Tres novelas y tres ensayos para regalar el Día del Libro

Martes de rosas, de firmas y de encuentros con autores para los que viven en Cataluña, y martes de libros y lecturas en todo el mundo. Este 23 de abril, día de San Jorge o San Jordi, también se celebra el Día Internacional del libro, que conmemora la muerte de dos de los escritores más importantes de la historia mundial. Faros de las letras españolas e inglesas, Miguel de Cervantes y William Shakespeare murieron en 1616, con solo unos días de diferencia. A pesar de la creencia popular, ninguno lo hizo el 23 de abril, Cervantes murió un día antes y Shakespeare lo hizo el 3 de mayo (23 de abril según el calendario juliano, vigente en Inglaterra en esas fechas). A esta dupla se unió el deceso del Inca Garcilaso de la Vega, escritor nacido en el actual Perú que completó esta asombrosa coincidencia. En Vozpópuli, hemos seleccionado algunas de las principales novedades editoriales de 2024.

2024 ha arrancado fuerte desde un punto de vista literario con la publicación de la novela póstuma de Gabriel García Márquez, En agosto nos vemos. Una pequeña historia de menos de 100 páginas, una pequeña perla, que aunque no es la más brillante de su cosecha, simboliza un regalo para los lectores del colombiano. El estilo y la poesía se sienten a pesar de que la obra estaba siendo escrita mientras la enfermedad de la memoria le estaba robando “la materia prima y las herramientas”, como el propio  García Márquez se lamentó. 

Ana Magdalena Bosch es la protagonista de esta “historia de amor de gente mayor”. La visita anual de Ana Magdalena a la tumba de su madre se vuelve una oportunidad anual para darle rienda suelta a un deseo sexual ajeno a “la realidad de su matrimonio, sostenido hasta entonces por una felicidad convencional que esquivaba las discrepancias para no tropezar con ellas”. El ritual de limpiar la tumba y poner un ramo de gladiolos frescos estructura la obra en la que García Márquez trabajó durante sus últimos diez años de vida. Es una novela mucho más real que mágica, también más contemporánea que aquellas historias donde las "cosas eran tan nuevas que aún no tenían nombre". En esta obra póstuma hay un buen número de referencias a la cultura popular desde novelas a música y cine, sale citado el Drácula de Coppola, asentando la trama en el presente del final de la vida del autor, en el mundo real de comienzos del XXI.

Los alemanes, Sergio del Molino

La historia surgió cuando el autor, Sergio del Molino, encontró propaganda del partido nazi en una pila de papeles de la Feria del Libro viejo de Zaragoza. La gran sorpresa para el escritor era que los panfletos estaban editados en la ciudad maña. Del Molino siguió tirando del hilo y descubrió la historia de una colonia de alemanes provenientes del Camerún que se instalaron en España después de que su país fuera derrotado en la Primera Guerra Mundial y perdiera sus colonias africanas.

El autor de La España Vacía arranca su historia con el entierro de uno de los Schuster, unos empresarios de la alimentación que desarrollaron su negocio en la capital aragonesa. Del Molino aborda temas como la culpa, las relaciones familiares y el muchas veces olvidado papel de los nacionalsocialistas en el exilio para reimpulsar la neonazismo en la propia Alemania.

Un lugar soleado para gente sombría

Quien ose adentrarse en las páginas de este libro sentirá un escalofrío recorriéndole la espina dorsal, y algunas cosas más. La escritora Mariana Enríquez reúne doce relatos sobre el horror: sobre el mal que acecha y los monstruos que surgen de pronto en la realidad más cotidiana, en grandes urbes o pequeños pueblos recónditos.

En una de sus historias una pareja alquila una casa para unas vacaciones en un pueblo que ha ido perdiendo habitantes desde que el tren dejó de pasar; visitan en la estación abandonada la exposición de los perturbadores lienzos de un artista local, pero lo verdaderamente aterrador será conocer al autor de esas pinturas. 

¡Reconquista! ¿Reconquista? Reconquista

¿Se puede seguir hablando de la Reconquista? ¿En qué medida y con qué cautelas podríamos usar un término que cada vez es más polémico? ¿Es su empleo completamente legítimo? Coordinados por el historiador David Porrinas, un grupo de especialistas en la Edad Media, abordan este tema que que ha permeado a la sociedad, con usos políticos del término difundidos por los medios de comunicación y las redes sociales, hasta dibujar el panorama de una confrontación que, en este caso, es más política que científica, más visceral que racional, más emocional que sosegada.

Las tres posturas se podrían resumir entre los especialistas que defienden que se puede y se debe seguir hablando de Reconquista y que esto no implica problema alguno; los académicos que consideran que puede seguir empleándose el término Reconquista, pero de una manera restrictiva, constreñida a aspectos muy concretos; y los investigadores que consideran que el concepto Reconquista debería erradicarse del vocabulario de los historiadores y la sociedad, y, en caso de mantener su uso, tener muy claro que se trata de un invento contemporáneo y no medieval. 

El imperio zombi

El imperialismo ruso de Putin ha puesto en alerta a Europa y ha conseguido que la Unión Europea se cuestione asuntos tan relevantes como la capacidad de autodefensa ante un posible ataque exterior. La politóloga y socióloga Mira Milsevich analiza las causas y características del militarismo, el antioccidentalismo y el excepcionalismo rusos, y el papel de Rusia, desde las guerras napoleónicas, en el orden mundial.

En contraste con las tesis que interpretan el proceso de reimperialización y el revisionismo rusos desde una óptica exclusivamente ideológica, o mediante una «putinología» según la cual la guerra es un asunto personal del presidente, Milosevich sostiene que detrás de las ambiciones geopolíticas de Rusia y su deriva autoritaria está su pasado imperial zarista y comunista.

Cuchillo

El escritor se tambaleaba en mitad del escenario chorreando sangre y con la vista segada por las puñaladas que acaba de recibir. Justo antes había percibido por el rabillo del ojo derecho al “misil” vestido de negro que se abalanzó sobre él: un hombre bajo y fuerte que como un rayo subió al escenario y le acuchilló en repetidas ocasiones. Aquel atropello fue la última forma que procesó el ojo derecho de Salman Rushdie, que justo antes de desplomarse pensó: “¿Por qué ahora, después de tantos años?”.

Durante una conferencia en Chautauqua en el estado de Nueva York, el escritor de 75 años que lleva más de tres décadas perseguido por el islamismo radical se topó con su verdugo al que tantas veces había imaginado. "Confieso que alguna vez había imaginado a mi asesino levantándose en algún foro público y viniendo a por mí precisamente de esa manera. Así que lo primero que pensé cuando vi aquella figura asesina corriendo hacia mí fue: 'Así que eres tú. Aquí estás'", dijo en una entrevista  al programa 60 minutes de la CBS.

“Este momento todavía se desarrolla frente a mí como en cámara lenta. Mi mirada sigue al hombre del público que salta, corre y se acerca rápidamente. Observo cada paso de su impetuosa carrera y me encuentro levantándome y volviéndome hacia él. (Permanezco frente a él. Nunca le he dado la espalda. Mi espalda no presenta heridas.) Para protegerme, levanto la mano izquierda. Él mete el cuchillo. A esto le siguen muchas más puñaladas: en el cuello, en el pecho, en el ojo, en todas partes. Siento que mis piernas ceden y caigo”, relata en Cuchillo. Meditaciones tras un intento de asesinato, sus memorias que se acaban de publicar en España.

Rushdie recrea encuentros imaginarios con su atacante y relata el proceso de recuperación con pasajes dolorosamente detallados como en el que habla de su ojo muerto descolgado por su cara atado al nervio ocular, e insiste en el peligro que supone la fanatización religiosa en las sociedades actuales.

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