Publicado: 10/02/2022 04:45
Ha pasado desapercibido, pero es uno de los textos más delirantes de 2022. Se Titula "Notas sobre el terrorismo cultural", se publicó en el diario oficialista Granma y contiene párrafos como este: “Sí, son malos perdedores, pero hay que reconocerles que son persistentes. Viendo que ya nadie habla de sus ‘artistas conversos’, los ‘terroristas de la cultura’ han decidido poner su mira en cantantes como Álex Ubago o el dúo Andy y Lucas, invitados al San Remo Music Awards Cuba. Ya veremos si se quiebran ante la presión mediática o sencillamente deciden hacer arte, aunque a los odiadores de Miami les pese”, escribe Michel E. Torres Corona.
Vayamos por partes. El periodista cubano acusa a reguetoneros como Pitbull y Gente de Zona de cambiar su posición respecto al régimen cubano por presiones del exilio de Miami. Siguiendo esta lógica, se infiere que Álex Úbago y Andy & Lucas pueden apear de sus conciertos en los San Remo Music Awards (un tinglado apadrinado por la esposa del presidente) por presiones del mismo tipo. Efectivamente, estos artistas rompieron sus contratos para tocar en la isla. ¿Fue por presiones de la derecha? Basta ver los tuits y vídeos explicativos de ambos superventas para comprobar que su posición es totalmente sincera. Los lectores de Vozpópuli puden juzgar por ellos mismos
De hecho, el respaldo al régimen cubano es todavía algo glamuroso en el Viejo Continente, tal y como reconoce el propio artículo de Granma: “Allá en Europa la contrarrevolución cubana tiene menos músculo: apenas alcanzó su campaña para cuatro infelices gritando improperios y sosteniendo pancartas fuera del local donde otros cubanos, menos agriados, coreaban las canciones de Israel Rojas y Yoel Martínez. Un fracaso rotundo”, celebra Torre Corona. Como si todo artista que rechazase el poscastrismo fuese un lacayo de la CIA (o alguien acobardado por ella).
Cuba y la chapuza cultural
El planteamiento no solo parece esperpéntico desde Europa, si no también dentro de la propia isla. Por ejemplo, en un demoledor artículo de la revista musical AM/FM, donde se ponen en evidencia las chapuzas y chanchullos de los llamados San Remo Awards, que se celebran del 5 al 10 de abril. Para empezar, las autoridades de la isla presumen de conexión con el famoso festival italiano, aunque no ha podido probarla. “San Remo Music Awards y el Festival di Sanremo no son la misma cosa, por lo tanto, es incorrecta la afirmación de que el primero 'Ha lanzado a artistas de la talla de Laura Pausini y Eros Ramazzoti'. Tan incorrecta como quienes piden a la RAI cancelar un acuerdo que no parece existir con el gobierno cubano. Además de que no hay ninguna prueba (si exceptuamos un montón de blogs que repiten el mismo mensaje y se enlazan entre sí) de que estén vinculados ambos eventos, más allá de compartir el nombre de la ciudad”, denuncia el medio.
La joven prensa musical cubana denuncia que no encuentra sentido cultural a estos San Remo Music Awards, apadrinados por la primera dama
El texto completo, que merece la pena leer, desmonta las coartadas publicitarias de Nicola Convertino, el promotor italiano de 61 años “del que muy poco se puede saber más allá de una biografía que él mismo, o alguien en su nombre, se ha encargado de distribuir a lo largo de Internet”. En ella se le describe como un hombre renacentista -artista plástico, geólogo, manager, promotor cultural, productor de televisión, organizador de eventos, estudioso de las artes ocultas-, con una larga trayectoria en el sector cultural, particularmente en la televisión y la música. Su currículum está lleno de proyectos y reconocimientos de nombre rimbombante sobre los que no es posible encontrar ninguna huella más allá de las que muestran estos blogs de discurso monocorde”. Nada que envidiar a los mejores momentos de Ana Obregón y José Luis Moreno.
¿Lo más grave? La joven prensa musical cubana, cada vez más distancia del régimen poscastrista, denuncia que no encuentra ningún sentido cultural a estos San Remo Music Awards, apadrinados por la primera dama de Cuba. “¿Qué razón de peso habría para adoptar una secuela criolla de un supuesto mega evento europeo, en lugar de aprovechar para potenciar una de las marcas cubanas, tan necesitadas de apoyo y financiamiento (Cubadisco, o Varadero Josone, por citar dos)?”, se preguntan, entre otras cuestiones incómodas de máximo interés.
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