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Cultura

ENTREVISTA

Andrés Calamaro: "Madrid es una capital cultural universal"

El rockero hispanoargentino recibió la Medalla de Honor de Madrid, tras más de tres décadas de romance con la ciudad

calamaro
El músico Andrés Calamaro recibe la Medalla de Honor del Ayuntamiento de Madrid.

Hablemos claro: Andrés Calamaro (Buenos Aires, 1961) es hace décadas un clásico del pop y rock en español, cada vez más empapado de música popular. Por eso es una alegría que Madrid le otorgue la Medalla de Honor de la ciudad. "El argentino más madrileño que conozco", destacó Begoña Villacís en la entrega. "Su carrera dibuja una aspiración de esta ciudad, que es la de ser puente entre Iberoamérica y España", añadía el alcalde Almeida. "Ya solo me queda la Medalla de los Toros de ABC", comentaba complacido Calamaro antes de la entrevista con Vozpópuli. Otra de las suertes es que este verano disfrutaremos de una intensa gira por toda España, que pasa próximamente por Bilbao (29), Barcelona (15 de junio), Murcia (18) y Madrid (28).

Pregunta: ¿Cómo valoras la Medalla de Honor de Madrid? ¿Qué sentiste el domingo recibirla?

Respuesta: Viví todo gratamente, los honores y las palabras del alcalde de Madrid. Me encuentro desbordado de humildad y gratitud. No soy dado a sentimentalismos, pero ha sido grande.

P: ¿En qué sentido dirías influye Madrid en tus canciones después de más de tres décadas en la ciudad?

R: Influye porque soy bilingüe … Mi idioma no es el porteño cerrado, patibulario y marginal, y lo conozco bastante bien. Luego respirar en Madrid es distinto que hacerlo en los suburbios de Provincia de Buenos Aires.

P: A diferencia de Sabina y Leiva, diría que en tu repertorio no hay apenas himnos sobre la ciudad, sino que esta empapa las letras de una manera sutil. Se puede reconocer bien Madrid en piezas como “El tercio de los sueños” pero en otras aparece en destellos o detalles más bien fugaces…

R: Te soy sincero, no distingo lo “espontáneo” de lo “intencionado”, no son dos terrenos separados, no para mí. Joaquín Sabina es un autor virtuoso, domina la técnica como un verdadero maestro; como José el Gallo hace cien años.

P: El otro día pensaba que has tenido una evolución política y antropológica similar la ciudad: socialdemócrata en los ochenta, girando al conservadurismo con el paso del tiempo. ¿Sientes que compartes camino con los madrileños?

R: Que interesante parábola. Hice casi todo el camino entre Tierno Galván e Isabel (Díaz Ayuso). Tampoco soy conservador al uso, fui némesis de los conservadores pero ahora existen tareas más importantes y urgentes. He vivido bajo siete gobierno militares y heredo de mis ancestros una cierta “cultura política cultural” , prefiero si no me corren por izquierda en sillas de ruedas.

No frecuento bares pero tampoco franquicias, pertenezco a una minoría: los madrileños sobrios

P: Me gustó esta respuesta en una entrevista reciente: “El acoso a la tauromaquia es trágico como incendiar el Museo del Prado, es la victoria del eslogan barato sobre el arte excelso, todos los atentados contra la inteligencia y el razonamiento intelectual, contra la libertad de las gentes, contra la alegría y el sentido de las cosas (...) Como gesto simbólico podríamos defender Las Ventas con armas de fuego pero…

R: Madrid es una capital cultural universal imprescindible y la feria de San Isidro es un evento cultural contrastado, único en el mundo. La batalla de Las Ventas es un escenario hipotético que, de momento, se libra en Internet y en los despachos. Creo que la discusión con los opositores extremos de la tauromaquia ha terminado, quizás nunca haya empezado realmente; el mundo del toro (el núcleo y aquello que le rodea) se mantiene ajeno y apasionado, los debates son otros. En el llano, en los charcos digitales, el asunto “animalista” es extremo e infantil, y la temporada se presenta intacta y atractiva.

P: Isabel Díaz Ayuso cimentó parte de su victoria en mantener abiertos los teatros y los bares. Rockeros como tú o como Jaime Urrutia sabéis hace mucho tiempo que estos son el corazón y la esencia de la ciudad. ¿Cómo vives los bares madrileños actualmente?

R: No frecuento bares pero tampoco franquicias, pertenezco a una minoría: los madrileños sobrios. Todos tenemos un defecto y este es el mío, el abstemio no merece confianza pero el beodo tampoco. Soy hereje en los bares, los prefiero para desayunar leyendo el periódico.

P: En muchos sentidos desempeñas una función de costurero cultural entre América Latina y España, acercando artistas y proyectos de aquí con los de allí. ¿Dirías qué Madrid es una ciudad acogedora con América Latina? A veces pienso que sí, otras soy el único español en el concierto del grupo argentino Damas Gratis en La Riviera…

R: De acuerdo, Madrid es acogedora y amable, los sudamericanos estamos encantados trabajando aquí. Tu soledad en el concierto de Damas Gratis, como el desconocimiento del mate criollo, responde quizás a un perfil electro-edípico de las gentes en la meseta o a la conformidad de guetos culturales que coexisten.

P: Has lamentado alguna vez que la prensa musical es la prensa que menos caso te hace. Diría que en parte tienes razón y que en otra tiene que ver con que ese gremio agoniza.

R: Lo sé, los periódicos prescinden de la crítica musical, tampoco la radio y la televisión parecen interesados en cultivar la curaduría o el análisis cabal. Y los becarios, que le bajan demasiado el precio al oficio. Soy lector de periodismo musical y tengo buenas relaciones con el gremio pero el interés no es recíproco, no sé si presumen de puritanismo conceptual o de virtudes ideológicas ingenuas, quizás están encorsetados en una mitología infantil o quizás tengan razón. El ecosistema rockero, en líneas generales, abraza los clichés con cierta solemnidad.

P: Ahora mismo estás en el comienzo de una gira que pasa por muchas ciudades españolas. ¿Cuál es el planteamiento de este tour y qué podemos esperar tus seguidores?

R: Estamos disfrutando, sin concesiones a la demagogia y comprometidos con al oficio; en “plan cumbre”. Intento aplicar conceptos toreros. Este oficio dionisíaco implica su cuota de sacrificio, procede advertirlo y cantar en consecuencia. “Puede perseguirte la adversidad, aquejarte el mal físico, empobrecerte el medio, desconocerte el mundo, pueden burlarse y negarte los otros”; lumbre y antorcha. Apelando al Destino del Canto, según Yupanqui. Al pié de la letra.

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