hacer tabla rasa para vender de la idea de que ellos estaban haciendo el primer pop que merecía la pena en toda nuestra historia. “La movida desdeña toda la música de los sesenta y setenta, parece que esos grupos no han existido nunca y que todo comienza con Paraíso. No, miré usted, esto empieza en los sesenta con Bravos, Brincos, Canarios, Pop Tops o superestrellas como Camilo Sesto, que viene de un grupo de rock llamado Los Botines”, protestaba Ramoncín en una entrevista que le hice en 2017. La mayoría de los artistas madrileños de éxito en los alocados ochenta decidieron dar la espalda al legado musical de su ciudad para obsesionarse con seguir las últimas modas en los barrios cool de Londres y Nueva York. El clásico ‘matar al padre’. O ignorarle para que parezca que no tienes deudas artísticas.

https://youtube.com/watch?v=sAx5d0sg9ro

Modernos y sordos

La cosa no fue mucho mejor con la oleada indie de los noventa y dosmiles, artistas que en muchos cantaban en inglés y se nutrían de referencias exclusivamente anglosajonas. Para muchos de ellos, el pop sesentero español era solo la banda sonora de programas de María Teresa Campos o de periodistas culturales vetustos. Incluso las bandas noventeras que atendían a este repertorio, por ejemplo los asturianos Doctor Explosión, lo hacían con un espíritu entre tuno y ‘freaky’, el célebre encanto de “lo bizarro”, una opción que suele tener una mecha muy corta en el plano artístico. Ya muy avanzada su carrera, algunos grupo punteros de la escena como Los Planetas rindieron tributo al grupo granadino Los Ángeles haciendo una versión. Otras bandas menores, de culto o de superculto, también reivindicaron a los Pekenikes, caso de Patrullero Mancuso o El Niño Gusano. En cualquier caso, fueron otros quince años de negar o ignorar olímpicamente nuestra tradición pop.

Ahora que las cosas parecen cambiar, quizá sea el momento de dar las gracias a Loquillo, seguramente el único superventas que ha reivindicando ese periodo, con versiones y colaboraciones de artistas como Los Sírex, Lone Star y Los Salvajes. José María Sanz fue icono movidero, pero nunca olvidó quienes abrieron camino para que del pudiera desarrollar su carrera. Uno de sus guitarristas, Igor Paskual, es además un excelente periodista musical que también se ha caracterizado por la reivindicación de ese periodo. Tanto en sus entrevistas como en sus textos siempre se ha mostrado activo al destacar la sustancia artística de grupos como Juan y Junior, los Pekenikes o Los Íberos. Medios como la revista valenciana Efe Eme, el sello Ramalama Music y la asociación Pioneros Madrileños del Pop tratan con respeto nuestro legado, pero la obsesión de la prensa cultural con la modernidad condenó a nuestro pop sesentero a un injusto olvido. ¿Recibirán por fin estos artistas el respeto que merecen por parte de los oyentes, periodistas y grupos contemporáneos? Parece que la cosa está más cerca que nunca.

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