La matriarca de un clan de narcos se inculpa de un tiroteo en Cartagena: "Le he vaciado el cargador"

El clan de los Barragán de Cartagena está pasando unos días difíciles. Un tiroteo entre sus propios miembros ha puesto en el candelero los hechos delictivos de esta familia relacionados con el narcotráfico. La matriarca se ha inculpado de realizar los disparos contra uno de sus primos pero los investigadores de la Policía Nacional sospechan que el verdadero autor es su hijo al que está protegiendo, según informan fuentes policiales a Vozpópuli.

Los miembros de esta familia se han dedicado desde siempre al tráfico de estupefacientes. El control de este negocio ahora ha quedado en manos de la madre Antonia, de 46 años, y su hijo Ricardo, de 29. "Son conocidos narcotraficantes de la zona", explican estas mismas fuentes.

En este caso, la Policía Nacional investiga un alarmante suceso que ocurrió el pasado lunes a las 9:41 horas. Los agentes recibieron un aviso, a través del 091, de que se había producido un tiroteo en el Polígono Cabezo Beaza de Cartagena.

"He sido yo, le he vaciado el cargador"

La notificación advertía de que estaba implicado un Renault Megane usado por los narcos autores material de los hechos. Por ello, los policías se desplazaron hasta el domicilio donde estaba identificado los dueños del vehículo. Cuando llegaron los agentes localizaron el coche estacionado cerca de la puerta de la casa, subido en la acera.

El Renault se encontraba abierto y los agentes tomaron las medidas oportunas para no desvirtuar o eliminar cualquier vestigio o indicios de delito perpetrado. En ese momento salió del inmueble Antonia Barragan en un "estado de excitación evidente". "Sé por lo que estáis aquí. He sido yo, le he cogido el arma y le he vaciado el cargador", confesó la matriarca del clan.

"No me voy a comer 12 años de prisión por tu culpa"

Continuó alegando que había "tirado el arma desde el coche, desde el asiento del conductor por la ventanilla del copiloto por la carretera de servicio del Polígono hacia Los Dolores". Antonia manifestó que el origen de esta disputa fue porque el pasado viernes se personaron en su casa Joaquín, uno de sus primos, y El Moro.

Estas dos personas la amenazaron con un arma de fuego diciendo que "no se van a comer 12 años de prisión por su culpa". En un momento dado ella le arrebató el arma al hijo de Joaquín y salieron corriendo. El asunto se relajó el fin de semana, aunque Antonia dijo que estuvo buscándoles, y el lunes les dio caza en el Polígono de Cartagena.

Acusada de tentativa de homicidio

Por estas declaraciones la matriarca fue detenida por los agentes de Policía Nacional por un delito de tentativa de homicidio. Fue trasladada hasta dependencias policiales de Cartagena, donde le tomaron declaraciones y leyeron sus derechos.

Varias patrullas de efectivos de seguridad se personaron en la zona manifestada por Antonia, donde había arrojado el arma pero no fue hallada en ningún momento. De forma paralela la Guardia Civil del Puesto de Albujón se hicieron cargo del coche de la detenida que fue traslado al Puesto de la Guardia Civil de Cartagena donde se le realizó una inspección técnica.

La presunta víctima de los hechos recibió un disparo en la pierna y tuvo que ser trasladado hasta el Hospital Santa Lucía de Cartagena. Fue atendido en el lugar de los hechos y, a pesar de perder sangre, los sanitarios no temen por su vida.

Cubre las espaldas de su hijo

Los investigadores de la Policía Nacional están tomando declaración a la víctima y los testigos del suceso. También revisan las cámaras de seguridad del lugar. Al parecer en uno de los videos que se están analizando se puede ver a dos hombres tiroteando a la víctima.

Las sospechas de los agentes se centran en la figura de Ricardo, el hijo de Antonia, otro conocido narcotraficante murciano. Los policías temen que la matriarca esté protegiendo a su primogénito, que puede ser el verdadero autor de los disparos. El objetivo de toda esta parafernalia sería demorar y dificultar las investigaciones. El principal objetivo está claro: recuperar el arma con el que se efectuaron los disparos.